‘Salvados’ da voz, por primera vez, a españolas acosadas por Plácido Domingo
El programa de La Sexta recoge denuncias de españolas relacionadas con situaciones de acoso sexual por parte del tenor. “Es intocable, por eso estoy a oscuras”, dice una de ellas
Salvados, el programa de La Sexta presentado por Gonzo, ha vuelto este domingo con un reportaje que muestra el resultado de una investigación periodística que el equipo del espacio ha desarrollado durante más de año y medio y que tiene al tenor Plácido Domingo en su centro. El programa incluye entrevistas con dos de las mujeres que denunciaron en Estados Unidos públicamente el acoso sexual que sufrieron de forma reiterada por parte del cantante. El tramo final del reportaje recoge testimonios t...
Salvados, el programa de La Sexta presentado por Gonzo, ha vuelto este domingo con un reportaje que muestra el resultado de una investigación periodística que el equipo del espacio ha desarrollado durante más de año y medio y que tiene al tenor Plácido Domingo en su centro. El programa incluye entrevistas con dos de las mujeres que denunciaron en Estados Unidos públicamente el acoso sexual que sufrieron de forma reiterada por parte del cantante. El tramo final del reportaje recoge testimonios telefónicos de mujeres que aseguran haber sido víctimas del acoso de Domingo en teatros españoles. Una cantante española también se pone ante la cámara —aunque de forma anónima y con la imagen oscura por miedo a las represalias— para contar su caso. Entre otras cosas, recuerda una ocasión en la que el tenor la besó en la boca aprovechando la oscuridad del escenario al final de un acto. Se trata de la primera vez en la que se conocen denuncias del entorno operístico español, que se suman a las otras 27 mujeres que ya hicieron públicos hechos similares en Estados Unidos. El programa explica al final que intentaron en varias ocasiones entrevistar al tenor, pero ni él ni su entorno contestaron.
La entrega de Salvados, titulada Plácido, un secreto a voces, comienza con el equipo desplazándose a Washington para entrevistar allí a algunos de los nombres propios detrás de las denuncias contra Domingo. La primera en sentarse ante Gonzo es la mezzosoprano Patricia Wulf, que también fue la primera de las únicas tres mujeres con nombre y apellido (Wulf, Angela Turner Wilson y Luz del Alba Rubio) que han levantado la voz contra los abusos del tenor. Wulf asegura que sintió miedo por su carrera y describe actitudes del tenor que la incomodaban, como que fuera muy “tocón”, que la besara en la mejilla demasiado cerca de los labios o le hablara mirando al pecho en lugar de a la cara. En una frase repetida por otros testimonios, Wulf recuerda cómo Domingo se refería a su marido como “mi rival”. A la pregunta de por qué no denunció en los juzgados, asegura que habían pasado muchos años y no veía la necesidad de llevarlo a juicio. “No es por dinero, solo quiero que pare y que no le pase a nadie más”, dice sobre lo que, asegura, era un secreto a voces dentro del entorno operístico.
El otro testimonio con nombre y apellido es el de la soprano uruguaya Luz del Alba Rubio. Ella recuerda cómo el tenor la invitó una noche a su apartamento a ver La traviata “y se tiró encima”, tras lo que ella llamó a una amiga para que fuera a recogerla. El tenor, en palabras de Rubio, se tomó mal su rechazo y lamentó que podría “haber hecho una gran carrera”. Tras aquel suceso, Rubio no volvió a cantar en Washington o en Los Ángeles.
Salvados también habla en Estados Unidos con Debra Katz, abogada especializada en el Me Too que defendió a las dos primeras mujeres que dieron la cara en las denuncias contra el cantante. “A día de hoy, todavía recibimos llamadas de mujeres que aseguran que les ha acosado Plácido Domingo”, relata.
El espacio recuerda que, aunque ninguna lo ha llevado a juicio, tres investigaciones han corroborado con más de 60 testimonios que las situaciones de acoso, de diferente grado, se produjeron durante décadas, con casos acreditados hasta el año 2019: la de la agencia Associated Press y que destapó en verano de 2019 este caso, primero con nueve testimonios a los que se sumaron otros 11 pocos días después; la que llevó a cabo la ópera de Los Ángeles y la que puso en marcha el sindicato de músicos de ópera de Estados Unidos (AGMA). Los resultados de esta última, que comprobaron que las denuncias eran ciertas y habían ido desde “el flirteo hasta proposiciones sexuales, dentro y fuera del ámbito de trabajo”, llegaron a la prensa gracias al barítono Samuel Schult, exvicepresidente del sindicato y también entrevistado en Salvados. Schult cuenta cómo el sindicato y Domingo pactaron cómo comunicar el resultado de esta investigación, de forma que se mantuvieran los resultados fuera del escrutinio público a cambio de 500.000 dólares.
Silencio en España
En su tramo final, el programa regresa a España para preguntarse por qué no habían aparecido hasta ahora denuncias en nuestro país. Dos redactoras explican que, en una investigación de más de año y medio, han contactado con 25 personas que han trabajado con el tenor. Varias de ellas cuentan por teléfono, y de forma anónima, situaciones similares a las narradas en Estados Unidos. “Es un mundo donde ciertas personas tienen mucho poder”, explica una de ellas, que da a entender que no es el único caso de acoso en el mundo operístico. “Es escandaloso que no hayamos tomado cartas en el asunto, incluso de forma institucional”, denuncia otra de las voces.
El testimonio más impactante es el que relata a cámara una de las mujeres que aseguran haber sufrido acoso sexual por parte de Plácido Domingo en España y que, al encontrarse en activo y por miedo a las represalias, ha preferido mantener su nombre y su imagen ocultos. Con el rostro en negro, comienza su relato refiriéndose a otra compañera. “Me llamó llorando porque él la estaba llamando a todas horas, no sabía cómo había conseguido su teléfono y quería ir a su hotel, comer con ella… Era una chica que tenía 23 años, y yo tengo que reconocer, y me da mucha vergüenza, que me sentí aliviada. Era un sálvese quien pueda: si era ella, no era yo”.
Esta mujer recuerda en Salvados la primera vez que Plácido Domingo la hizo sentirse incómoda: mientras iban de una sala a otra, y delante de otras personas, le preguntó si podía meter la mano en su bolsillo del pantalón. “No sabía qué decir para no ofenderlo y que se quedara tranquilo”. En otra ocasión, el tenor fue más allá y, en plena función en un teatro de España a principios del siglo XXI, aprovechó la oscuridad entre un acto y otro en el escenario para besarla en la boca, “un beso que ni vi venir ni pude esquivar ni quería recibir”. El programa asegura haber corroborado este hecho con un testigo y una persona a la que ella se lo contó en su momento. La denunciante no se planteó contarlo a sus superiores: “¿Cómo lo cuentas? Él es Plácido Domingo, y tú no eres nadie [...]. Es intocable, no debería, pero lo es. Por eso estoy a oscuras”, concluye.
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