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El hijo de aquel hombre que un día se plantó en el Parlamento para implorar que le ayudaran a no caciquear, considerado el paradigma de la contratación de empleados públicos bajo el criterio de la afinidad política, se descolgó ayer con el discurso de la regeneración democrática.
Los periodistas Rodolfo Irago y Daniel Anido, de la Cadena SER / GABRIEL TIZÓN
Un juez madrileño condenó a los periodistas gallegos Rodolfo Irago y Daniel Anido (en la foto), de la Cadena SER, por revelación de secretos después de difundir en la Red un listado de afiliaciones irregulares del PP de Madrid. La polémica sentencia ya ha sido recurrida. Y, en Galicia, les ha valido a los dos profesionales el reconocimiento de sus colegas.
De un "chiringuito" en manos del BNG, que el presidente de la Xunta, Núñez Feijóo, se comprometió a abolir, se pasó a defender la "reorientación" del ente para acabar con su "partidismo". Más de un año después, la conselleira de Traballo anunció ayer que cierra el Consorcio, pero crea en su lugar otro organismo, la Axencia Galega de Servizos Sociais, que asumirá sus competencias.
Las universidades gallegas derrumbaron ayer algunas de las fronteras que había entre ellas. Los tres rectores firmaron un acuerdo para compartir recursos, infraestructuras y personal para mejorar la competitividad sin perder su autonomía. Fue la rúbrica a un acuerdo que lleva más de un año fraguándose.
Lo primero es una buena presentación, sobre todo en un concurso: "Eu chámome Pablo / dou saúdos ao xurado / dádeme uns puntiños / que o xamón xa está encargado". Desde esta copla de presentación, es obvio que el participante en cuestión ya estaba clasificado para la ronda final.
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