Ir al contenido

Milei regresa de Estados Unidos más cerca de Trump y con la promesa de un inédito rescate financiero

El presidente de Argentina conjura en solo tres días una grave crisis gracias al apoyo de la Casa Blanca

Cuando Javier Milei se asomaba al abismo no fueron “las fuerzas del cielo” quienes lo salvaron de la caída, sino la mano terrenal de Donald Trump. El presidente argentino viajó a Nueva York el martes para participar en la Asamblea General de la ONU y voló el jueves de regreso a Buenos Aires con la promesa de la Casa Blanca de un inédito rescate financiero. Fue mucho más de lo que había ido a buscar.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, dijo que Milei es el principal aliado regional de Estados Unidos, motivo suficiente para ofrecerle un swap (un intercambio de monedas) de 20.000 millones de dólares, una línea de crédito sin precisar y hasta la posibilidad de que Estados Unidos compre bonos de la deuda argentina. Detrás de semejante oferta está la intención de sostener con vida a la economía argentina al menos hasta octubre, cuando Milei pondrá a prueba su respaldo popular en elecciones legislativas nacionales.

Los últimos días han sido de vértigo en Argentina. A mediados de la semana pasada, ya era evidente que la Casa Rosada tenía perdida su batalla por sostener el tipo de cambio dentro de los valores comprometidos ante el Fondo Monetario Internacional (FMI). Los mercados le habían quitado su apoyo y, temerosos de la capacidad de pago de un banco central sin reservas, se apuraron a desprenderse de sus bonos argentinos.

El resultado fue una disparada del riesgo país —que mide la confianza de los inversores en un Estado— hasta los 1.500 puntos, una cifra que triplicaba la de enero pasado, sumado a un ataque especulativo contra el peso. El Gobierno tuvo que vender en solo tres días 1.100 millones de dólares para sostener la moneda, que ya había perdido 21% de su valor durante los últimos tres meses.

La respuesta de Milei a la semana negra fue de manual: la crisis era producto del miedo de los mercados a un regreso del peronismo al poder. La victoria de ese partido en las elecciones locales celebradas el 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires hizo temer un resultado semejante en las legislativas nacionales. Una derrota, advirtió Milei, desataría el caos del populismo y Argentina entraría en un callejón repleto de calamidades.

Tan creíble sonó que el dinero huyó en estampida y mostró, en cuestión de horas, la fragilidad del modelo de ajuste del ultraderechista: un Banco Central sin capacidad para acumular reservas, el peso sobrevaluado y un mercado sin circulante, todo en nombre del combate de la inflación.

Cuando todo parecía perdido, y la oposición, hasta ahora hundida en sus propias rencillas, celebraba con entusiasmo las desventuras del libertario, asomó la mano generosa de Donald Trump. El republicano recibió a Milei el martes en un aparte de la Asamblea General de la ONU y le dijo que lo consideraba “un líder verdaderamente fantástico y poderoso para el gran pueblo de Argentina”. Incluso le ofreció “un completo y total respaldo” para su “reelección como presidente”, pese a que faltan más de dos años para las generales.

Bessent convirtió al día siguiente en hechos las palabras de aliento del republicano. Milei devolvió el cumplido con un discurso ante la ONU donde felicitaba a Trump por su política migratoria y su “reestructuración sin precedentes del comercio internacional”, esto es, la guerra arancelaria que el republicano libra contra el mundo y que tiene a Argentina como víctima.

El argentino completó su agenda del día con una reunión con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. El Fondo le prestó en abril 20.000 millones de dólares a Milei y Georgieva celebró sin disimulo el salvavidas arrojado por Trump. Por la noche, el libertario se encontró otra vez con Bessent, quien esta vez le entregó el premio Ciudadano Global 2025 durante una gala del Atlantic Council. “Hacer lo correcto por más incómodo que sea es lo que hizo grandes a naciones. Eso es algo que mi amigo Donald Trump ha decidido apoyar”, insistió Milei.

Mientras tanto, los mercados celebraban las noticias que llegaban desde Nueva York. El riesgo país cayó desde el lunes desde el techo de los 1.500 puntos hasta los 900, un valor que todavía hace imposible a Argentina endeudarse, pero lo saca al menos del infierno y lo mete en el purgatorio. Los bonos de la deuda acompañaron la euforia y, ahora que Estados Unidos se ofrece como pagador de última instancia, se dispararon hasta 20% durante la semana.

Milei se despidió de Nueva York con un encuentro de 45 minutos con el premier de Israel, Benjamín Netanyahu, su segundo mayor aliado después de Trump. Argentina se ha alineado con Estados Unidos en su rechazo a las resoluciones críticas de Israel en la ONU y se niega rotundamente a considerar una masacre lo que sucede en Gaza.

Sobre la firma

Más información

Archivado En