Así se ha creado ‘Tripulación perdida’, la serie que sigue la estela del universo ‘Star Wars’: cabezas de elefante, naves en miniatura y sonido hecho a medida

La empresa de efectos especiales ILM, creada por George Lucas, se encarga de mantener la esencia de la saga en sus nuevos productos para cine y televisión, y para ello utiliza tecnologías punteras con sabor clásico

Neel (el actor Robert Timothy Smith), en una escena de la serie 'Star Wars: Tripulación Perdida', creada por Lucasfilm y emitida en Disney+.Lucasfilm Ltd.

Puede que no lo parezca, pero han pasado más de 45 años desde que se estrenó el inesperado éxito que fue La guerra de las galaxias, semilla de lo que luego sería esa inabarcable saga llamada Star Wars. Aquella trilogía inicial que dio paso a una segunda, a spin-offs, series y por supuesto a infinito y millonario merchandising ha acabado por convertirse en parte de la cultura global. Ahora continúa imparable en su sendero con una nueva serie, Tripulación perdida (Skeleton Crew, en inglés en el original), una historia estrenada a principios de diciembre en Disney+ que mezcla la siempre apetecible nostalgia con la clásica idiosincrasia galáctica. Más allá de su historia, y sobre todo en lo visual, la capacidad para combinar esas dos partes se logra gracias a la mente de George Lucas. Además de pergeñar la saga, el californiano de 80 años creó hace medio siglo no solo Lucasfilm, sino una multitud de empresas relacionadas, entre ellas ILM, siglas de Industrial Light&Magic, la compañía de efectos visuales y especiales detrás de todo su universo, pero también de muchos más: desde E.T. a Indiana Jones, Cazafantasmas, Regreso al futuro o Piratas del Caribe.

Han sido las cabezas pensantes de ILM las encargadas de dotar a esta nueva serie de televisión (la plataforma que mejor le funciona últimamente a la galaxia muy, muy lejana) de su look&feel, como le llaman: de decidir cómo se ve, pero sobre todo qué sentimientos genera, cómo es esa pátina que impregna a las imágenes (y los sonidos) y que marcan la pauta de Star Wars. Y quizá lo más llamativo es que hay muchos menos fondos verdes y azules para generar imágenes de lo que se pueda pensar. Al igual que la estatua de Yoda que preside la entrada de sus cuatro modernos edificios, que se alzan desde hace 20 años en el parque Presidio, en el corazón de San Francisco (California, EE UU), allí lo tangible es un valor, como lo es en sus oficinas de Sídney, Mumbai y Vancouver, donde más de 1.300 personas crean fantasías a partir de, sobre todo, objetos reales.

Así lo explican en una charla con distintos medios —entre ellos EL PAÍS— los encargados de sus efectos, Shawn Kelly, supervisor de animación y que lleva 28 años en la empresa, y Eddie Pasquarello, supervisor de efectos visuales, con 35 en ILM, así como Tony Villaflor, el responsable de la mezcla de sonido final, que ha pasado 15 años trabajando aquí. Aunque Villaflor participa más en la última parte, en postproducción, Kelly y Pasquarello explican que es muy habitual que acudan al set de rodaje para crear sus efectos. Entonces, ¿hay naves surcando galaxias, muchachos con cabeza de elefante o monos espídicos en la vida real? Ellos intentan que así sea o que, al menos, lo parezca. Prefieren jugar con objetos reales (los efectos especiales) y luego añadirles algunos trucos de postproducción (efectos visuales). Todo funciona mejor, tiene un efecto más realista y, además, suele envejecer mejor.

Los protagonistas de 'Star Wars: Tripulación Perdida' ('Skeleton Crew', en el original), de Lucasfilm en Disney+: de izquierda a derecha, Wim (Ravi Cabot-Conyers), Fern (Ryan Kiera Armstrong), KB (Kyriana Kratter) y Neel (Robert Timothy Smith).Matt Kennedy (Matt Kennedy /Lucasfilm Ltd.)

Ellos supervisan todo el proyecto y asesoran sobre “la metodología de rodaje y el enfoque”, explican. Algo que destacan es que buscan de manera consciente que en una serie de 2024 como Tripulación perdida las sensaciones sean muy similares a las primeras películas de la saga; lógicamente, con una tecnología que ha avanzado increíblemente en 50 años se podrían hacer virguerías, pero deciden mantener movimientos similares en las naves, por ejemplo. “Acudimos al rodaje porque hay que mantener la disciplina en el set”, explican, medio en broma, medio en serio. “Que todo el mundo esté haciendo su trabajo, que el sonido sea como tiene que ser, los efectos especiales como deben. Construimos y llevamos los elementos necesarios para las tomas, trabajamos en ellos, los volvemos a presentar [a los directores], tomamos notas y empezamos otra vez. Ese es el día a día, refinar las tomas y lograr la visión que buscan”, relata Pasquarello. “Ese es mi trabajo, supervisar esos esfuerzos”.

