“Los demócratas han demostrado que son flojos en economía y política exterior, por eso soy republicano”

Yoan Vega es trumpista, “pero no tan trumpista”. Este cubano de 45 años votará por el expresidente porque para él, los demócratas se han vuelto en un partido de la elite

Yoan Vega, de 45 años, votará por Donald Trump.EL PAÍS

Yoan Vega es republicano, “pero no tan republicano”, y es trumpista, “pero no tan trumpista”. De él podría decirse que no habita los extremos de nada. Tampoco se lo permitiría: es gay, detesta por razones casi obvias la figura de Ron DeSantis; la única mujer con la que estuvo una vez se vio obligada a abortar, e incluso en 2016 votó por Hillary Clinton ante la atractiva idea de una mujer como presidenta de Estados Unidos.

Llegó a Miami desde Cuba en medio de las elecciones presidenciales del año 2000, donde el demócrata Al Gore y el republicano George W. Bush se disputaron con fuerza los votos del que todavía era el Estado indeciso de Florida. Ha vivido cinco presidencias, en una alternancia ininterrumpida entre republicanos y demócratas: arribó con Bill Clinton, le siguió Bush, luego Barack Obama, más tarde Donald Trump y hasta hoy Joe Biden. En 2012 se decantó por Mitt Romney y no por Obama. Fue la primera vez en su vida que pudo ejercer el derecho al voto. “El derecho que no tuvimos en Cuba lo tenemos en este país”, dice. “No sabes el orgullo que me da saber que yo puedo ser parte de las decisiones de lo que pasa en mi país”.

Tiene 45 años, en los que, cuenta, ha trabajado mucho para mantenerse y sustentar a su familia. En los ratos libres, casi siempre las madrugadas, escribe poesía o cuentos cortos y tiene un libro self-published, palabras que dice con naturalidad, pasando del español al inglés como si jugara con el idioma en una mesa de ping-pong. Se levanta temprano para sumergirse en los grandes y habitados expressways de Miami hasta llegar a su trabajo como supervisor en el Aeropuerto Internacional de la ciudad. Miami se le ha vuelto “insostenible” en los últimos cuatro años de Administración demócrata. “Todo está muy caro, no veo una solución inmediata”. Por tanto, no tiene dudas de su voto para noviembre.

Pregunta. ¿Es Donald Trump?

Respuesta. Es Trump, definitivamente.

P. ¿Qué le gusta de Trump?

R. Me gusta que es cómico, que es buen padre. Es un tipo que ha tenido sus altas y sus bajas como todo el mundo. No me gusta que a veces habla de más. Recuerda que Trump es una persona que siempre estuvo en el mundo del espectáculo, y para entenderlo hay que entender que todo en él es exagerado, grandilocuente, como cuando le dice a Kamala Harris que es “mentally impaired”. Yo lo sigo desde antes de que se postulara, desde su show The Apprentice.

P. ¿Y qué no?

R. Su figura es controversial, siempre lo ha sido, pero esa persona hitleriana que ha salido a relucir ahora es nueva, de repente se convirtió en el monstruo de la laguna negra. Yo no estoy ciego respecto a muchas de sus fallas, pienso que el asalto del 6 de enero fue algo muy triste. Hay muchas cosas del Partido Republicano con las que no estoy de acuerdo, como el extremismo religioso. Se habla mucho de que el Partido Demócrata ha sido tomado por la izquierda radical, pero yo creo que el Republicano ha sido tomado por el evangelismo más extremo. Yo soy gay, yo no estoy en contra del aborto, yo creo que las personas tienen un tiempo determinado para pensar las cosas. Pero no juzgo a nadie. La gente, cuando mira a los republicanos, siempre ven esa extrema derecha y no entienden que dentro del partido todo es mucho más diverso. Hay quien es working class, madres solteras, otros que no son tan extremistas. Tampoco puedo tener una visión absoluta de todo ni que existe el político perfecto.

