Joan Magrané: “No entiendo el hecho creativo sin una finalidad comunicativa”
El compositor residente esta temporada del Centro Nacional de Difusión Musical estrenará varias obras en los próximos meses
Joan Magrané (Reus, 1988) empieza a sonar con fuerza en la música española. Esta temporada es el compositor residente del Centro Nacional de Difusión Musical, que ha programado una amplia selección de sus piezas para los próximos meses, entre ellas cuatro de estreno absoluto. El Cuarteto Diotima y el Ensemble O Vos Omnes interpretarán varias ya estrenadas en el Auditorio 400 del Museo Reina Sofía y en abril la pianista Noelia Rodiles estrenará en la misma sala una de las nuevas.
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Joan Magrané (Reus, 1988) empieza a sonar con fuerza en la música española. Esta temporada es el compositor residente del Centro Nacional de Difusión Musical, que ha programado una amplia selección de sus piezas para los próximos meses, entre ellas cuatro de estreno absoluto. El Cuarteto Diotima y el Ensemble O Vos Omnes interpretarán varias ya estrenadas en el Auditorio 400 del Museo Reina Sofía y en abril la pianista Noelia Rodiles estrenará en la misma sala una de las nuevas.
¿Qué le llevó a la música y después a la composición?
La verdad es que desde el inicio vinieron las dos cosas juntas. Desde muy pequeño que me gustaba hacer música, tocarla y escribirla, nunca percibí una diferencia entre ello.
¿Qué obra musical le ha impactado más últimamente?
Una versión increíble de Il retorno d’Ulisse in Patria de Monteverdi con Gardiner, Furio Zanasi y compañía en el Palau de la Música de Barcelona.
¿Qué compositor o compositora le ha influido más en su carrera?
He tenido la gran suerte de encontrar en mi camino a profesores excelentes que además son compositores extraordinarios: Ramon Humet, Agustín Charles y Stefano Gervasoni.
En sus composiciones tiene una marcada influencia la música renacentista. ¿Qué le atrae de este periodo?
Es la que más me gusta desde todos los puntos de vista: como pura escucha hedonista y también como pozo de maravillas y técnicas compositivas. Por ejemplo: la hegemonía de la línea y de la combinación de líneas por encima de los otros parámetros musicales. La polifonía como elemento esencial y radical.
Esta temporada el CNDM ha programado varios conciertos con una amplia selección de sus obras. ¿Es importante para un compositor confrontarse con el público de manera continuada?
Absolutamente. No entiendo el hecho creativo sin una finalidad comunicativa. Además, este tipo de residencias permiten no solo presentar obras nuevas sino también volver a hacer sonar obras que ya fueron estrenadas, cosa fundamental para que tu mundo sonoro pueda clarificarse ante el público (y también ante uno mismo!) y con interpretes que tienen tu música entre manos desde hace tiempo y son capaces de servirla de la mejor manera posible.
¿Qué obra ajena le habría gustado componer?
Sin ninguna duda: el Pelléas et Mélisande de Debussy.
¿A qué película le habría gustado poner música?
Creo que me lo pasaría en grande trabajando con alguien como Albert Serra.
Aparte de la música clásica, ¿qué otros estilos musicales le gusta escuchar?
Tengo que reconocer que, aparte de lo que llamamos música clásica, no conozco nada bien el resto de estilos más allá de lo que suena por aquí y por allá y que queramos o no todos acabamos escuchando.
¿Y cuál no soporta?
Creo que ninguna. Hay cosas que me gustan más o menos, evidentemente, pero llegar al punto de no soportar algo, de odiarlo… no he llegado nunca a eso, ¡gracias a Dios!
¿Qué le gusta para bailar?
Lo que te encuentras en cada sitio sin necesidad de plantearte ni qué es lo que estás escuchando.
¿Qué libro tiene en su mesilla de noche?
Dos, ahora mismo: una reciente traducción al catalán de Los anillos de Saturno, de W. G. Sebald (en una edición preciosa de Flâneur), y la poesía del trovador occitano Jaufré Rudel, del cual tengo que escoger unos fragmentos para una próxima obra para soprano y pequeño ensemble.
Si no se dedicara a la música, ¿qué le gustaría ser?
De niño me imaginaba siendo compositor o arquitecto.
¿Qué encargo no aceptaría jamás?
Hasta ahora he podido adaptar siempre mis necesidades creativas a los encargos que me han ido llegando.
¿A quién le daría el Premio Nacional de Música?
Hay dos personas que aprecio y que admiro que son sin duda merecedores del premio por la calidad de su obra: Raquel García Tomás, que lo ha recibido este año, y Ramon Humet. Aun así, no puedo dejar de decir que cuidamos bastante mal nuestro patrimonio musical y no está de más aprovechar la tribuna para recordar algunos nombres que merecerían sonar mucho pero que mucho más en las salas de conciertos. Por decir solo tres que me son muy queridos: Garreta, Gerhard y Guinjoan. Gran música.