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Descansar mejor cuando vas de acampada es posible

Ruidos extraños, clima extremo y superficies incómodas. Pese a que las aventuras exteriores ganan cada vez más adeptos, hay quienes todavía relacionan acampar con desvelo, dolores y cansancio. No obstante, los expertos nos dicen lo contrario

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Ricardo Pineda

Contrario a lo que algunas personas piensan, para los amantes del senderismo, el montañismo o las aventuras en exteriores, descansar bien es posible y disfrutable, además de albergar en sí misma una experiencia emocionante y llena de cosas maravillosas, algo que actualmente puede reflejarse en una creciente tendencia mundial, la cual invita cada vez más a recorrer y conocer mejor los paisajes locales.

Tras la complejidad y dificultad de los años recientes, perseguir momentos únicos y memorables en la naturaleza norteamericana se ha traducido también en un completo entramado de actividades y salidas recurrentes, las cuales han registrado un especial repunte durante el último año. De acuerdo con un estudio de la casa de análisis de datos y estudios de mercado Skift Research, desde abril de 2020 las excursiones en exteriores en Estados Unidos, sobre todo aquellas que implican tomar carretera o visitar paisajes naturales cerca de casa o a las afueras de las ciudades, han movilizado e incentivado a poco más de un tercio de la población estadounidense.

Este boom, nos cuenta Antonio Márquez García, cofundador de Voortus, proyecto sustentable de experiencias exteriores alrededor del gampling (acampar en exteriores y el confort), la meditación, la gastronomía, así como el intercambio humano-naturaleza, forma parte también de un despertar a los beneficios y aspectos positivos que la aventura exterior trae a nuestras vidas.

“En un libro que leí recientemente, una reportera hacía la analogía de que actualmente estamos un poco como en la década de los 80, en donde no era común este boom que ahora vivimos en torno a la importancia del ejercicio, el wellness, el fitness y la ciencia comenzaba a descubrir esos beneficios para la salud. Hoy hay muchas más personas con algo de ropa de ejercicio y chamarras para exteriores, pero apenas estamos profundizando en ello. En Japón, por ejemplo, está la tendencia del Shinrin Yoku, de los baños forestales, en donde te recetan ir al bosque por rutas especiales en parques nacionales, dedicadas exclusivamente para bajar los niveles de cortisol y atacar así la ansiedad, entre otras cosas”, abunda Antonio.

(Foto: Suchart Kuathan/Getty Images).
(Foto: Suchart Kuathan/Getty Images).

Sin embargo, ni la belleza exuberante de la Reserva del Parque Estatal Minnewaska de Nueva York, los enigmáticos sonidos del desierto de Nuevo México o los imponentes cielos estrellados de los parques naturales de Texas, por mencionar sólo algunos ejemplos, son razones de peso para convencer a los más escépticos, aquellas personas escépticas que parecen defender una suerte de consenso no escrito para no salir de su hogar bajo una máxima importante e imponente: se duerme mal.

Durante la edad adulta, y especialmente para quienes las comodidades de una cama suave, un espacio libre de ruidos o una cálida cobija son esenciales innegociables para un sueño reparador, probar aventuras en exteriores suena a algo que rebasa el simple insomnio o los piquetes de mosquitos por un par de noches.

Y es cierto que descansar bien es, a nivel mental y fisiológico, una necesidad vital relacionada de forma estrecha con los niveles vitales de salud, el buen humor, la energía para nuestro día a día, así como el óptimo funcionamiento de todo nuestro organismo. No obstante, y pese a que dormir en la naturaleza pudiera representar cierto desafío inminente, descansar en óptimas condiciones en la intemperie, así sea en el Parque Nacional Grand Teton de Wyoming o en las majestuosas areniscas rojas de Arch Rock, Nevada, de acuerdo con los expertos dormir bien es deseable y siempre realizable.

(Foto: Gary John Norman/Getty Images)
(Foto: Gary John Norman/Getty Images)

De los curiosos aventureros a los amateurs apasionados, pasando por los guías expertos y los conocedores del lenguaje de la naturaleza, dormir y descansar con una calidad superior en ambientes exteriores es sencillo, siempre y cuando tomemos en cuenta cinco áreas estratégicas a considerar. Toma nota.

1. Trabaja con el entorno. Hay una máxima montañista que suele decir “la misma montaña nunca es la misma”. En exteriores, el clima y la geografía cambian de forma abrupta, por lo que los más experimentados nos recomiendan siempre consultar previamente el terreno al que nos enfrentemos, así como la intención con la que vayamos, ya que de ello dependerá mucho el equipo requerido para descansar.

En este sentido, Francisco Zárate, montañista amateur de 33 años y quien lleva más de diez años este tipo de actividades, nos pone de ejemplo la importancia de tener la bolsa de dormir correcta: “Dependiendo del lugar al que vayas puedes encontrar un sleeping bag genérico, que funciona en playa pero no para el bosque. También los hay de media y alta montaña, ya que la segunda representa temperaturas más bajas y terrenos distintos”.

