Los problemas de la sanidad
El rótulo dice: "Nevera refrigerador". Pero en la habitación, situada frente a las tres salas de velatorio, hace más calor que en el pasillo. En el interior de la estancia sin mobiliario, una camilla vacía, una carretilla en la que se apilan cartones y un cubo de pintura junto a un cepillo de barrer.
"Por una Sanidad pública. No a la privatización", rezaba la pancarta que portaba ayer un joven para recibir al consejero de Sanidad, Juan José Güemes, en su visita al centro de transfusiones de sangre de Valdebernardo. Un grupo de 20 personas esperaba al consejero en la entrada del hospital para abuchearlo y lanzarle una sonora pitada.
No es casualidad que sea la Consejería de Sanidad -y por tanto también su titular, Juan José Güemes- la que estos días está en el ojo del huracán de las críticas al Gobierno regional.
El de Torrejón de Velasco (3.800 habitantes) fue el primero de los 56 nuevos centros de salud comprometidos por el Gobierno de Esperanza Aguirre durante la pasada legislatura. La propia presidenta, acompañada del entonces consejero de Sanidad Manuel Lamela, lo inauguró en el mes de diciembre de 2004.
El novio, vestido con el traje que demanda la ocasión, pensó que se trataba de una broma de sus compinches cuando varios agentes armados y uniformados irrumpieron en el comedor nupcial gritando "¡que nadie se mueva!", mientras uno de los policías le colocaba las esposas inmovilizándolo y la cámara del fotógrafo no dejaba de disparar.
El carné por puntos, los radares, los controles de alcoholemia, el descenso del tráfico... Todo mezclado y bien agitado han dejado en la coctelera municipal unos datos muy positivos sobre la mortalidad en accidentes de tráfico en las calles de Madrid.
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