“Más de diez mujeres preguntan por anticonceptivos cada día y la respuesta es la misma: están agotadas”
La Asociación de Farmacéuticos de Colombia denuncia el desabastecimiento de pastillas anticonceptivas en Colombia
Diana Ponce, de 23 años, lleva cuatro años tomando pastillas anticonceptivas para planificar. Desde hace unos meses, conseguir este medicamento en Colombia se ha vuelto cada vez más difícil. En el caso de Ponce, las pastillas, además de ayudarle a no quedar embarazada, le ayudan a controlar sus hormonas. No parece que la situación vaya a mejorar pronto. A los problemas que acarrea por no poder tomarlas, la joven ha sumado en los últimos meses el desabastecimiento de los anticonceptivos...
Diana Ponce, de 23 años, lleva cuatro años tomando pastillas anticonceptivas para planificar. Desde hace unos meses, conseguir este medicamento en Colombia se ha vuelto cada vez más difícil. En el caso de Ponce, las pastillas, además de ayudarle a no quedar embarazada, le ayudan a controlar sus hormonas. No parece que la situación vaya a mejorar pronto. A los problemas que acarrea por no poder tomarlas, la joven ha sumado en los últimos meses el desabastecimiento de los anticonceptivos Sibilla, el fármaco indicado para planificar y controlar sus hormonas. “Primero se acabó Sibilla [la marca comercial más utilizada], luego los genéricos”.
Ponce explica que este es un medicamento muy delicado cuya prescripción debe quedar a cargo del ginecólogo. Esto quiere decir que el farmacéutico no puede ni debe ofrecer alternativas: “Cada vez que me dicen que no lo tienen, me da ansiedad. Ya es la tercera vez que vengo a esta farmacia”, lamenta. Cada fin de semana, durante los últimos 21 días, ha viajado a una ciudad diferente de Colombia en búsqueda de estas pastillas. Ha preguntado en todas las droguerías que ha encontrado en Chía, Barranquilla y Barrancabermeja, y siempre ha encontrado la misma respuesta: no queda lo que pide.
Como Ponce, hay miles las mujeres que se han visto afectadas por la falta de suministro de estos medicamentos en Colombia. “Sabía que tenía que encontrar una caja como fuera”, dice Juliana González, de 23 años, a quien le preocupa no conseguir anticonceptivos y sufrir un desbalance hormonal. Cada vez que González va a una farmacia y consigue su preciada caja, se lleva todo el stock disponible en el momento, pero desde hace dos meses no encuentra nada. Antes que cambiar de marca y quedar expuesta a efectos secundarios como la depresión, prefiere arriesgarse al desajuste hormonal que le produce dejar de tomar pastillas, afirma.
Esto mismo le ha tocado hacer a Paula Moya, de 28 años. Después de 10 años tomando la misma marca de pastillas, dejó de comprarlas porque cada vez era más difícil encontrarlas. Desde entonces, usa otro método anticonceptivo.
“Estamos ante un fenómeno global que también se da en Colombia”, dice Alfonso Cuitiva, presidente de la junta directiva de la Asociación Colombiana de Droguristas (Asocoldro). Este no considera que una sola causa explique el fenómeno. “El sector trabaja como una gran red interrelacionada y un problema en un punto repercute al conjunto. Y aquí entran muchas cosas, como las obras en una fábrica que reducen la producción, la mala cosecha de una materia prima, fallos en otros proveedores, repuntes de la demanda…”, añade Cuitiva.
Sin embargo, desde la Asociación de farmacéuticos de Colombia especifican que son tres las causas de este desabastecimiento. El primero es la pandemia, que ha hecho que sea cada vez más difícil importar las materias primas. En segundo lugar, la conocida como crisis de los contenedores, esto es, los problemas en la cadena de suministro, que han reducido notablemente la importación de todo tipo de mercancías, incluidos los medicamentos. En último lugar, los farmacéuticos subrayan la regulación que hizo el Gobierno colombiano en el 2018 sobre el precio de los anticonceptivos.
“Le asignaron precios a estas líneas de productos con base a referentes internacionales del dólar, que en su momento estaba en 3.000 pesos, pero ahora está en 4.300 pesos, lo que supone que los márgenes de rentabilidad son escasos. Sencillamente, al mercado no le interesa vender este tipo de productos en Colombia porque no le sacan muchos beneficios”, afirma Cuitiva. El desabastecimiento no solo ocurre con las pastillas, sino que también afecta a las inyecciones anticonceptivas de uso intramuscular, que están agotadas, aseguran desde la asociación.
Desde el Ministerio de Salud, Eduardo Arragocés, el director de Medicamentos y Salud, ha asegurado que han recibido información sobre denuncias de mujeres que no logran encontrar anticonceptivos de uso oral. Desde el Gobierno se han comunicado con los productores de estos medicamentos, que por toda respuesta señalan los problemas en la cadena de suministro. Los productores desmienten la versión de los farmacéuticos, que les acusan de buscar más márgenes a un producto necesario para muchas mujeres. Por esta razón, la asociación de farmacéuticos va a buscar una reunión con el ministerio lo más pronto posible para negociar la regulación de los precios.
Basta un paseo de no más de 10 kilómetros por más de una docena de farmacias de Bogotá para constatar el problema del desabastecimiento. Miguel Albedán trabaja en la Droguería Cruz Verde en el Centro Comercial Andino y afirma que en su turno de 8.00 a 16.00 reciben entre ocho y 10 mujeres que preguntan por pastillas anticonceptivas. Su respuesta es casi siempre la misma desde hace meses: agotadas.
En el barrio Quinta Camacho, la dependienta Myriam Rodríguez, que lleva siete años trabajando en la farmacia de Colsubsidio, nota también desde hace meses cómo cada vez más mujeres preguntan por unas pastillas anticonceptivas que no tiene. “En mi turno de por la mañana vienen siempre en promedio cuatro o cinco mujeres buscando su marca de pastillas, pero no hay porque ya no las están importando los laboratorios”.
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