José Antonio Ocampo: “Para crecer tenemos que trabajar mano a mano con las personas de altos ingresos, con los más ricos”
El ministro de Hacienda de Petro tiene la misión de sacar adelante una reforma fiscal que aumente la tributación de las rentas más altas
Si existiera un club de economistas felices, José Antonio Ocampo sería su presidente. El hombre a quien Gustavo Petro le ha encomendado la maltrecha economía de Colombia ríe a carcajadas a cada rato. El resto de clientes de la cafetería, que lo ha reconocido por sus andares similares a los del oso Baloo y su pelo gris y rizado, lo observa asombrado. El reto de pasar de una economía dependiente del carbón y el petróleo a una produc...
Si existiera un club de economistas felices, José Antonio Ocampo sería su presidente. El hombre a quien Gustavo Petro le ha encomendado la maltrecha economía de Colombia ríe a carcajadas a cada rato. El resto de clientes de la cafetería, que lo ha reconocido por sus andares similares a los del oso Baloo y su pelo gris y rizado, lo observa asombrado. El reto de pasar de una economía dependiente del carbón y el petróleo a una productiva no parece perturbarle lo más mínimo. Tampoco el meterle la mano en el bolsillo a los ricos de este país. Ocampo, de 69 años, nombrado ministro de Hacienda, ha dado clase en Cambridge, Yale, Oxford, Columbia. Sus colegas le consideran una mente brillante. Si Petro despertaba algún temor en los mercados, él parece haberlos despejado. La única vez que tuerce el gesto es cuando le vibra el teléfono: “se me ha vuelto una locura, recibo 200 Whatsapp diarios”. Algunos, de los empresarios más poderosos. Cuando acaba la entrevista, se ajusta la corbata, agarra su maletín y se va volando a impartir tres horas de clases en un cursillo de verano. “¡Adiós!”, se despide desternillándose. Los números también hacen dichosa a la gente.
Pregunta. ¿Se considera un economista de izquierdas?
Respuesta. Siempre he dicho que soy de centro izquierda. He estado en el Partido Liberal, que es parte de la Internacional Socialista. Soy socialdemócrata.
P. ¿Y de qué corriente económica?
R. Tengo dos corrientes importantes para mí. Una en América, el neoestructuralismo. Es una versión contemporánea de la escuela de la Cepal (La Comisión Económica para América Latina y el Caribe). Es una escuela que señala que es importante una macroeconomía que evite los ciclos económicos fuertes y que promulgue una política de Estado productiva. Y, por otra parte, soy de lo que se conoce como la escuela poskenesiana, cuyo centro intelectual fue la universidad Cambridge. Estas dos corrientes han estructurado mi pensamiento.
P. Coincide con Petro en que América Latina tiene que acabar su política extractivista.
R. Hay que reindustrializar Colombia. La estructura exportadora que teníamos a finales del siglo pasado era mucho más diversa que la de antes del auge del petróleo. Eso fue producto de unas reformas de los años sesenta que se hicieron para que dependiéramos menos del café. Ahora tenemos que abrirnos al mundo.
P. Petro asegura que las reformas se hacen en el primer año o no se hacen. ¿Va a meterse con la tributaria nada más llegar?
R. Esa es la prioridad.
P. ¿No teme una sublevación política o social como la que vivió Colombia el año pasado?
R. No, porque no vamos a afectar a los sectores populares ni a la clase media.
P. ¿Cuáles son los puntos clave de la reforma?
R. El sistema tributario colombiano tiene una deficiencia. Aquí se recarga mucho la tributación sobre el impuesto a la renta de las empresas y sobre el IVA. Se tienen muy pocos recaudos del impuesto sobre las personas naturales. Para nosotros, lo prioritario es lograr mucho más recaudo de personas de altos ingresos. Y vamos a hacer un impuesto al patrimonio.
P. ¿No teme que estos ricos se quieran ir a Miami?
R. Estrictamente hablando ya se han ido muchos, jajaja. No, yo creo que vamos a generar la suficiente confianza. El sistema tributario colombiano, de todos modos, es sobre los ingresos mundiales. Yo tengo que declarar aquí mis ingresos de fuera de Colombia.
