Marta Flich, nueva presentadora de un ‘GH VIP’ alejado del universo de ‘Sálvame’: “Será una edición renovada, familiar y de buen rollo”
La comunicadora habla sobre su sorprendente fichaje por uno de los formatos más exitosos de la televisión reciente, que contará con “famosos conocidos por su profesión”, avanza ella misma. Esta nueva entrega busca marcar el cambio de rumbo de Mediaset hacia una televisión más blanca
Marta Flich (Valencia, 44 años) se enteró este miércoles de que Telecinco pretendía recuperar este otoño uno de sus formatos estrella, Gran Hermano Vip, y que Mediaset España quería que ella fuera su presentadora. Ocurrió muy pocas horas antes del anuncio oficial del grupo en un comunicado, pero la actual conductora de Todo es mentira (Cuatro) no se lo pensó y aceptó el...
Marta Flich (Valencia, 44 años) se enteró este miércoles de que Telecinco pretendía recuperar este otoño uno de sus formatos estrella, Gran Hermano Vip, y que Mediaset España quería que ella fuera su presentadora. Ocurrió muy pocas horas antes del anuncio oficial del grupo en un comunicado, pero la actual conductora de Todo es mentira (Cuatro) no se lo pensó y aceptó el cometido de encargarse de la octava edición del programa de telerrealidad. “Me comentaron que querían que fuera la presentadora de una edición renovada, familiar y divertida, para que la audiencia desconecte de los conflictos. Creían que mi personalidad encajaba en ello”, comenta este viernes por teléfono.
La presentadora sustituye a Jorge Javier Vázquez al frente del reality. Producida en colaboración con Zeppelin, la nueva edición del espacio reabrirá la casa de Guadalix de la Sierra para mostrar la convivencia de un grupo de participantes famosos. Aunque se mantendrá la esencia del formato, habrá novedades en la mecánica del concurso, ha avanzado el grupo de comunicación. En otras palabras, recurrirán a uno de sus clásicos para mostrar paradójicamente el cambio de rumbo que Mediaset pretende iniciar tras la marcha de Paolo Vasile y el inicio de sus nuevos códigos éticos.
Gran Hermano Vip regresa a la parrilla tras cuatro años fuera de las pantallas. La polémica por el caso de agresión sexual en directo a Carlota Prado, una de sus concursantes, lo ha mantenido fuera de foco. Pero en abril, una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid condenaba a 15 meses de cárcel a José María López, su compañero en la casa, por abusos sexuales durante una fiesta organizada por el programa. La productora Zeppelin, conjunta y solidariamente con Chubb European Group LTD, debe indemnizar Prado con 1.000 euros como resarcimiento por el daño moral suplementario causado por cómo se le comunicó en la mañana siguiente el delito del que había sido víctima.
Flich insiste en que esta versión del concurso será una propuesta inusual casi por completo, “con un tono de buen rollo y sin trampa ni cartón” que intentará regresar a la esencia de su primera edición con anónimos.
Pregunta. Mediaset y usted hablan de una edición renovada del concurso. ¿A qué se refieren?
Respuesta. Habrá muchas sorpresas. De momento, podemos anunciar que el casting será una de ellas. La gente va a reconocer al famoso por su trayectoria profesional. Y eso es muy interesante porque va a ver 24 horas de la vida de gente de la que, por lo general, no sabe mucho más allá de su carrera. Podrían ser deportistas de élite o artistas de los que no se conoce nada su día a día y, de repente, vas a ver cómo se comporta a las tres de la mañana. Es algo muy importante y definitorio porque es una declaración de intenciones. Porque, por su perfil, sus conflictos y emociones van a ser distintos a los que hemos visto en otras ediciones.
P: Para mucha gente, usted no era una opción obvia para encargarse de este formato. Toma el testigo de Jesús Vázquez. Y también de otros profesionales como Jordi González, Mercedes Milá y Pepe Navarro.
R: La ilusión se apodera de los posibles miedos, que no los tengo. Todos ellos son historia de la televisión y he aprendido de ellos. Algunos son incluso amigos. Pero me puede más el deseo de pasarlo bien. Jorge Javier [Vázquez] ha sido una de las primeras personas en contactarme y eso es lo que me ha dicho, que me lo pase bien haciéndolo. Lo que quiero es acoger a todos los espectadores, que todo el mundo se sienta parte de esto.
P: Aunque está bregada en el directo con ‘Todo es mentira’, el de ‘Gran Hermano’ es muy distinto, porque la conexión que hay que establecer con los concursantes aislados y con la audiencia es muy particular.
R: Lo enfrentaré tirando de mi propia personalidad, con profesionalidad y toda la honestidad que tengo. En Todo es mentira nos ha tocado afrontar en directo cosas muy diferentes, como el volcán de la Palma o la guerra de Ucrania. Y tienes que poner todas tus herramientas profesionales para tirar adelante. ¿Habrá errores? Probablemente ¿Será natural? Pues probablemente también (ríe).
P: Puede que alguno de esos famosos sea amigo suyo...
R: Quizá. Sería interesante para mí... y más natural todavía. Pero yo todo lo enfoco desde el sentido del humor. Todo va a salir bastante orgánico. También tiraré de empatía. Soy parte de la audiencia del formato desde la primera edición y lo conozco bien. Voy a implicarme con los concursantes y a consumir el formato como si fuera una espectadora más. Ellos y yo vamos a ir creciendo juntos en esta nueva era del concurso, junto al espectador.
P: Entonces, ¿se ve subiendo en pijama de madrugada a Guadalix de la Sierra para hacer entrevistas de emergencia, como hacía Mercedes Milá?
R: Si es necesario, yo voy. Lo que requiera el formato. A los que nos gustan los realities nos apasiona la vida. El ser humano y su comportamiento me alucina. Y esto es el ser humano en estado puro.
P: Usted es Licenciada en Economía, pero comenzó a hacerse popular en 2016 explicando de forma sencilla conceptos económicos en un videoblog para El Huffington Post. Y siete años después presenta uno de los formatos estrella de la historia de la televisión ¿Qué balance hace de ese cambio?
R: Como dices, no ha sido tampoco de la noche a la mañana. Han sido años de trabajo y esfuerzo. Como diría Woody Allen, una noche que duró 10 años... Igual que exigente ha sido igual de gratificante.
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