Aunque ambos llevan tres décadas en la compañía, no habían trabajado juntos hasta ahora, lo que demuestra la cantidad de personal y de proyectos de ILM. Kelly cuenta que, como supervisor de animación, su trabajo consiste en revisar esos efectos visuales, “casi todo lo que se mueve”, incluyendo las cámaras. “Nos ocupamos de la interpretación de los personajes, de la composición de las tomas y los elementos que las componen, como de Neel hablando, de cómo se aparcan las naves espaciales, o de cómo se mueve la gente montada en motos aerodeslizadoras”. La clave siempre es “intentar mantenerse fieles a la trilogía original”.

Neel (Robert Timothy Smith) en una escena en la bañera durante la serie 'Tripulación Perdida' ('Skeleton Crew', en el original), creada por Lucasfilm y emitida en Disney+.Lucasfilm Ltd. (Lucasfilm Ltd.)

Neel es uno de los niños protagonistas de esta nueva serie que, pese a tener a Jude Law como reclamo principal, está protagonizada por un elenco coral de adolescentes, con retazos ochenteros que recuerdan desde a Los Goonies a la más reciente Stranger Things. Interpretado por Robert T. Smith, el cuerpo, manos y cabeza de Neel son los de un pequeño elefante azul, lo que junto a su divertida personalidad le convertirá en uno de los favoritos de los fans. Pero el realismo de los gestos de Smith no solo se lo da él como actor, sino también que esa cabeza sea, en más de la mitad de las tomas, del todo real. En algunas, se complementa con efectos visuales para marcar más sus expresiones, que no siempre se aprecian, ya que casi nunca se le ve la boca, a causa de su trompa. Por ejemplo, para lograr que sus movimientos fueran más realistas en una escena dándose un baño, el propio Kelly se grabó en su casa con un neopreno metido en la bañera y rodeado de burbujas. “Siempre buscamos referencias en el mundo real porque sustenta nuestro trabajo”, explicaba Pasquarello en la entrevista con este diario. “La investigación es algo visceral para que las cosas sean y se noten como son”.

Es decir, esa cabeza de Neel (de la que tienen tres unidades, una de ellas ahora expuesta en el comedor de empleados de ILM) es una especie de marioneta que puede manejarse a distancia. Ocurre igual con el mono Teek: es un muñeco real que se maneja a distancia, para darle más realismo; luego, dependiendo de las escenas, se le añaden efectos en posproducción. A veces, todo se combina en una misma escena: el mono como marioneta está sobre un niño, pero baja por la espalda, se pierde durante un segundo y cuando vuelve a aparecer y echa a correr ya es 100% digital. Aunque su lema es que “siempre que sea posible, todo sea práctico”. Creen que los efectos digitales también aguantan bien el paso del tiempo, y reflejan una época concreta, una estética, pero siempre prefieren las referencias reales.

Sobre una moto clásica de las películas de la saga, KB (Kyriana Kratter) y Fern (Ryan Kiera Armstrong), dos de las protagonistas de 'Star Wars: Tripulación Perdida' ('Skeleton Crew', en el original), creada por Lucasfilm y emitida en Disney+.Matt Kennedy (Matt Kennedy /Lucasfilm Ltd.)

Otro de los detalles que siempre le han dado sabor a la saga son sus vehículos. Aviones, naves, coches y motos también son cuidados al detalle y muchos de ellos se fabrican de verdad, se rotan y se mueven de manera manual. “En la trilogía original había limitaciones. Queríamos ser fieles a lo original, no tratamos de hacer cosas descabelladas”, explica Kelly. “Esta mezcla de técnicas crean la mejor ilusión para el público, y es difícil distinguir si algo es real o no”. Los movimientos son lentos y se hacen en motion control, por lo que una jornada de trabajo puede dar como resultado apenas un par de tomas, con distintas luces y perspectivas. “Repetimos la misma toma 12, 13 veces”, reconoce Pasquarello.

Los sables no solo se ven, sino que se sienten. El sonido de cada producto de la saga de Star Wars es, como Tony Villaflor le llama, “hecho a medida”. “Es bueno saber quién hay en la escena por su propio sonido, que represente al personaje”, explica sobre la enorme concreción de cada uno de los sonidos que conforman cada escena, que se crean por distintas capas: lo rodado en el set, los posibles diálogos adicionales, los ruidos de ambiente que se incorporan, los efectos sonoros y, por último, la música. “Tenemos una biblioteca de sonidos inmensa con millones y millones de sonidos. Una de las mejores cosas de Skywalker Sound [la filial de sonidos de la casa] es que se va creando con cada película en la que trabajamos, con nuestros editores e ingenieros de sonido contribuyendo a ella durante años. Hay millones de elementos para jugar”, añade.

¿Creen que el público ha evolucionado tanto como para notar esos detalles, para encontrar esa perfección, especialmente en un universo audiovisual que mueve a tantos millones de seguidores? “Pues como audiencia, casi esperemos que no”, reflexiona Villamor en la entrevista. “Espero que podáis sentaros y mirar sin pensar. Si hay diálogos, te diviertes, está la música... te ayuda a unirlo todo emocionalmente. Así que espero que nadie se dé cuenta. No creo que nuestro objetivo haya cambiado: siempre intentamos ayudar al cineasta a contar su historia y asegurarnos de que cada sonido que ponemos es específico, intencionado y articulado. Y va a ser algo que ayude al espectador a divertirse, a verlo y a disfrutarlo”.

Sobre la firma

Más información

Archivado En