P. Está subiendo el dólar, ¿cómo se puede evitar?
R. Es una tendencia internacional. ¿No está cayendo el euro también? Somos parte de esa tendencia.
P. ¿No va a mandar algún mensaje inmediato para tratar de frenar la devaluación del peso colombiano?
R. Es muy difícil. Hay que esperar. La tendencia no es nacional. El mercado está captando las expectativas de mayores alzas en las tasas de interés en Estados Unidos. Veamos cómo se manifiesta eso cuando la Reserva Federal vuelva a aumentar la tasa. Tengo la expectativa que como han caído varios precios internacionales, la inflación mundial empiece a reducirse y haya menos presión para aumentar tasas de interés.
P. Petro no es alguien aceptado en los círculos del poder económico. ¿Cómo va a lidiar con eso?
R. Yo soy el canal de comunicación con el empresariado, he estado muy relacionado con ellos. Aunque él también se ha dado a la tarea de conocerlos. Para lograr una economía en crecimiento tenemos que trabajar mano a mano con las personas de altos ingresos, con los más ricos.
P. ¿Cómo puede reducir los déficits gemelos (fiscal y externo) en un contexto internacional mucho más difícil con tasas de interés al alza?
R. Para mi escuela de pensamiento esos déficits no son gemelos. Esa es una visión ortodoxa. Hay que trabajar en ellos, pero con líneas totalmente diferentes. El déficit fiscal es complejo, tiene la tarea de financiar algunos programas sociales que se anunciaron durante la campaña. Pero por otra parte está el ajuste fiscal, que este Gobierno no ha completado. Para la parte externa, la prioridad es impulsar las economías no petroleras. Por ejemplo, una Colombia en paz tiene un gran potencial turístico. Colombia puede ser una mina de turismo ambiental con la diversidad que tiene.
P. La propuesta de cesar los contratos de exploración petrolera muestra que para 2026 habría que importar gas y para 2028, petróleo.
R. Hay 180 contratos de exploración firmados. Varios de esos contratos tienen potencialidades. Las reservas de petróleo son más duraderas, pero gas solo tenemos tres años. Ahí hay una prioridad absoluta. Obviamente las exploraciones son de todo. Una vez se revisen esos contratos se verá si se necesitan nuevos contratos o no. Hay diferentes opiniones sobre eso.
P. ¿No están cerrados totalmente a que se hagan exploraciones?
R. Petro ha dicho que por ahora no, pero veremos cómo se plantea el tema más adelante.
P. Primará el dinero que tengan ustedes...
R. Necesitamos una transición en tres sentidos. Primero, en el tema ambiental. Buscaremos nuevas formas de energía. Colombia ha desarrollado por ahora bastante bien la eólica y la solar. Veremos también la posibilidad del hidrógeno verde. Dos, transición en materia exportadora. Tenemos que dejar de depender del petróleo. Y transición en temas fiscales, que es lo mismo, dejar de depender tanto del petróleo.
P. En una visita a unas minas que hicimos con Petro, él estaba absolutamente determinado a acabar con la explotación del carbón, sin matices.
R. En la primera reunión que tuvimos siendo yo ya designado le pregunté específicamente por el gas y Petro dijo que necesitábamos más.
P. ¿Importado?
R. No, producido. Colombia tiene que buscar más reservas de gas y producir más gas.
P. Un asunto sobre el que Petro ha dado muchas vueltas en campaña. ¿Respeta la autonomía del Banco de la República, el ente que ejerce la política monetaria?
R. Mi posición es firme en respetar su autonomía. Ahora, es interesante porque la gente se olvida que hubo una sentencia de la corte constitucional de 1999 que dijo que el Banco de la República no podía ignorar el empleo y la actividad económica. Esos temas están en su agenda.
P. Pero cuando el presidente decía que hay que coordinar el banco con el Gobierno...
R. Está en lo cierto, siempre se coordina. La Constitución lo dice: tiene que ejercer la política monetaria en coordinación con la política económica general.
