El falso príncipe árabe que casi reina en Medellín y que está detenido en Estados Unidos por intento de homicidio
Fereidoun Khalilian se instaló en la capital antioqueña a finales de 2021. Casi dos años después, ‘El Armadillo’ ha revelado cómo empresarios y funcionarios le abrieron las puertas sin darse cuenta de su historial de delitos
Daniel Quintero se encontraba comiendo en un restaurante de moda de Medellín cuando se le acercaron los escoltas de un presunto príncipe árabe. Fue a mediados de 2022, cuando él todavía era el alcalde de la segunda ciudad de Colombia. Los hombres le dijeron que un tal Fereidoun Khalilian quería hablar de negocios con él, y ambos equipos acordaron una cena para el 28 de junio. En ella, el supuesto príncipe le aseguró al mandatario que invertiría en un proyecto faraónico para u...
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Daniel Quintero se encontraba comiendo en un restaurante de moda de Medellín cuando se le acercaron los escoltas de un presunto príncipe árabe. Fue a mediados de 2022, cuando él todavía era el alcalde de la segunda ciudad de Colombia. Los hombres le dijeron que un tal Fereidoun Khalilian quería hablar de negocios con él, y ambos equipos acordaron una cena para el 28 de junio. En ella, el supuesto príncipe le aseguró al mandatario que invertiría en un proyecto faraónico para un Central Park en Medellín. Pero el vínculo se rompió a los pocos días. La Embajada de Emiratos Árabes le informó al alcalde que quien decía ser un príncipe era un farsante, algo que no evitó que unos meses después la Policía le proprocionara un esquema de seguridad. Esos, y otros, fueron los resultados de los engaños más recientes de un experimentado estafador, cuya trayectoria en Colombia ha sido revelada por El Armadillo.
Khalilian está preso en Estados Unidos desde junio de este año. Ha sido víctima de otra trama aún más increíble que su largo historial de engaños en varios países, según ha reconstruido Los Ángeles Times. Uno de sus escoltas, Mike Sherwood, lo traicionó después de que le ordenara matar a un antiguo empleado que preparaba un documental en su contra. El guardaespaldas no solo incumplió con las instrucciones, sino que se alió con quien iba a ser su víctima para realizar un montaje del asesinato. Ambos engañaron al falso príncipe, grabaron sus reacciones y lo llevaron ante el FBI. Su caída en desgracia contrasta con sus minuciosos registros de una vida de lujos exorbitantes y contactos poderosos que aún no desaparecen de su cuenta de Instagram.
Orígenes
El origen de Khalilian es confuso. Tanto los testimonios estadounidenses como los colombianos señalan que el supuesto príncipe mencionaba países distintos a diferentes interlocutores. La principal versión en los últimos años fue que pertenecía a la familia real de Emiratos Árabes Unidos, algo que buscaba reforzar con los pines de la bandera de ese país que llevaba en las solapas de sus trajes. Pero Kuwait es el país que aparece en un registro policial de los años noventa por insultar a un policía en un parque de atracciones de Florida. Asimismo, su prima le dijo a Los Ángeles Times que en realidad había nacido en Irán. Según ella, se mudó a Turquía cuando tenía 12 años, luego a Alemania y finalmente a Estados Unidos cuando terminaba la adolescencia.
La decisión de referirse a sí mismo como príncipe es de la última década. La prima relató que una vez le preguntó por qué lo llamaban así y que él respondió entre risas que él era “más rico que cualquier príncipe”. Ella asegura que esa fortuna se originó en una larga lista de estafas, cuyas denuncias son fácilmente accesibles en los archivos periodísticos que aparecen en los buscadores de internet cuando se busca su nombre. Él, en tanto, declara en su Linkedin que ha sido agente de espectáculos y empresario de gimnasios y criptomonedas. Una enorme fortuna familiar supuestamente se perdió durante la revolución iraní de 1979 y él tuvo que empezar de cero.
Problemas policiales
Numerosos problemas policiales estuvieron presentes a lo largo de la vida del falso príncipe. Un artículo de Irish Examiner en 2007, que entonces lo referenciaba por haber sido el socio de la empresaria y modelo Paris Hilton en un fallido emprendimiento nocturno unos años atrás, incluía acusaciones de haber violado a una mujer en 2004 y de haber agredido físicamente a un policía tras negarse a pagar una cuenta en 2006. Por lo general, había logrado salir relativamente ileso, con fianzas y aceptaciones de cargos menores.
Unos años después, sin embargo, otro problema lo complicó de manera más significativa. En 2010, la Comisión Federal de Comercio lo demandó por estafar clientes de seguros de carros a través de su compañía The Dolce Group Worldwide. La resolución, al año siguiente, le prohibió volver a ejercer la telemercadotecnia y lo obligó a pagar millones de dólares en compensación. En esa época perdió contacto con un empleado de esa empresa que presenció el proceso, y que muchos años después sería el principal artífice de su caída en desgracia.
El mayor incidente de la siguiente década fue como ejecutivo de Monster, una compañía conocida por sus audífonos de alta gama. Khalilian cosechó varias denuncias de acoso laboral en su contra durante el año y medio que estuvo en la empresa, entre 2017 y 2018. La junta directiva lo expulsó y un tribunal de California le emitió una orden de restricción para que no pudiera volver a acercarse a varios excompañeros. Parecía un sujeto incorregible, pese a que pasara el tiempo y cambiara de trabajo.
