Vídeo | El verano se abre paso en Ucrania pese a la amenaza de las bombas

Los ciudadanos retoman las costumbres estivales en el primer verano de la ofensiva de Rusia al país

Varios habitantes de Donetsk bailan en una plaza pública.Foto: Reuters | Vídeo: Reuters

El verano es la época del año en la que la mayoría escapa de la rutina para disfrutar un tiempo de la belleza del vivir. Las altas temperaturas de la época estival cambian los hábitos del resto del año y rompen la monotonía, pero ¿cómo afecta el verano a un país cuya normalidad se interrumpió el 24 de febrero?

A Anatoli el bombardeo en Donetsk no le va a privar de su pasatiempo favorito. La Jaula es un espacio abierto en el parque central de la ciudad que cada tarde de verano recoge a decenas de personas que bailan al aire libre. “Puedes estar tranquilo en tu casa, ya que mucha gente tiene una, solo para que un proyectil entre volando y los mate en sus propios pisos” argumenta Anatoli. Con ritmos rock o baladas, el verano se abre paso en Donetsk y sus habitantes vuelven a bailar las canciones que no pudieron bailar en los meses más fríos.

En Irpin, los niños vuelven a jugar al fútbol. El estadio Champion fue objetivo de los ataques cuando Rusia intentó hacerse con el control de esta localidad cercana a Kiev. La ciudad está en paz desde abril, pero en las paredes del estadio todavía se observa el paso de la guerra. Denys Voitovich, de once años, pertenece a la cantera juvenil del equipo Olimp Irpin y asegura que volver a jugar al fútbol es una alegría para él y sus compañeros: “Estoy muy contento de que ahora podamos jugar al fútbol en lugar de quedarnos en casa, jugando y viendo vídeos estúpidos en la tableta”.

Con el campo de batalla reducido al este del país, los ucranios que han sobrevivido a la guerra en Severodonetsk vuelven a salir a la calle tímidamente, ahora bajo el control ruso. Para Olga Melenik, residente de la ciudad, remover el guiso en una cocina improvisada en el portal de su residencia supone un respiro: “Un poco de vida tranquila. Podemos conseguir algo de comida ahora”. Una situación paralela ocurre en la otra orilla del río Donets, en Lisichansk. El 3 de julio Rusia tomó el control de la ciudad, que se convirtió en el último bastión ucranio en la región oriental de Lugansk. Aún en ruinas, muchos de sus habitantes siguen a la espera de que la paz vuelva a sus vidas. Los refugios antibombas y sótanos que durante los ataques cobijaron y resguardaron sus habitantes ahora abren sus puertas y para dejar entrar la brisa estival.

El verano en Ucrania es sinónimo de labrar la tierra. Mikola Tereshchenko es agricultor en la región de Chernihiv (al norte de Ucrania) y comienza con la recolecta anual de trigo sin espacio en sus silos para almacenarlo. En ellos, todavía esperan 1.100 toneladas de cereal que no ha podido exportar debido al bloqueo de los puertos ucranios en el Mar Negro. Tras la siembra de primavera, en el verano los agricultores continúan el trabajo en el que un día fue el cuarto país exportador de cereal del mundo.



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