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¿Qué secretos guarda el bosque durante la noche?

El bosque no es el mismo de día que de noche. El desierto, la selva y la montaña, tampoco. El lenguaje de la naturaleza tiene sus propios códigos y éstos siempre están en constante cambio. Si aún no decides qué iluminación es la mejor en tu próxima aventura, esto es para ti

Imagen: Krairerk Klaysikaew/EyeEm/Getty Images)
Imagen: Krairerk Klaysikaew/EyeEm/Getty Images)
Ricardo Pineda

Para ciertas personas, las aventuras exteriores suelen ser mucho más seguras, plenas y disfrutables durante el día. Pero para quienes optan por la penumbra, los regalos que la flora y la fauna de un bosque nos puede brindar, el cielo estrellado del desierto, o la experiencia de ir en ascenso en una montaña a mitad de la noche sencillamente no tiene punto de comparación.

Uno de los aspectos más fascinantes de la relación con la naturaleza, independientemente de si practicamos hiking, trekking, montañismo, acampada, downhill u otra actividad en exteriores durante el día o la noche, la activación de nuestros sentidos de una forma distintiva o peculiar es uno de los grandes regalos que sólo el outdoors puede brindar. Para Antonio Márquez García, cofundador de Voortus, proyecto sustentable de experiencias exteriores alrededor del intercambio humano-naturaleza, además de los beneficios a nuestro sistema inmune o la paz mental que estas experiencias pueden darnos, la relación de nuestros sentidos con el entorno, llámese el aroma frente a los pinos o el contacto visual frente a los imponentes paisajes, es algo único y trascendente.

En el caso del montañismo, apunta Jesús Rivera, guía alpinista con más de diez años de experiencia, existe un cambio radical entre hacer un ascenso de día o de noche, “ya que el clima se torna más radical después del mediodía, se juntan nubes, corrientes de aire, vientos. Alta montaña (más de 3 mil metros de altura) por la tarde se torna muy complicado, por lo que usualmente hacemos el ascenso cerca de la media noche, contemplando de seis a nueve horas, estar en cumbre al amanecer y dedicar el resto de la mañana al descenso”.

(Imagen: Mint Images/Getty Images)
(Imagen: Mint Images/Getty Images)

Observar, reflexionar y aprender

Pese a que las actividades que comanda José González, fundador de Latino Outdoors, se hacen durante el día por motivos de costumbre, amplitud de público y versatilidad, la noche en los entornos naturales es única y poderosa, por decir lo menos. “Pese a que prefiero el hiking de día, me ha tocado hacer varias caminatas de noche y es maravilloso; el cielo nocturno nos ofrece una vista completamente distinta, especialmente si venimos de una ciudad, donde el espectro astronómico es limitado. Cuando estás de noche en un cielo de un desierto o un bosque, las estrellas pueden ser algo verdaderamente revelador, pero también apreciar el contraste cuando la vida nocturna sale. Pero ambos lados (el día y la noche) tienen sus formas de disfrutarlos”.

Por otro lado, las revelaciones del día o la noche en entornos naturales forman parte de un “todo” completo que nos debe encontrar atentos y respetuosos, dispuestos a apreciar la vida silvestre sin importar las condiciones climatológicas o geográficas, incluso con una actitud que escape un poco de la idea generalizada de turismo, para que la experiencia sea mucho más completa y memorable. Esto lo afirma Jorge Olvera, fundador del proyecto internacional en torno a la aventura outdoors con enfoque social World Lineage, para quien el día y la noche son el ying y el yang.

“En las montañas, durante la noche, cuando caminas para hacer cumbre durante la noche, para mí es la mejor terapia. Vas con tu cansancio y vas liberando, con el frío y las condiciones climatológicas, es un trabajo mental. En otros entornos, cuando duermes y escuchas a los animales, apuntas con tu lámpara y ves ojos o animales pastando. Las noches de tormenta en la selva, en la playa o en el bosque son totalmente distintas entre sí, al igual que las estrellas y la relación con el entorno.

(Imagen: Jordan Siemens/Getty Images)
(Imagen: Jordan Siemens/Getty Images)

“La noche siempre va a ser más un espacio de reflexión, porque por la mañana está todo vivo. Pero no habría que limitarse a esta dicotomía, porque además están los momentos de transición, los cambios, de noche a día y de día a noche, en donde suceden también cosas maravillosas. En algunas partes del mundo, para la gente las siete de la mañana es la una, y esto va de acuerdo a su percepción de la salida del sol y de la vida silvestre”, apunta Jorge Olvera, quien concluye que cuando uno decide ir y se entrega a las actividades outdoors, independientemente del día o la noche, existe otro tipo de conexión astrológica, con los rayos o la fuerza de la lluvia que genera vida. Se es también parte de la naturaleza.

Sobre la firma

Ricardo Pineda
Es branded content analyst para El PAÍS México. Periodista, locutor y especialista en contenidos y estrategias digitales. Trabajó en Forbes México, El Financiero, Radio UNAM e Infosel Financiero. Ha colaborado también como columnista sobre temas culturales en diversos medios locales. Es egresado de la UNAM y actualmente vive en Ciudad de México.
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