‘Gran Hermano 20′: dejad que los intensos se acerquen a Tres Cantos
En este concurso eres bienvenido/a si demuestras que en tu vocabulario recurres a verbos como fluir, vivir y disfrutar. Si te defines a ti mismo como una persona energética, explosiva, dramática
En la España de finales de 2025 hay mucha gente cuyo sueño es entrar en la casa de Gran Hermano. En la frase anterior no hay opinión, ni dardito de superioridad moral ni un miligramo de sarcasmo. Es informa...
En la España de finales de 2025 hay mucha gente cuyo sueño es entrar en la casa de Gran Hermano. En la frase anterior no hay opinión, ni dardito de superioridad moral ni un miligramo de sarcasmo. Es información pura y dura, como pudimos comprobar anoche, cuando Jorge Javier Vázquez —hablaremos después de él, un párrafo como mínimo merece— inauguró la casa, que este año, con el programa cumpliendo 20 ediciones, viene más grande que nunca, con otro emplazamiento —“Gracias, Tres Cantos”— y una especie de verbena, parque de atracciones donde Nagore Robles estuvo acompañada de personajes como Payasín —hola, Carmen Borrego— y otros seres humanos de interés.
En Gran Hermano eres bienvenido/a si en los vídeos de presentación demuestras que en tu vocabulario recurres a verbos como fluir, vivir y disfrutar. Si te defines a ti mismo como una persona energética, explosiva, dramática, que si peca de algo quizá sea de intensidad, si es que se le pueden poner peros a este detalle.
Gran Hermano es Gran Hermano, pero también El diario de Jorge. Si la Jurado era “piedra dura de Chipiona” según Lola Flores, Vázquez es mármol de Badalona. Arranca el programa con un house tour, vamos, enseñar la casa de toda la vida y, mientras enseña las estancias, coquetea con el Súper, con la cámara y hasta con los muebles allá por donde pasa. Aquí la habitación tropical, aquí el gimnasio abierto las 24 horas con el calorcito que desprende, y aquí la cocina con un tú y yo.
Y enseguida empieza a hacer lo que mejor se le da, escuchar al otro, dejarlo que aproveche sus minutos de fama —“España entera pendiente de ti, Noa”, le dice a una de las concursantes— para lanzarle a continuación una pregunta que lo hará sentirse en casa. Vayamos con otro bonito ejemplo.
Entran dos amigas jerezanas, Rocío y Desiré. Enseguida las separan y comienza un drama que roza la hecatombe. Se ponen a llorar con ese tipo de llanto que deviene en grito, como si fueran siamesas cuya separación implica muerte. “No llores, que se te va la pintura”, chilla una a la otra, como si estuviera enfadada en vez de triste. Es hipnótica la cosa, viva Jerez de la Frontera en su totalidad.
El presentador se sube al coche con Rocío, la que se queda fuera, que lo agarra de la mano con sus uñas kilométricas como si ahora los siameses fueran ellos, y le cuenta sus dramas y su vida mientras él pone esa cara trabajada desde hace décadas que parece que es de nada y es de todo. La invita a despedirse de su amiga desde plató.
“Desi, ¿cómo estás?”, dice. “Como una mierda”, responde Desiré. “Come algo tía, que te tienes que animar, hazte unos macarrones o algo, bebe agüita”, le ordena Rocío o quizá es el tono en el que se dirigen estas dos señoras. La historia acaba con final feliz o eso parece, porque las dos participan finalmente en el concurso, aunque en estancias distintas. Tanta lágrima y tanto rímel corrido para esto.
Vayamos ahora con un bonito recopilatorio de los que acabarán entrando a hacer compañía a estas mujeres procedentes de la provincia de Cádiz. Hay un militar que dice frases como “donde pongo el ojo, pongo la bala”. Caray con Diego. Luce cejas depiladas y dice que baila bachata. Nos lo demuestra ensayando con una fregona y entra en la casa con una camisa llena de dibujos de osos de peluche.
Su hermano Marcos —“soy Escorpio y autónomo”— también se muere por entrar en la casa de Tres Cantos pero no se hablan, así que después de unos cuantos reproches y comentarios pasivo-agresivos, Diego se queda en la casa y Marcos, escorpio, autónomo y con las cejas también depiladas como su hermano, decide quedarse como colaborador del programa. No se podía saber.
Tenemos a una criatura que se llama Aquilino, que asegura que Beyoncé le guiñó el ojo desde el escenario, que es amante de la pedrería y afirma que quiere ser “la Venus de GH”. Prefiere que le llamen ‘Quili’. Tenemos a Aroa, “la Édith Piaf malagueña”, que fue madre a los 15 años y dice tener 35.000 personalidades; una que es emprendedora, modelo curvy y que dice de sí misma que habla por los codos. Otro muchacho que quiere entrar para ser “el primer soriano de GH”. Otra que dice que se siente identificada con Angelina Jolie “porque es una mujer con mucha presencia”. “Trabajo mucho el amor propio”, añade. Almudena, procedente de Tomelloso, dice que es muy justiciera y, por tanto, si la haces se la pagas. Dice cosas realmente hermosas, como que se suele llevar mejor con los chicos porque “son más nobles”. Su novio la ha dejado al enterarse de que entraba en el concurso, por lo que intuimos que muy noble no es. Y así hasta un sinfín de personas que dicen que son “la hostia”, “edición limitada” y exigentes consigo mismos y con los demás.
Gracias, Tres Cantos. Por dejar a estas personas tan intensas fuera de circulación durante un tiempo. No es información, es opinión.