Calorazo y rompecabezas
El último trabajo de La Calòrica es un bofetón que el grupo reparte lenta pero contundentemente y brilla a lo grande en el Teatre Nacional de Catalunya
A veces se intuyen los juegos favoritos de un escritor/a extendiendo la variedad de sus naipes. Aquí van, por ejemplo, doce títulos de La Calòrica, que ha estrenado en salas con mucho antifaz, como un cruce entre Judex y Fantomas. Veamos la plurimetáfora hablando por sí misma: Feísima enfermedad y muy triste muerte de la reina Isabel I (2010); ...
A veces se intuyen los juegos favoritos de un escritor/a extendiendo la variedad de sus naipes. Aquí van, por ejemplo, doce títulos de La Calòrica, que ha estrenado en salas con mucho antifaz, como un cruce entre Judex y Fantomas. Veamos la plurimetáfora hablando por sí misma: Feísima enfermedad y muy triste muerte de la reina Isabel I (2010); Ekstraordinarny (2012); L’Editto Bulgaro (2012); La nau dels bojos (2013); Bluff (2014); El triomf de la fonètica (2014-15); Sobre el fenomen de les feines de merda (2015); El profeta (2016); Rubik (2017); Fairfly (2017); Els ocells (2018). Y la más reciente: De què parlem mentre no parlem de tota aquesta merda (2021).
Aquí hay muchos estilos, muchos géneros, mucho rompecabezas. Esto quiere decir ―o lo intenta― que no es nada fácil contarla. A ver cómo me la maravillaría yo. Ejemplo: cuando la señora Martí hace una comparación entre movimientos ecológicos juveniles y el Holocausto, ¿se trata de una gracia o maldita la gracia que tiene? Prefiero seguir con lo de las plurimetáforas, que se extiende en la multiencarnación autoral (y actoral, como veremos acto seguido).1) De què parlem es un texto entre lo brillante y lo caótico (según nos pille la tarde), con aire de caos vecinal, escrito por Joan Yago y dirigido (con parejo relumbre) por Israel Solà. 2) Metáfora bis: podría ser un mano a mano entre Dario Fo y el Vázquez Montalbán más locuelo: neorrealista y sátira futurista con unas gotas de ácido aristofánico. También le sienta bien, plan postre, un pastelazo estilo Jacques Rivette. Ya tiene, pero le falta más. 3) De què parlem es la entrada de La Calòrica por la puerta grande del Teatre Nacional de Catalunya, aunque le llamen Sala Petita: bonita parábola, que se ha marcado un llenazo noche a noche. Y se marcará una gira por Cataluña (inusual en el TNC) con los golazos que más abajo les detallo. Por cierto: debería también girar por toda España. 4) Los pluriactores prometidos (con varios rostros y voces). Los encarnan Aitor Galisteo-Rocher, Xavi Francès, Marc Rius (al que se recordará como un cura descontrolado y tronchante). Júlia Truyol, explosiva como hace unos años pero cada vez más equilibrada: tan sorprendente mezcla. Muy italiana. Estrellaza línea Monica Vitti de ejecutiva de lujo: sí, es la gran Mònica Lòpez (pedazo de casting), que arranca a lo bestia con un monólogo, se llama Aurora, y cierra también a lo grande con diálogo en barra de bar. Doble tour de force (y uno de los mejores trabajos que ha hecho la rubia). Misterios à la Rivette: a un lado de la barra hay un camarero llamado Caro, y al otro va y viene una dama llamada Dona. Hablando de misterios, no sabemos si se conocen desde hace mucho tiempo o acaban de encontrarse en el bar. Parecen personajes de Tennessee Williams y, ahora que lo pienso, están entre el humor y el misterio. Una pareja llamada Mila y Lourdes se presenta como “las primeras lesbianas de Hospitalet”. No se pierdan la participación de una gamba gigante. Hay que verla/verlo en directo.
5) Se revela pronto una de las claves de la obra: el grupo tiene muchísimas ganas de formar una compañía de teatro, y hace bien. Van ensayando, nunca mejor dicho, en un espacio desnudo pintado de verde claro. También verán sala de conferencias, pantallas (La Calòrica no tiene mucha pasta pero tiene estilo), plató televisivo, el bar del hotel y, ojo, un váter con mucho peligro. 6) ¿Intentarán de nuevo contar unos pocos de los difíciles temas de la función? Intento: el bicho del cambio climático, facción negacionista, que tiene mucha tirada; una acumulación de mierda (no puedo desvelar dónde); las esencias de la especulación capitalista, y contaminaciones de muy diversos tipos. Y un personaje llamado el Doctor que ha escrito un libro de atractivo título: Las catorce grandes mentiras de nuestro siglo. (Lástima no conocer sus mejores fragmentos).
Pegas: la obra quizás se hace un poco larga. O pasa de la bamba a la ralentización. Pero el talento está en lo alto, echando chispas. Y brillando.
De què parlem mentre no parlem de tota aquesta merda ha sido un exitazo en el TNC (cierra el 4 de abril) pero, como decía antes, hace gira por Cataluña, cosa inusual.
De què parlem mentre no parlem de tota aquesta merda. Texto: Joan Yago. Dirección: Israel Solà. Teatre Nacional de Catalunya. Hasta el 4 de abril. Funciones en gira: Vic, Teatre Atlàntida (9 de abril); Lleida, Teatre L’Escorxador (11 de abril); Figueres, Teatre Jardí (16 de abril); L’Hospitalet de Llobregat, Teatre Joventut (18 de abril); Reus, Teatre Bartrina (24 de abril); Salt, Teatre de Salt (30 de abril); Terrassa, Teatre Principal (6 de mayo); Olot, Teatre Principal (7 de mayo); Vilafranca del Penedès, Cal Bolet (16 de mayo); Tortosa, Teatre Auditori Felip Pedrell (21 de mayo); Sabadell, Teatre Principal (23 de mayo); Manresa, Teatre Kursaal (28 de mayo); El Prat de Llobregat, Teatre l’Artesà (30 de mayo).
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