El pódcast de divulgación científica de niños para niños

Zoë, Eva y Martín dirigen El Microscopio. Invitan a expertos para responder sus preguntas, y las de otros niños, sobre medio ambiente, anatomía, biología y más

Vicky Flechas e Ivania Cerón, acompañadas de Zoe Crawford Flechas, Eva Crawford Flechas y Martín Moreno Cerón, en Bogotá.ANDRÉS GALEANO

¿Por qué cantan las ranas? Si la tierra gira ¿por qué no nos mareamos? ¿Qué son los pedos? Preguntas que muchas personas se han hecho en algún momento de su vida, probablemente durante su niñez, con la curiosidad insaciable de la edad que conoce popularmente como la etapa del porqué. Esa oleada de inquietudes que encuentra en sus primeros receptores a los padres y profesores, que no siempre tienen respuestas. Con la misión de saciar esa curiosidad en 2022 nació El Microscopio, un pódcast dirigido por Zoë, de 11 años, Martín, de 10, y Eva, de 7, quienes junto a sus madres científicas y otras expertas responden pedagógicamente las dudas. El proyecto ya completa su tercera temporada y se puede escuchar en Spotify.

“No hay pregunta pequeña” es la premisa del programa y de dónde surgió su nombre. Para Vicky Flechas, doctora en herpetología, e Ivania Cerón, doctora en evolución biológica, y sobre todo madres de Zoë, Eva y Martín, resultaba fundamental que nadie se sintiera subestimado por presentar sus dudas, y que el pódcast fuera la puerta de muchos para engancharse a investigar más sobre diversas áreas de la ciencia. Las dos mujeres son colegas y amigas desde hace años, pero fue cuando coincidieron en la maternidad que notaron que sus hijos, de edades similares, se hacían preguntas todo el tiempo, y que ellas no daban abasto para colmar tanta curiosidad.

Ese fue el punto de partida para echar a andar un proyecto que fuese hecho con y para los niños —también para algunos adultos curiosos que se cuelan y envían sus preguntas. El Microscopio ha sido autogestionado y artesanal, porque ni Vicky ni Ivania sabían cómo grabar un pódcast. Así, que inicialmente echaron mano de tutoriales para editar y grabar, siempre con una misión. “Creemos que de alguna forma esto contribuye a que tengan una voz y que tengan un criterio”, cuenta Ivania.

Cuando El Microscopio fue cogiendo impulso, buscaron alguien con más experiencia en podcasts para que las ayudara. Allí apareció Gabriela Supelano, una periodista especializada en productos sonoros que llegó para potenciar la parte técnica. Fue ella quien se dedicó a buscar un nombre que reflejara la intención del proyecto, ideó la forma de incluirles a todos en el diseño visual y sonoro. Lo consiguió. En capítulos de 8 a 10 minutos, El Microscopio presenta una multiplicidad de voces y el logo que les identifica es una versión de uno de Zoë, que un diseñador pulió.

CORTESÍA

La primera pregunta que pasó bajo El Microscopio fue: “¿Por qué cantan las ranas?”, y de ahí en adelante han solucionado casi una veintena. Gracias a ese éxito, la idea de Ivania y Vicky es que el programa sea una plataforma de voces invisibilizadas en la ciencia y en los pódcast, como las mujeres y la población LGBTIQ+. De acuerdo con datos de UNESCO, en América Latina, solo 3 de cada 10 estudiantes de carreras relacionadas con la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas son mujeres. En un estudio de 2021, la plataforma de pódcast, Ivoox, reveló que el 60% de los programas eran creados por hombres.

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En el caso de las infancias, el problema radica en que su criterio no suele ser legitimado, el adultocentrismo domina la mayoría de las áreas de la vida. Ivania y Vicky querían luchar contra eso. “Estamos diciéndole que como niños, niñas, niñes, pregunten y se hagan escuchar porque su voz es importante”, afirma Ivania. “Queremos mostrarles que todos somos capaces y que todas las preguntas que hacemos son válidas”, agrega Vicky.

De acuerdo con las estadísticas de la plataforma Spotify, El Microscopio es escuchado por personas de todas las edades, con un pico entre los 35 a 44 años. Aunque además aparecen oyentes de 0 a 17 años y también de más de 60 años, lo que acerca aún más a sus creadoras a su sueño: ser un podcast para toda la familia. En cuanto al género, más del 60% de los oyentes son mujeres, y registran un pequeño 0,8% de oyentes abiertamente no binarios. “Veo eso como algo muy bonito porque hemos hecho un esfuerzo de que el proyecto sea diverso e inclusivo, entonces es chévere que si llegue a estas personas”, sostiene Ivania.

Sus hijas también parecen estar a gusto con el programa y aseguran haber aprendido mucho. “Me parece chévere que los niños podamos aprender sobre cosas que muchas personas no saben. Es gratis y también le sirve a los adultos”, dice Zoë. También habla del papel de las científicas. “La mayoría de respuestas nos las han dado mujeres y eso sirve para mostrar que también tenemos un rol en este mundo”, explica.

Su hermana, más joven y tímida, habla poco, pero asegura que quiere seguir locutando en el programa. Las dos cuentan que compañeros de su colegio escuchan el programa y se han unido a la comunidad de El Microscopio enviando sus preguntas. Martín, quien se define como no binarie, es más expresive sobre su experiencia en el podcast: “Es una combinación entre estar feliz y estresarse por contestar cosas que no sabes. Creo que es una buena experiencia”, reflexiona.

Máscaras elaboradas por Zoe Crawford, una de las niñas participantes de El Microscopio.ANDRÉS GALEANO

Pero el aprendizaje no ha sido solo para los niños. Las adultas del equipo han aprendido sobre economía y medio ambiente, entre otras cosas. El programa les ha permitido conocer mujeres expertas en muchísimas áreas del conocimiento y crear una red enorme de divulgación. Dicen, han desmitificado la idea de que la ciencia es solo para algunas personas con capacidades excepcionales. A la par, han creado una experiencia para compartir en familia.

A medida que el pódcast adquiere más visibilidad, se enfrentan al reto de compaginar la idea, autofinanciada, con sus trabajos diarios remunerados. Para ello, han optado por impulsar colectas y han afinado su metodología de producción. Gabriela ha sido clave. Las instó a comprar micrófonos y ahora es ella quien edita y mezcla los audios y trabajan cada una desde su casa, aunque la primera temporada sí se grabó en un estudio. Bajo esa metodología han venido trabajando en una cuarta temporada que, por ahora, está en una breve pausa pues hace algunos meses fue Gabriela quien se convirtió en madre. Para finales de 2024 esperan lanzar la cuarta temporada, que todos esperan que venga con más potencia. Esta vez con un nuevo integrante, y seguro, nuevas preguntas.

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