El exdirector de Departamento Nacional de Planeación arremete contra Petro

Jorgé Ivan González escribe, en su primera columna tras la salida del cargo, que “hay una brecha insoluble” entre el discurso del presidente y su comprensión de la realidad para llevarlo a la práctica

Jorge Iván González, en Bogotá, el 15 de febrero de 2023.Juan Felipe Rubio

Dos semanas después de su salida de la dirección del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Jorge Ivan González ha explicado este viernes, en una columna publicada por el diario La República, las razones detrás de ella. Y ha sido duro con quien hasta fines de enero era su jefe, el...

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Dos semanas después de su salida de la dirección del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Jorge Ivan González ha explicado este viernes, en una columna publicada por el diario La República, las razones detrás de ella. Y ha sido duro con quien hasta fines de enero era su jefe, el presidente Gustavo Petro. “El discurso del programa de gobierno del presidente Petro es intrínsecamente válido”, hasta “transformador”, escribe en la columna titulada Facticidad y Validez, el título de uno de los libros del alemán Jürgen Habermas, uno de los filósofos favoritos del presidente izquierdista. Sin embargo, González argumenta que debido a “las numerosas limitaciones institucionales, sociales, económicas, jurídicas y políticas”, el presidente no ha podido llevar a la práctica su discurso. Es más, según González, cuando los hechos no encajan con él, “el gobernante cae en la tentación de negarlos”.

“Todos los discursos son retóricos”, afirma González que dice Aristóteles. El problema con el de Petro, agrega a continuación el economista y fogueado profesor de la Universidad Nacional conocido como El Sabio, es que no es realista. “Entre la validez del discurso y la facticidad de la planeación hay una brecha insoluble, que es profundamente dolorosa”, declara. El presidente propone cambios “que en Colombia son revolucionarios”. Pero está tan atrapado en “la absolutización de la bondad del discurso”, alega González, que desconoce la manera de llevarlos a la práctica.

El académico explica que esa brecha entre soluciones realistas y discurso ―entre factibilidad y validez-―“no se pudo resolver” durante año y medio en el Gobierno. “El conflicto se volvió insalvable”, dice. “Quizás allí radique el motivo último que hizo inviable mi continuidad en la dirección del Departamento Nacional de Planeación”, remata.

Petro designó a González en la cabeza del DNP desde el inicio de su mandato, con la misión fundamental que tiene ese cargo de elaborar el Plan Nacional de Desarrollo, la carta de navegación cuatrienal del país, en la que se aterrizan justamente las prioridades del discurso presidencial. Filósofo de la Universidad Javeriana, magíster en economía de la Universidad de los Andes y doctor en economía de la Universidad de Lovaina, en Bélgica, El Sabio había dedicado toda su vida a la academia. “Este es el primer cargo público que tengo”, aseguró en febrero 2023 en entrevista con EL PAÍS.

Desde los primeros meses empezaron las tensiones con el presidente. A finales de febrero de 2023, fue uno de los cuatro miembros del Gabinete que firmaron una carta con críticas a la polémica reforma a la salud, justo cuando el Ejecutivo preparaba el proyecto final de la que era su mayor apuesta legislativa. La carta, de 17 páginas, llevaba también rúbricas de los entonces ministros de Educación, Alejandro Gaviria; Agricultura, Cecilia López; y Hacienda, José Antonio Ocampo. El exdirector del DNP fue el único que sobrevivió a la disputa: el 28 de febrero de 2023 Petro sacó a Gaviria, y en abril cambió 7 de sus 19 ministros, incluyendo a López y Ocampo.

No fue hasta un año después de la carta que Petro le pidió la renuncia a González. La salida ya no estuvo atravesada por las críticas a la reforma a la salud, que ha tenido un paso difícil y lento por el Congreso, sino por las decisiones presidenciales sobre el presupuesto de inversión para 2024. Petro pidió modificar el decreto anual que define el destino exacto de esos recursos para dejar libres 13 billones de pesos; alrededor del 13% del monto total. La decisión incumplía, según los expertos, las exigencias legales del presupuesto y prendió alarmas entre inversionistas y financiadores del centenar de proyectos a los que se debían destinar ese dinero, entre los que se distinguía la primera línea del metro de Bogotá. Ya con González fuera del gabinete, el Gobierno este jueves emitió un nuevo decreto corrigiendo el yerro.

Otros antiguos altos funcionarios de Petro han hecho críticas luego de salir del Gobierno. Gaviria, el exministro de Educación, ha reprochado en varias ocasiones la gestión del Ejecutivo. En marzo pasado, pocos días después de su salida, dijo a este diario que en el Gobierno había una “tensión entre la tecnocracia, los mandos medios de los ministerios, y el presidente, que es un visionario que ve los temas desde muy arriba”. En octubre, en referencia a un artículo de El Espectador sobre la falta de recursos en las clínicas y los hospitales, trinó palabras más parecidas a las de González: “No existe ni siquiera un borrador de la transición que quieren llevar a cabo. Solo la reiteración de un discurso y la manifestación de una voluntad de cambio. Voluntad y teatro como sustitutos de la tarea de gobernar”.

Cecilia López, exministra de Agricultura, también ha criticado la capacidad de gestión de Petro. Fue contundente en entrevista con este periódico en junio de 2023, dos meses después de su salida del Gobierno. “Al presidente le cuesta trabajo entender que él puede iniciar procesos de cambio, pero no cambiar todo el país. Se lo dije en todos los tonos posibles, pero le entró una desesperación porque subestimó que los procesos se demoran”, dijo.

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