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El Gobierno de Milei avala una campaña de censura contra libros con contenido sexual

La vicepresidenta argentina atacó la distribución en bibliotecas escolares de libros como “Cometierra”, de Dolores Reyes

Jóvenes en Buenos Aires, Argentina, el 23 de abril de 2024.
Jóvenes en Buenos Aires, Argentina, el 23 de abril de 2024.Santiago Oroz (Getty Images)

El Gobierno de Javier Milei y organizaciones conservadoras vinculadas a sus seguidores de ultraderecha impulsan que una serie de obras literarias que incluyen descripciones de relaciones sexuales sea retirada de las bibliotecas escolares de Buenos Aires. La obra más señalada es Cometierra, la novela de Dolores Reyes que denuncia los feminicidios. La vicepresidenta de Argentina, Victoria Villarruel, atacó lo que definió como “degradación e inmoralidad” en los textos y reclamó: “¡Dejen de sexualizar a nuestros chicos, saquen de las aulas a los que promueven estas agendas nefastas!”. La gobernación bonaerense defendió la distribución de los libros en las escuelas secundarias y aseguró que el Ejecutivo nacional busca eliminar la Educación Sexual Integral.

Hace diez días, medios de comunicación locales difundieron que grupos de padres habían presentado quejas en escuelas de la provincia de Buenos Aires por los libros incluidos en el programa Identidades Bonaerenses, que incluye un centenar de títulos y se distribuye desde hace un año. Los cuestionamientos apuntaban en particular contra la obra de Dolores Reyes y también contra Las aventuras de la China Iron, de Gabriela Cabezón Cámara; Las primas, de Aurora Venturini; y Si no fueras tan niña, de Sol Fantin.

“Los bonaerenses no merecen la degradación e inmoralidad que Axel Kicillof les ofrece. Existen límites que nunca deben pasarse”, señaló la vicepresidenta Villarruel, el pasado jueves 7, en sus redes sociales. Su mensaje cargó contra el gobernador peronista de Buenos Aires, opositor de la Administración encabezada por Milei. “¡Respeten la inocencia de los niños! ¡¡Con los chicos no!!”, expresó y acompañó sus palabras con dos citas que atribuyó erróneamente a Cometierra. “Apoyó el hueco de su concha en la punta de la mía y empezó a moverse adelante y atrás”, dice la primera cita, tomada de Las aventuras de la China Iron. “Sacó su pija del bóxer y me la acercó a la boca”, dice la segunda, sí proveniente del libro de Dolores Reyes.

El presidente Milei no se refirió directamente al asunto, aunque sí republicó mensajes de sus seguidores atacando los libros distribuidos por la gobernación bonaerense.

Una organización civil dedicada a “defender el bienestar integral de los niños, las niñas y los adolescentes”, la Fundación Natalio Morelli, vinculada con legisladores oficialistas de La Libertad Avanza, se presentó ante la Justicia y denunció penalmente al director de Cultura y Educación bonaerense, Alberto Sileoni, por el reparto en escuelas de textos con “contenido sexual explícito”. “Es una degeneración que este tipo de libros estén en las bibliotecas escolares”, argumentó la presidenta de la fundación, Bárbara Morelli, en diálogo con Radio Mitre. Pese a que no son textos de lectura obligatoria, consideró que su mera disponibilidad en las escuelas implica un riesgo para los estudiantes.

La denuncia judicial solicita que se detenga la distribución de los libros y se secuestren los ejemplares de las bibliotecas, hasta que se determine su impacto en los alumnos.

“Son libros para las bibliotecas. Consideramos que son herramientas para los docentes y los bibliotecarios. No se obliga a los estudiantes a leerlos”, explicó Sileoni, entrevistado por diversos medios de comunicación. También sostuvo que “los libros incluyen una guía detallada” de lectura, con edades sugeridas según los temas abordados. El funcionario advirtió que la avanzada del Gobierno nacional apunta contra la Educación Sexual Integral, establecida por ley desde 2006 en el país.

En respuesta al ataque contra la presencia de los libros en escuelas, educadores y escritores difundieron una declaración de apoyo al programa Identidades Bonaerenses. Bajo el título “En defensa del derecho a leer”, plantearon que la colección abarca “tanto títulos clásicos de la literatura nacional como otros absolutamente novedosos de autores jóvenes”, un conjunto de libros de narrativa, poesía, novela gráfica, teatro, ensayo y comunicación de la ciencia que ponen “en el centro de la escena la diversidad de voces, imágenes, temáticas, problemas, condiciones de vida, que atraviesan a la Provincia de Buenos Aires desde la perspectiva de quienes la narraron, la investigaron, la evocaron y la imaginaron”.

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