Una araña en las sombras de la infancia

En este bellísimo cuento largo de Antonio Muñoz Molina, el azar construye un miedo de verdad, una amenaza, que cerca con su sequedad cruel la propia garganta del lector

Ilustración de María Rosa Aránega para 'El miedo de los niños', de Antonio Muñoz Molina.Seix Barral

Hay un momento de la lectura de El miedo de los niños, este bellísimo cuento largo de Antonio Muñoz Molina, en el que la infancia del lector se une a lo que ocurre como si de pronto lo que se cuenta fuera un sueño propio, o una realidad que aún no lo han desprendido ni el tiempo ni el olvido, que persiste como la imagen de una araña entre las sombras humildes de la infancia.

A ese niño que dibuja Muñoz ...

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Hay un momento de la lectura de El miedo de los niños, este bellísimo cuento largo de Antonio Muñoz Molina, en el que la infancia del lector se une a lo que ocurre como si de pronto lo que se cuenta fuera un sueño propio, o una realidad que aún no lo han desprendido ni el tiempo ni el olvido, que persiste como la imagen de una araña entre las sombras humildes de la infancia.

A ese niño que dibuja Muñoz Molina (con los dibujos de tanta melancolía de María Rosa Aránega) la naturaleza no le dio la capacidad de salir huyendo de los fantasmas, reales o irreales, que acechaban por las calles de leyendas oscuras de Mágina, y al lector le sucede igual: lee las distintas peripecias y en cada esquina está él tropezándose, como el muchacho, con sus propios recuerdos, con la misma pobreza de panadería humilde y de escuelas desconchadas.

Está para auxiliar al chico de ficción, Bernardo, un as de los boliches o las vidriogas, que así se llaman en Canarias a las canicas, el primo Esteban, que nunca lo abandona, pero la maldad lo rodea como una tenaza de miedo en la garganta. En ese núcleo preciso de la narración, cuando los juegos de la calle y de la casa y de los libros no son exactamente cuentos o sueños y la realidad es el miedo, Bernardo (y el lector) siente que el azar construye un miedo de verdad, una amenaza, que cerca con su sequedad cruel la propia garganta del lector.

Es en ese momento en el que El miedo de los niños ya no es solo un modo de contar el miedo, sino que es una herida de realidad en la infancia del que lee. Ahí está, en el cuento, pero en la realidad y en el miedo de los niños, ese hombre enorme con su punzón o sus manos grandes marcando la edad con una saña que ya no será aliviada nunca. Cuando cierras el libro sabes que Bernardo no está solo en la aventura.

EL MIEDO DE LOS NIÑOS

Autor: Antonio Muñoz Molina.


Ilustraciones: María Rosa Aránega.


Editorial: Seix Barral, 2020.


Formato: tapa blanda (111 páginas, 17,50 euros) y e-book (7,99 euros).



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