Manuel Estrada: “Me agrada que una portada guste más después de leer el libro”

El diseñador gráfico es el responsable de algunas de las carátulas más icónicas del panorama editorial español: las de los libros de bolsillo de Alianza

Manuel Estrada.

El diseñador gráfico Manuel Estrada (Madrid, 1953) es el responsable de algunas de las carátulas más icónicas del panorama editorial español: las de los libros de bolsillo de Alianza. La Biblioteca Regional de Madrid condensa 30 años de trayectoria en la exposición Leer libros, diseñar portadas.

...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El diseñador gráfico Manuel Estrada (Madrid, 1953) es el responsable de algunas de las carátulas más icónicas del panorama editorial español: las de los libros de bolsillo de Alianza. La Biblioteca Regional de Madrid condensa 30 años de trayectoria en la exposición Leer libros, diseñar portadas.

Si cualquier imagen vale más que mil palabras, ¿equivale una gran portada a un libro entero? No creo posible equiparar un libro a una sola imagen, por buena que sea. Aunque los diseñadores intentemos hacer una síntesis de su contenido en la portada, incluso aunque algunas veces lo consigamos. Pero una síntesis no es un libro. Como una foto no es una persona, aunque la represente.

¿Cuál fue su primera portada y cómo recibió aquel encargo? No recuerdo mi primera portada. Pero si recuerdo bastante bien los primeros procesos de diseñarlas, el vértigo de la página en blanco. Era duro.

¿Cuáles son los tres adjetivos que definen una buena portada? Debe ser memorable. Es decir, debe recordarse bien, en medio de la tormenta de mensajes en la que vivimos. Debe ser certera, capaz por tanto de asociarse al libro para el que sirve de puerta. Debe ser legible, tipográfica e icónicamente. Quizá sea conveniente añadir un adjetivo más: Es bueno que sea atractiva, aunque si es su única cualidad, sirve para poco.

¿Y una mala? Una portada puede ser mala de varias formas, pero creo que la peor, es cuando solo busca llamar la atención y vender por encima de todo: Letras gigantes en relieve, cuerpos desnudos, rojo de sangre, rostros en primerísimos planos. Vengan o no a cuento…

Sus diseños buscan la simplicidad, pero usted afirmó que los emoticonos han empobrecido el lenguaje. ¿Se imagina un pequeño archivo de adjetivos preescritos para construir frases? Servirían, sin duda, para escribir mensajes más rápido y para que la gente con vocabulario corto pudiera poner doce adjetivos, todos juntos, y hacer más cariñosa una felicitación de cumpleaños. Creo que con los emoticonos está ocurriendo algo así. Yo siempre he escrito mensajes con dibujos para felicitar, recordar, decir buenos días o feliz navidad. Pero no los repito, sean buenos o sean regulares, los dibujo cada vez y los mando, expresan mis sentimientos. Todos los niños dibujan bien. Hasta los siete u ocho años, cuando les empezamos a decir que su caballo no parece un caballo. Entonces dejan de dibujar y lo buscan en internet. En parte por eso no me gustan los dibujos enlatados, nos acaban impidiendo dibujar.

¿Son más parecidos el diseño de portadas y el publicitario de lo que parece? En las formas y el uso de lenguaje, la publicidad ha sido importante en nuestra cultura visual. Pero el marketing y la publicidad no pueden equivocarse y nunca lo hacen. Por eso nunca aciertan. Sobre todo en tiempos en los que el mercado manda tanto.

¿No hay manera de que más sea más alguna vez? Lo es muchas veces. Y en literatura aún más. Cuando algo es muy bueno, es mejor que no se acabe.

¿Cuál es el mejor elogio que ha escuchado de sus portadas? Me gusta que alguien me diga que después de leer el libro le gusta más la portada.

¿Cuál es el último libro que le gustó que no leyera por trabajo? Alfanhuí, de Sánchez Ferlosio. Precioso libro. Me sorprendió para bien Mi juventud, de Winston Churchill.

¿Cuál tiene abierto ahora mismo en la mesilla de noche? Creo que desde hace meses tengo en la mesilla una antología de Ángel González.

¿Uno que no pudo terminar? Llevo bastantes semanas sin avanzar con la segunda biografía de Barack Obama. Pero la acabaré. Es interesante.

¿Cuál es la película que más veces ha visto? Es posible que El Padrino o tal vez El hombre que pudo reinar. También he visto con mi hija Los siete samuráis de Akira Kurosawa, muchas veces.

¿Su diálogo favorito en una película? Tal vez el diálogo de Johnny Guitar:

—Miénteme. Dime que siempre me has esperado.

—Todos estos años te he esperado.

—Dime que te hubieses muerto si no hubiese vuelto.

—Estaría muerta si no hubieras vuelto.

—Dime que aún me quieres como yo te quiero.

—Aún te quiero tanto como tú a mi.

—Gracias….

Si tuviera que elegir una canción como autorretrato, ¿cuál sería? Tal vez La mala reputación, de Brassens; o Pedro Navaja, de Rubén Blades.

¿Qué está socialmente sobrevalorado? Seguramente el dinero.

¿Qué suceso histórico admira más? La Ilustración. Es emocionante ese tiempo que trata de anteponer la razón a la ignorancia y el progreso a la superstición.

De no haber sido diseñador habría sido… Algo que me permitiera estar en el campo o en la montaña tantas horas como estoy sentado en una mesa de un espacio cerrado. Pero la verdad, me gusta ser diseñador. Y de libros, aún más.

Puedes seguir a BABELIA en Facebook y Twitter, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.

Más información

Archivado En