Mariló Montero se escuda en la chaquetilla de ‘MasterChef’ para evitar hablar de sus ataques políticos a TVE: “Cuando pase la ola me preguntáis de actualidad”
La ganadora del programa culinario acusó a La 1 de “construir una televisión pública unidireccional bajo el encargo del presidente de Gobierno” en su paso por ‘La revuelta’
La “chaquetilla” invisible que envuelve a Mariló Montero le permite dos cosas. Por un lado, presumir de haber ganado la décima edición de MasterChef Celebrity. Por otro, escudarse en ella para evitar hablar de sus ataques políticos a TVE, cadena a la que pertenece el programa culinario que de madrugada la anunció como triunfadora: “Cuando pase la ola ya me preguntáis y hacemos debates de actualidad”, respondió esta mañana en una azotea de Madrid a diferentes medios, entre ellos EL PAÍS.
Solo han pasado dos meses desde que visitó La revuelta de David Broncano, donde acusó a la misma cadena de “construir una televisión pública unidireccional bajo el encargo del presidente de Gobierno”. Todo esto en calidad de participante y cuando ya sabía que era la vencedora del concurso de La 1, debido a que la grabación terminó el pasado julio.
Montero, que fue presentadora del matinal de La 1 durante siete años (hasta 2016), guardó el secreto de su triunfo “como un cura”. En su paso por La revuelta, no le impidió analizar la parrilla de TVE: “Por la mañana, ideología de presentadores y presentadoras de izquierdas. Por la tarde, más izquierda y por la noche, más izquierda”. Una polémica a la que respondió el mismo presidente de RTVE, José Pablo López, en su cuenta de X, donde aseguraba —irónicamente— que se encontraba mejor ante las críticas de la comunicadora navarra. “Ahora estoy vestida con la chaqueta de MasterChef”, aseguró la ganadora, “no la llevo físicamente, pero me produce mucho respeto”.
Con el trofeo delante de ella —que, asegura, le hace más ilusión que a Nadal cuando gana uno—, recordó cómo vivió la competición: “Veía a mis compañeros, que sabían cocinar. Lo hacían para sus familias o amigos; les gustaba cocinar y yo era absolutamente indiferente en la cocina”, explicó Montero. Al percibir que los otros participantes hablaban en términos que ella desconocía y tras pedir sin éxito que la dejaran “trinchar” animales en carnicerías o “destrozar” pescados —aun con el “curso de higiene alimentaria”—, contrató dos profesores: “uno de salado y otro de dulce”. Más adelante “surgió el milagro”: el chef Mario Sandoval la invitó a trabajar en su restaurante. “Allí es donde empecé a ordenar todos los conocimientos que estaba adquiriendo de forma quizá desordenada”. Con el madrileño trabajó los viernes y sábados, “desde las 10 de la mañana hasta las dos de la madrugada”.
Es la propia corporación pública que criticó la que coronó a Montero como vencedora de su concurso estrella. “Es un subidón y me viene de maravilla. Es un impulso para la siguiente etapa de la vida”, reconoció la actual colaboradora de Espejo público en Antena 3 al declararse triunfadora. La presentadora superó al exfutbolista Miguel Torres en una reñida final y ganó los 75.000 euros de premio para su ONG —en este caso, la fundación española para el fomento de la investigación de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)—. Los dos últimos finalistas, vencieron al cantante Juanjo Bona y al colaborador Torito.
Las instrucciones del jurado para el duelo final de MasterChef Celebrity 10 que enfrentó a Mariló Montero y a Miguel Torres fueron claras: cinco minutos de compra en el supermercado para crear un menú completo compuesto por entrante, plato principal y postre, para dos raciones de cada plato en 150 minutos de cocinado. Montero llamó a su entrante La huerta, a modo de homenaje a la huerta española, la navarra y a la de su madre. Y dedicó sus platos e historia a sus hijos Rocío Crusset y Alberto Herrera, quienes la acompañaron en la final: “Quiero que sepan lo que hizo su abuela, que no la conocieron, que fue una mujer que dedicó su vida a sacar adelante a sus hijos porque salió de un orfanato y vivíamos en la loma de una montaña a las afueras de Estella. Mi madre, con mi tío Luis, hicieron una huerta que es la que nos dio de comer”, explicó mientras mostraba su plato de verduras en diferentes texturas.
Para el principal, Montero eligió un solomillo Wellington abrazado por un hojaldre que denominó Besos, y que según dijo, era un homenaje a sus hijos, ya que representaba el momento en el que ella los metía en la cama cuando eran pequeños y a la mañana siguiente cuando les despertaba “les comía a besos”. “Es un 10, no se puede poner pegas”, reaccionó Pepe Rodríguez después de degustarlo. Para culminar, Montero presentó Estrellas, del que dijo que era un postre que representa un velo de pacharán puro: “No he querido quitar el alcohol”. La receta contaba con algodón de azúcar, que para la comunicadora reflejaba las noches en las que se acostaba en el jardín de su casa con sus hijos, que la miraban emocionados en el plató de MasteChef: “Los cubría con mantas para ver y buscar las estrellas fugaces”.
Los platos fueron una composición que preparó con la ayuda de Mario Sandoval del restaurante Coque, que cuenta con dos estrellas Michelin. Montero se une a la ya larga lista de ganadores de Masterchef Celebrity desde que el actor Miguel Ángel Muñoz se hiciera con el trofeo en 2016. A él le siguieron los olímpicos Saúl Craviotto y Ona Carbonell, Tamara Falcó —invitada especial a la final y ganadora de la cuarta edición—, la actriz Raquel Meroño, el dúo Juanma Castaño y Micky Nadal, la presentadora Lorena Castell, la actriz Laura Londoño y la presentadora Inés Hernand.