Reinvención en Medellín
El falso príncipe emiratí decidió comenzar una nueva vida en diciembre de 2021 y se estableció en Medellín. Llegó de la mano de Andrea Aguilera, una modelo que fue Miss Mundo Colombia en 2021 y de la cual decía estar muy enamorado. Aunque viajaba mucho a Estados Unidos y Europa, un apartamento en el sector de la Loma Los Balsos se convirtió en su casa principal durante 18 meses. Se hizo procedimientos estéticos que transformaron su aspecto de manera radical, se volvió habitué de los restaurantes más caros de la ciudad y visitó con frecuencia las instalaciones del Ejército en la región. Las élites de la ciudad se rindieron ante quien afirmaba ser un príncipe emiratí: incluso algunas partes de los exclusivos almacenes Ámsterdam Plaza se cerraban para que Khalilian pudiera hacer sus compras millonarias sin distracciones.
Las estafas se volvieron parte del pasado —en las investigaciones periodísticas no hay denuncias de ello en este periodo—. El centro de esa nueva vida era el potencial de ganar más dinero con negocios gastronómicos y la oportunidad de reinventarse, según relata por teléfono uno de los periodistas que lo investigó durante meses para El Armadillo. “En Estados Unidos era un millonario más, mientras que en Medellín era un millonario al que las instituciones se le arrodillaban. Creo que sintió ese reconocimiento que no tenía en Estados Unidos y aprovechó que no tenía esa lupa que lo seguía de cerca allá. La gente en Medellín se deslumbraba muy fácil con su plata”, remarca el comunicador, que prefiere el anonimato por razones de seguridad.
Las instituciones se rinden a sus pies
Más allá de los lujos exorbitantes, llaman la atención los vínculos institucionales. La Policía, por ejemplo, le brindó escoltas por lo menos durante tres meses, entre diciembre de 2022 y febrero de 2023. “¡Feliz Año Nuevo de parte del escuadrón del Príncipe Fred!”, se lee en una publicación de principios de enero en la que él posa junto a Aguilera, varios policías, algunos hombres con traje y el inmenso árbol de Navidad de un centro comercial. Unos videos en Instagram muestran, además, cómo los uniformados llegaron a cortar calles de la ciudad para abrirle paso a su carro y cómo cuatro de ellos le cantaron el cumpleaños a un guardaespaldas privado en una celebración a finales de enero.
La Policía le respondió a El Armadillo que había asignado estos escoltas durante unos meses “para evitar afectaciones en contra de la integridad del señor Fereidoun Khalilian”. Según la institución, fue “en contraprestación a la generosidad y solidaridad del señor Fereidoun” en el financiamiento de una fiesta que organizó un alto cargo en diciembre de 2022. “El ciudadano extranjero se vinculó a una justa causa con la institución relacionada con la celebración de los 15 años de vida de un grupo de jovencitas de escasos recursos”, se lee en la respuesta.
El otro hecho llamativo es el vínculo con Quintero, un político polarizante que dejó la Alcaldía en octubre con bajos niveles de popularidad. “No es el típico alcalde. Es, posiblemente, el tercer hombre más poderoso de Colombia en estos momentos y va a hacer un gran aporte a su ciudad, al país y quizá al mundo entero. Es uno de los hombres más increíbles que he conocido desde que llegué a Colombia”, había escrito Khalilian el 28 de junio de 2022 junto a una foto en la que ambos sonríen. La relación se dinamitó poco después, según asegura el propio Quintero. “Alerté a varias personas de que era un falso príncipe y eso hizo que me enviara algunos mensajes y audios enojado”, contó el exmandatario.
Nueva caída en desgracia
La nueva caída en desgracia de Khalilian tuvo su primera semilla cuando el empresario se reencontró con Juan Esco en 2019, casi una década después de las multas a The Dolce Group Worldwide. Esco, que había sido empleado suyo y lo recordaba como un estafador, se sorprendió cuando, en un estudio audiovisual en California, se lo presentaron como un empresario de Dubái. “Vaya, es el mayor embaucador del universo”, pensó, según recoge Los Ángeles Times. Decidió entonces que se acercaría a su antiguo jefe para ofrecerle la realización de un documental favorable sobre su vida. En realidad, el objetivo era ganarse su confianza para exponer su pasado y hundirlo.
Khalilian se dio cuenta en marzo de 2022 durante un viaje a Estados Unidos y le pidió a uno de sus escoltas, Mike Sherwood, que matara al documentalista. La suerte para Esco fue que el hombre encargado con su asesinato no quería acabar con su vida. Sherwood le ofreció realizar un montaje para fingir el crimen con sangre artificial y engañar al supuesto príncipe. La idea funcionó: Sherwood consiguió pagos inmediatos y Esco siguió con su vida. Eventualmente, ambos cooperaron con el FBI para grabar a Khalilian mientras hablaba sobre sus instrucciones y exponía la evidencia. El supuesto príncipe fue detenido de manera preventiva y ahora espera el juicio, previsto para febrero de 2024.
Nada parece haber cambiado en el Instagram de Khalilian. Allí se conservan las decenas de fotos y videos que muestran cómo un misterioso príncipe y una modelo disfrutaron durante meses los mayores lujos de Medellín. Pero las evidencias de que esa vida de ensueño se esfumó están en Aguilera, que ha borrado sus imágenes con el empresario y mantenido un bajo perfil. El presunto príncipe ya parece parte del pasado de una ciudad dispuesta a esperar al nuevo multimillonario que la obnubile.
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