La serie de moda recorre los edificios (y ruinas) más controvertidos de Madrid

Toneladas de hormigón. Grandes espacios y callejones lóbregos. Barrios populares y mansiones ostentosas. Un ambiente inquietante y opresivo, siempre a punto de estallar. Es el entorno en el que se desarrolla la serie El Inmortal. Este drama criminal sobre el Madrid de los 90 retrata la lucha sangrienta librada esos años entre clanes para hacerse con el control del negocio de la cocaína y las discotecas. Inspirada en la banda de Los Miami, la serie se centra en la figura de su líder y su entorno: el actor Álex García da vida a El Inmortal, un ambicioso delincuente que pasó de camello de medio pelo a dirigir una brutal organización criminal que controló con mano férrea la noche madrileña a finales del siglo XX.

El pasado 22 de febrero en Movistar Plus+ arrancó la segunda temporada de esta producción creada por José Manuel Lorenzo (DLO). Mientras que la primera parte presentaba el auge y caída del protagonista, las nuevas entregas narran su lucha sin cuartel para recuperar el imperio criminal. Ahora Movistar Plus+ lo puede ver cualquiera sin importar con quién tenga contratado internet o el móvil.

“Esta temporada dibuja una guerra encarnizada; los personajes ya no pueden andar a sus anchas por Madrid”, explica Miguel Lorenzo, productor ejecutivo de El Inmortal. “Nuestros protagonistas ya no son unos tontos de barrio: han llegado a la cima, tienen poder económico, se mueven en espacios de geometrías más potentes. Todos estos lugares ayudan a entender que ya no se trata de asuntos de barrio. En esta temporada no hay tanto color ni tono festivo; hemos bajado la gama cromática. Hay un color fundamental: el gris”.

El gris del hormigón tiñe el entorno en el que se desarrolla la serie y define su estética. La periferia del sur de Madrid, con sus puentes sobre las autopistas y sus polígonos industriales (activos o inertes), se convierte en un personaje más de El Inmortal. La serie también se recrea en escenarios representativos de la capital, muchos de ellos erigidos en los años 60: por ejemplo, el complejo Galaxia, en Moncloa, y la zona financiera de AZCA, con sus bajos entregados a la vida nocturna. “Son espacios míticos en la noche de Madrid. En los años 80 y 90 no eran zonas precisamente agradables y fueron espacios tomados por bandas y tribus urbanas de todo tipo. Imagino que la productora ha querido buscar este tipo de lugares para aportar una mayor credibilidad a la narrativa de la serie”, explica Alejandro García Alcántara (@madrid_brutalism), muralista y diseñador gráfico y autor del libro Madrid brutal.

Como recuerda García Alcántara, esos dos espacios son representantes del brutalismo, “una rama arquitectónica de gran honestidad constructiva, de gran monumentalidad y plasticidad, que busca generar contrastes de luces y sombras y que da lugar en muchos casos a volúmenes casi escultóricos”. El hormigón visto es una de las características más repetidas del brutalismo; su contundencia y su frialdad son también fiel reflejo de las andanzas de la banda del Inmortal y de sus antagonistas.

Catálogo arquitectónico (brutalista) de ‘El Inmortal’

“Visual y conceptualmente el protagonista de la serie tiene muchos momentos de soledad. Llegar a la cima es fácil, pero mantenerse es complicado: todos quieren quitar el poder al rey. Hay traición, venganza, amor, desamor. Estos espacios nos ayudan a aislar al protagonista, a hacerlo más chiquitito. Y así te da la sensación de que está solo”, apunta Miguel Lorenzo. “Estos espacios tan pesados visualmente, pesan porque el personaje lleva mucha carga encima. Las líneas rectas nos ayudan a dibujar los personajes: son espacios más fríos y ariscos”, concluye el productor ejecutivo.

El Inmortal es una serie de estética rotunda, rodada en escenarios de violencia y abandono. La fotografía, arte y vestuario definen la serie, que se apoya en el urbanismo y la arquitectura para reflejar el ascenso y caída del protagonista. Desde los humildes barrios y los polígonos industriales que vieron los primeros pasos del camello hasta las lujosas haciendas y chalés de los jefes narco. Localizaciones como Pueblo Nuevo, los bajos de Aurrerá, en Argüelles y los ya citados Galaxia y AZCA juegan un papel fundamental en la identidad la serie, tanto a nivel narrativo como visual y artístico.

Otro escenario destacado en las nuevas entregas de El Inmortal es el centro acuático, también conocido como piscinas Wanda. Ubicado junto al Estadio Metropolitano del Atlético de Madrid, es una construcción fantasma que empezó a levantarse para albergar las pruebas de natación en los nonatos Juegos Olímpicos de Madrid 2012, 2016 y 2020. “Los asuntos que ahora se resuelven en esta localización, antes ⎯en la primera temporada de la serie⎯ habrían tenido lugar en el gimnasio. Aquí simulamos unos edificios que están construyendo Los Miami para que se vea el poder que han alcanzado”, detalla Miguel Lorenzo.

Esta construcción tiene su paralelo italiano en la romana Città dello Sport, situada en la zona de Tor Vergata. El complejo polideportivo del arquitecto Santiago Calatrava también nació para una candidatura olímpica, la de Roma 2024, y ahora yace abandonado: un cadáver de hormigón, acero y vidrio. Como el centro acuático de El Inmortal, este monumento a la especulación urbanística es lugar de reunión de los capos criminales protagonistas de la serie italiana Suburra.

Los escenarios, en la ficción

El centro acuático madrileño, una mole de hormigón actualmente abandonada y en estado ruinoso, refleja poderosamente el auge y caída del Inmortal. “Millones de euros malgastados en una infraestructura innecesaria, un complejo deportivo acuático que solo tiene agua cuando llueve”, reflexiona Erik Harley (@preferiria.periferia), experto en Estudios Urbanos y creador del término pormishuevismo, un falso movimiento artístico que investiga la arquitectura especulativa y corrupta. “Esta construcción, que empezó a levantarse hace ahora catorce años, es un colosal recinto de 22.000 metros cuadrados con capacidad para 18.000 espectadores. ¿Nos gastamos más de 136 millones de euros en una cosa para unos juegos olímpicos que nunca sucedieron?”, se pregunta Harley, autor del libro Rutas por la España del ladrillo.

Nuestros protagonistas ya no son unos tontos de barrio: han llegado a la cima, tienen poder económico, se mueven en espacios de geometrías más potentes. Todos estos lugares ayudan a entender que ya no se trata de asuntos de barrio. En esta temporada no hay tanto color ni tono festivo; hemos bajado la gama cromática. Hay un color fundamental: el gris

Miguel Lorenzo, productor ejecutivo de 'El Inmortal'

Entre el lujo opulento de los nuevos ricos y la miseria desnuda de los parias de toda la vida, estos son los principales escenarios madrileños donde se desarrollan las pasiones y los horrores del Inmortal, sus secuaces y sus enemigos. Una historia de traiciones, infidelidades, lucha por el poder, excesos, ambición, y determinación sin freno. Fría y gris como el hormigón.