P. Además del aumento del costo de la vida en Miami, ¿qué es lo que más ha influido en su decisión de votar republicano?

R. Yo soy una persona que ha trabajado casi toda su vida. Soy de los que llegó solo a este país, de los que tuvo que arreglárselas lo mejor posible y luchar solo. Eso es difícil, tu juventud no es la misma. Entonces la razón principal por la que soy republicano es económica. No creo en la excesiva cantidad de taxes para estar dando dinero a manos llenas a gente que odia a este país. Otra de mis razones es la siguiente: yo siempre sentí que los republicanos tenían una posición más dura con el comunismo, una línea que muchas veces no resolvía nada pero tampoco era tan cómplice. Salí de Cuba con un fuerte sentimiento anticomunista, porque no pude realizarme ni como persona, ni como escritor, ni como nada, porque yo en Cuba era un cero a la izquierda. Yo vi cómo esa sociedad fue yendo en decadencia. Llegué a este país con mucho dolor. Al problema de Cuba no se le da la prioridad que merece, un país que está a 90 millas de este y es una amenaza pero no lo quieren ver. Eso es algo que de verdad me enfada, me molesta. Yo creo que los demócratas han demostrado una y mil veces que son flojos en cuestión de economía y política exterior y esas son las razones por las que yo soy republicano.

P. Si tuviera a Trump delante, ¿qué le diría?

R. Me gustaría preguntarle cuándo los Estados Unidos va a hacer algo en serio con Cuba y va a ver a Cuba como la amenaza que es. Yo soy principalmente cubano, y mi país me importa, y pienso que lo que ha existido con Cuba a lo largo de sesenta años ha sido en parte por la permisibilidad de este Gobierno. Si en este país hicieran un bloqueo de verdad, eso se acabaría en 72 horas. ¿Por qué seguir manteniendo ese sistema?

P. ¿Y a Harris?

R. Le preguntaría si considera que el comunismo es una verdadera amenaza. Y que, por favor, no me conteste con que es “middle class”, ya no puedo más con el “middle class”, eso no es una respuesta ni un argumento. ¿Qué hago yo con eso? Yo soy una persona que ha tenido que trabajar toda su vida, a quien no le han dado ninguna beca y que no estoy en ninguna palestra pública. El Partido Demócrata debió haber sido desde hace mucho tiempo el partido de la gente más vulnerable, de las minorías, de los negros, de los gay, de los trans, de los queers, pero para mi opinión esa gente se fue con Hollywood, con las élites, con los niños de Harvard y Yale y todos los que ven a Oprah Winfrey. Eso para mí es el Partido Demócrata de hoy en día.

P. Tras casi dos décadas viviendo en Estados Unidos, ¿qué le atrae y qué le gustaría cambiar?

R. Cuando llegué a este país por primera vez sentí que había llegado a mi casa. Lo que me gusta son sus ideales, la libertad, la prosperidad, la búsqueda de la felicidad, y el derecho que tienen todas las personas de ser quienes quieran ser. Esa es la esencia de este país en su fundación, lo que pasa es que muchas veces esos principios la gente no los aplica. Me gustaría que se permitieran más ciertas libertades, que fuera una sociedad no tan victoriana, este país es demasiado victoriano en algunos aspectos.

P. ¿Qué significa para usted ser un latino en Estados Unidos?

R. Es demostrar todas las capacidades que nosotros tenemos cuando nos dan una oportunidad, cuando nos dan libertad, cuando nos apartamos de gobiernos corruptos, populistas, que prometen y al final todo es para ellos mismos.

P. Y como cubano, como latino, ¿ha sentido algún tipo de racismo?

R. No. Aunque una vez, cuando llegué, me fui a Ohio, a un lugar donde había una fábrica de bacon. Era un pueblo lleno de gente rednecks. En esos años, cerca de los 2000, te miraban un poco como un objeto raro, pero era una cuestión de que no interactuaban mucho con otras comunidades. Han pasado muchos años. Eso sí, nunca me he sentido discriminado por mi condición sexual, como en Cuba. Acá nunca lo he sentido.

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