P. El presidente se vio con Thomas Piketty en campaña.
R. Yo soy amigo de Piketty. Y de Stiglitz, que fue profesor mío cuando hice mi doctorado. Yo he escrito muchas cosas con Stiglitz. Es uno de mis coautores. Bueno, o yo más bien soy coautor de él. Jaja.
P. Colombia va a formar parte de un eje progresista económico mundial....
R. Y con el resto, vamos a trabajar con todos.
P. ¿Qué modelo económico de país le gusta?
R. Cada país es diferente. Me gustan cosas que hacen unos y otros. En política social, por ejemplo, un buen modelo me parece Uruguay. En política productiva admiro a muy pocos. Mal que bien, en muchos campos Europa occidental es un modelo. Pero no vamos a copiar ningún país. ¿Japón? No ha podido superar su problema monetario interno. ¿España? Tiene unos niveles de desempleo altísimos.
P. ¿Se puede acabar con la pobreza en cuatro años como plantea el presidente?
R. La extrema, sí. La total es difícil porque es muy alta (40%).
P. ¿Y cómo se combate desde el punto de vista económico?
R. Con programas sociales. Los pobres tienen que tener acceso a educación, salud, alcantarillado, a viviendas. Y también que tengan un apoyo de ingresos. El sistema de ingresos está bien establecido y lo más seguro es que lo aumentemos para responder al aumento de los precios de los alimentos durante este año.
P. ¿Qué opina de la Opa del banquero Gilinski sobre el Grupo Antioqueño?
R. Es un problema del sector privado en el que yo no participo. Eso sí, Jaime Gilinski me llamó hace unos días.
P. ¿Con quién más se va a hablar de los grandes poderes económicos?
R. Con todos. Con los Sarmiento, con los Ardila y también con el Grupo Empresarial Antioqueño, claro. Todo eso lo tengo en la cabeza. Hay que plantearles la reforma tributaria y la contribución que tienen que hacerle al país. El desarrollo con equidad es un buen modelo. Sin equidad, explota. Y está pasando en muchas partes de América Latina.
P. En Ecuador...
R. Y en Chile, que supuestamente era el modelo perfecto de economía de mercado. Y explotó. Los capitalistas tienen resultados con un país en paz y más equilibrado. Esa una contribución que este Gobierno puede hacerle a ellos.
P. Cuando usted viaje por el mundo, ¿cómo describirá a Petro?
R. Como un presidente de izquierda que en lo económico quiere un capitalismo equitativo.
P. Él habla en ocasiones de que el capitalismo colombiano es feudal.
R. Yo ese concepto no lo comparto. Eso es polémico. Lo que hay es que hay muchas relaciones sociales desiguales, con distintas manifestaciones. Para mí no tiene un contexto feudal, siempre estuve en contra de usar ese término. Hay otros defectos grandes como la altísima concentración de la tierra, una fuente de desigualdad y violencia.
P. Ahí quería llegar.
R. Usted me preguntó por mi escuela de pensamiento y en eso entra que hay que hacer la reforma agraria. El acuerdo de paz tiene un compromiso de desarrollarla.
P. ¿Esos grandes tenedores de tierra no pueden oponerse y que el asunto derive en un recrudecimiento del paramilitarismo?
R. Eso ya lo ha sufrido Colombia y hay que superarlo. Hay que redistribuir parte de la tierra. No tengo ningún problema con grandes extensiones bien explotadas, el problema es más bien la baja productividad de la ganadería extensiva.
P. Petro tuvo muchos colaboradores que salieron de mala manera durante la Alcaldía. ¿Existe la posibilidad de que no se entiendan usted y él?
R. Por ahora nos hemos entendido muy bien.
P. Alejandro Gaviria, ahora ministro de Educación, ha recibido ataques desde el mundo intelectual y elitesco de Bogotá por unirse a Petro, mucho tiempo retratado como un izquierdista radical con tics chavistas. ¿Usted ha pasado por algo parecido?
R. Voy a decirle algo: estoy en esto porqué él habla de hacer un gran acuerdo nacional. No he sido petrista hasta ahora.
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