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Un mes sin respuestas por la desaparición de la argentina Cecilia Strzyzowski

Los fiscales sostienen que esa mujer de 28 años fue asesinada por su pareja en la casa de sus suegros, socios del poder provincial de Chaco

Gloria Romero encabeza una manifestación en Resistencia para exigir justicia por el supuesto feminicidio de su hija, Cecilia Strzyzowski, desaparecida desde el 2 de junio.
Gloria Romero encabeza una manifestación en Resistencia para exigir justicia por el supuesto feminicidio de su hija, Cecilia Strzyzowski, desaparecida desde el 2 de junio.PABLO CAPRARULO (AFP)

El río Tragadero, en el norte de Argentina, debe su nombre a que “traga las cosas y las personas”, escribe Mariano Quirós en su premiada novela Una casa junto al Tragadero. Los fiscales que investigan el supuesto feminicidio de Cecilia Strzyzowski, de 28 años, sospechan que César Sena y sus padres, socios del poder provincial de Chaco, asesinaron hace un mes a Strzyzowski e intentaron hacer desaparecer su cuerpo en ese río barroso.

Días atrás, la Policía halló restos óseos en el Tragadero, en el lugar indicado por uno de los colaboradores más estrechos de los Sena, acusado de encubrir el feminicidio. Los huesos habían sido triturados y quemados antes de ser arrojados en bolsas al río, pero los peritos forenses lograron determinar que son humanos y pertenecen a una persona adulta. Los expertos intentan extraer de ellos alguna muestra de ADN que confirme o desmienta la hipótesis de los investigadores.

El pasado 1 de junio, Strzyzowski salió de casa de su abuela con una maleta de ruedas y una mochila rosa. La pasó a buscar en coche su pareja, César Sena, con quien planeaba volar a Buenos Aires y después a Ushuaia, en el extremo sur del país, donde creía que la esperaba una oportunidad laboral. Pero ese viaje nunca se concretó. Strzyzowski fue vista con vida por última vez al día siguiente, el 2 de junio. Según las imágenes de las cámaras de seguridad, a las 9.15 de la mañana entró en casa de sus suegros, Emerenciano Sena y Marcela Acuña. Nunca volvió a salir. Los fiscales sospechan que fue asesinada en esa casa cerca del mediodía, pero intentan esclarecer quién fue el autor material del crimen y cómo lo llevó a cabo. Creen que el móvil fue económico.

“La hipótesis principal con la que trabajamos es que hubo una premeditación de sacar a Cecilia de su contexto familiar con la idea de prometerle un viaje y de ofrecerle un trabajo con radicación en Ushuaia”, declaró el fiscal Jorge Cáceres Olivera a la emisora Radio con Vos. “Un viaje del que no existían pasajes, que no existía un trabajo fijado para empezar a prestar servicio en Ushuaia, no tenían un domicilio como se le estaba prometiendo, así que nos da la pauta de la participación activa de los padres de César”, amplió el integrante del Equipo Fiscal Especial a cargo del caso.

Los investigadores sospechan que los Sena sacaron el cadáver de Strzyzowski envuelto en una manta y lo trasladaron hasta el campo de 28 hectáreas que poseen a la vera del río Tragadero. Allí lo habrían troceado y lanzado a un fuego que fue alimentado durante al menos 72 horas para borrar cualquier posibilidad de identificación posterior.

“De un hueso calcinado es imposible obtener ADN. Está ya blanco, lo tocas y se deshace”, aseguran fuentes forenses consultadas. “De hueso carbonizado sí es posible obtenerlo”, diferencian. Si logran rescatar alguna muestra genética, la cotejarán con las de la familia de Strzyzowski. Los resultados estarían disponibles en un mes.

Para la madre de Strzyzowski, Gloria Romero, los Sena estaban convencidos de que contaban con la protección necesaria para perpetrar el crimen y que quedase impune. Se basa en la cercanía entre Emerenciano Sena, uno de los líderes sociales más conocidos de Resistencia, y el gobernador chaqueño, el peronista Jorge Capitanich. El gobernador, que aspira a un cuarto mandato en las elecciones del próximo 17 de septiembre, fue padrino de boda de Acuña y Emerenciano Sena y los había incluido en las listas electorales del peronismo. Fueron excluidos cuando se convirtieron en los principales sospechosos tras la desaparición.

Investigación patrimonial

El hallazgo de seis millones de pesos en efectivo (unos 22.000 dólares) en la casa de los Sena durante uno de los allanamientos por la causa hizo que la Justicia abriese una investigación paralela sobre su fortuna. ¿Cómo es posible que líderes sociales de una de las capitales provinciales más pobres de Argentina tengan hectáreas de campo, camionetas y dinero en efectivo?

La relación de Emerenciano Sena con el poder es de larga data, previa a la llegada de Capitanich a la gobernación, en 2007. El campo de 28 hectáreas fue entregado a Emerenciano Sena en 2005, durante la gestión del entonces gobernador radical Roy Nikisch, hoy candidato de nuevo al cargo. En 2013, ya con el peronismo consolidado en el poder, las tierras quedaron legalmente a nombre de los Sena y los tentáculos de la fundación se expandieron gracias al flujo de millonarios fondos públicos. Emerenciano Sena bautizó un barrio con su nombre y según medios locales, sólo en los primeros cinco meses de 2023 la fundación recibió 141 millones de pesos (algo más de medio millón de dólares) por parte del gobierno chaqueño.

Los estrechos vínculos entre los Sena y Capitanich fueron una de las claves para explicar la sorpresiva derrota del peronismo en las primarias celebradas dos semanas atrás. En el último mes se han celebrado multitudinarias manifestaciones en Resistencia para exigir la aparición de Strzyzowski y que se haga justicia.

El caso de Strzyzowski recuerda al del feminicidio de María Soledad Morales, en 1990. Morales tenía 17 años cuando fue drogada y violada hasta su muerte por jóvenes con importantes vínculos con el poder de la provincia de Catamarca. Su asesinato provocó en ese momento una enorme indignación que contribuyó al ocaso de los Saadi en esa provincia del norte del país.

El de Morales, atribuido a hijos del poder provincial, y el de Strzyzowski, a socios del poder, están entre los feminicidios con mayor repercusión mediática de Argentina. En promedio, una mujer es asesinada cada 31 horas en este país sudamericano, pero muchos casos no toman relevancia pública. El año pasado las víctimas de feminicidios fueron 226, según datos de la Corte Suprema de Argentina.

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