Bosque y media montaña pueden parecer similares, al igual que ir de camping o sólo a caminar y volver el mismo día, pero cada propósito y geografía nos solicita un equipo especial para poder descansar de forma plena.

2. Procura temperatura y comodidad. En exteriores es común que el clima cambie no sólo de forma más brusca o inclemente que en la ciudad con las estaciones, sino incluso de un momento a otro, lo cual demandará materiales impermeables o acciones particulares. Consultar el estado del clima previo a nuestra aventura nos marcará la pauta.

De acuerdo con las reseñas y recomendaciones de los usuarios del sitio The Dyrt, uno de los mapas y agregadores de información de utilidad para los campistas y aventureros mejor rankeados de Estados Unidos, el procurar la ventilación en la casa de campaña evitará en cualquier momento que ésta se llene con nuestra temperatura, dejando humedad incómoda.

De igual forma, Francisco Zárate recomienda siempre limpiar el área del terreno en donde vamos a dormir, evitando estar bajo un árbol, un risco u otro riesgo latente derivado del entorno, así como procurar una manta o intermediario entre nuestro sleeping bag y el piso de la casa de campaña, ya que “independientemente que limpies la superficie en donde dormirás, el frío llega a transmitirse, por lo que yo recomiendo un tapete de yoga, una colchoneta delgada, o incluso un colchón para montaña o hule espuma funcionan”, explica.

¿Necesitas recostar tu cabeza? Podrías enrollar algo de ropa y llamarlo almohada, pero una almohada para acampar agrega un nivel de comodidad extra que vale la pena, especialmente si vas a acampar en tu auto o en donde el espacio no es un problema.

(Foto: Ashley-Belle Burns/Getty Images)
(Foto: Ashley-Belle Burns/Getty Images)

3. Prepara tus sentidos. Es normal, las hojas crujen, el viento sopla y los insectos ensayan su sinfonía nocturna. Si no eres alguien habituado a los ruidos del bosque, el desierto o la montaña, dormir en la naturaleza puede dificultar el sueño. En este sentido se recomienda mucho un antifaz para dormir, quizás algunas gomitas de melatonina, así como evitar tomar cantidades excesivas de dulces o líquidos al menos una hora antes de ir a dormir.

Se busca conseguir lo contrario a estar en estado de alerta, distracción o pensamiento constante, por lo que relajarse y preparar el cuerpo es importante.

Un consejo adicional de los amantes del exterior para descansar mejor son los tapones para los oídos, los cuales aíslan perfectamente el ruido o los sonidos que no te dejan dormir. Sin embargo, esto puede hacer que te pierdas buena parte del encanto de estar en el exterior durante la noche, que como también añade Antonio Márquez de Voortus, escuchar forma los sonidos de la naturaleza forma parte vital de una “experiencia sensorial completa, que junto con los aromas de los pinos o ciertas hierbas se detona también cierto grado de paz mental”.

4. Mantén los rituales. Esto va ligado también con lo anterior. La higiene del sueño, es decir preparar nuestro cuerpo para dormir al apagar la luz, ponernos la pijama, lavarse los dientes, cerrar puertas y alejar pantallas una hora antes de ir a la cama, ayuda también a un nivel mental, en donde nuestro organismo, acostumbrado a las rutinas y las actividades recurrentes, recibe de alguna forma “la orden” o notificación de que ya vamos descansar. Repetir estos rituales a la hora de acampar y dormir en la naturaleza también serán de mucha ayuda.

5. Prevención y protección. Así como un equipo adecuado como un calzado especial o una chamarra ligera pero abrigadora hacen la diferencia, el tomar nuestras precauciones a la hora de dormir nos garantizará un descanso de calidad libre de riesgos.

Evitar dejar comida cerca o incluso cambiarse de ropa si se cocinó previamente, nos puede evitar un encuentro no deseado con invitados de otra especie, así como un repelente de mosquitos siempre será necesario. De igual forma, tener las botas o pantuflas cerca de nuestro sleeping bag, por si tenemos que pararnos a evacuar durante la noche, nos ahorrará tiempo y molestias que pueden alterar el sueño.

Al final, si bien es cierto que con práctica y el equipo adecuado podemos obtener un descanso pleno en exteriores, la experiencia de lo natural, los cielos estrellados y los paisajes más imponentes, según nuestros expertos, lo compensa todo con creces.

Sobre la firma

Ricardo Pineda
Es branded content analyst para El PAÍS México. Periodista, locutor y especialista en contenidos y estrategias digitales. Trabajó en Forbes México, El Financiero, Radio UNAM e Infosel Financiero. Ha colaborado también como columnista sobre temas culturales en diversos medios locales. Es egresado de la UNAM y actualmente vive en Ciudad de México.
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