Premios Ondas 2022: una foto de familia por un periodismo que huya de la crispación
Los galardonados de los premios que otorga el Grupo Prisa reivindican el compromiso, la credibilidad y la cercanía frente a la polarización social
“¡Ojo, que vengo del futuro, ya he estado en 2023!”, ha alertado Jordi Hurtado a los periodistas nada más pisar el palacete Albéniz de Barcelona para sumarse a la tradicional foto de familia y almuerzo previo a la gala de los Premios Ondas. Su advertencia no llegaba por haber trucado algún portal espacio temporal o para avivar las teorías conspiranoicas que tanto le gustan a Twitter, esas que han convertido su aspecto i...
“¡Ojo, que vengo del futuro, ya he estado en 2023!”, ha alertado Jordi Hurtado a los periodistas nada más pisar el palacete Albéniz de Barcelona para sumarse a la tradicional foto de familia y almuerzo previo a la gala de los Premios Ondas. Su advertencia no llegaba por haber trucado algún portal espacio temporal o para avivar las teorías conspiranoicas que tanto le gustan a Twitter, esas que han convertido su aspecto inmutable en un trending topic cíclico.
Con unas llamativas gafas rojas de pasta, el presentador de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), que recibe esta noche junto a su equipo el premio al mejor programa de entretenimiento por Saber y ganar, presumía de llegar a la fiesta con los deberes hechos: “Ya tengo grabado el programa de Navidad, el de fin de año y el de Reyes”, contaba, agradecido por el reconocimiento a un espacio amable capaz de congregar a más de un millón de espectadores diarios en la televisión pública. Uno que es transversal y multicanal sin pretenderlo, capaz de calar en la conversación digital con un entusiasmo y cariño en tiempos en los que caer bien, por norma general, no cotiza al alza. Hurtado es consciente y lo agradece: “Nos encanta lo mucho que se habla del programa en Twitter y en Twitch, si hasta hay un programa allí que han montado unos veinteañeros que se llama Saber y perder, eso es genial”, ha destacado.
Con bastantes más nervios que el presentador de La 2, y pese a la veteranía frente a los micros, llegaban el resto de conductores históricos premiados en la edición 69ª de los galardones que otorga el Grupo Prisa (editor de EL PAÍS) a través de Radio Barcelona, de la Cadena SER, y que tienen como objetivo destacar la innovación en los ámbitos de la radio, la música y la televisión, tanto nacionales como internacionales. Jordi Basté (premiado por El món a RAC1 como mejor programa de radio hablada) decía estar “ilusionado, pero agobiado” por verse al otro lado. Andreu Buenafuente, elegido mejor presentador nacional de televisión por Late Motiv, también confirmaba estar algo inquieto frente a las entrevistas. “Llevo un año sin hacer televisión, así que supongo que me dan un premio al mérito”, decía, mientras felicitaba a una periodista del programa Boulevar de Radio Euskadi, que recoge el premio al mejor programa de proximidad por su especial Cárceles Vascas. “Te va a cambiar la vida este premio, ya verás, no vas a parar de tener ofertas y aumentos de sueldo”, ironizaba. Y Carles Francino, que soltó un “hay que joderse” en directo en antena en octubre al enterarse de que recibiría el premio a la mejor trayectoria, confió en el amarillo y negro de una llamativa chaqueta de piel motera, de esas que ha puesto de moda Rosalía este año para encarar el almuerzo. “No me siento muy motopapi con ella”, ha respondido sobre la inevitable comparativa de estilo, “pero he pensado que era un gran momento para llevarla. Me la regaló Javier Coronas, que siempre la traía a la radio y siempre le decía que me gustaba mucho”, ha aclarado.
El conductor de La ventana en la Cadena SER ha reivindicado el espíritu que desprende esta edición de premios. “Son premios a la coherencia, a la credibilidad, la cercanía y a quienes huyen de la crispación. Y eso es un mensaje cojonudo”, ha recalcado. Y tampoco ha olvidado los dos fantasmas que asolan al gremio: la precariedad (“no se puede ser buen profesional cobrando 1.000 euros”, ha dicho) y la pérdida de profesionalidad: “Estamos librando una batalla por la credibilidad, vivimos momentos muy confusos con simulacros de periodismo por todas partes. Necesitamos ganarla siendo honestos”, ha rematado.
Luz Casal, que recoge su premio a la trayectoria en la música, ha defendido que no cierra ningún ciclo con el galardón porque “todavía estoy en el ecuador de mi carrera”, mientras una reservada Elena Rivera, Ondas a la mejor actriz por su trabajo en Alba, Los herederos de la tierra y Sequía, ha dicho que el premio es el “fruto del esfuerzo” en su carrera.
Reivindicar la investigación
Si el premio Ondas internacional de televisión ha sido para el documental Crimes de guerre, avec les enquêteurs en Ukraine, de la Radio Télevision Suisse por su “brillante proceso” al narrar un “retrato vivo” del conflicto bélico en Ucrania, en el apartado español, Elías León Siminiani, director del documental 800 metros (mejor documental nacional) ha agradecido el reconocimiento a la investigación de cinco años de su equipo y la oportunidad de visibilizar la labor de las asociaciones de víctimas del terrorismo, como UABAT. Su docuserie, que rememoraba el atentado en las Ramblas de Barcelona del 17 de agosto de 2017, se apoya en el trabajo de los periodistas Anna Teixidor, Nacho Carretero y Jesús García Bueno.
En un año que ha superado el récord de participación, con 559 candidaturas procedentes de 15 países (especialmente en el apartado de mejor podcast), la directora general de Prisa Audio, María Jesús Espinosa de los Monteros, ha querido resaltar el trabajo “divertido y reflexivo” de Misterio en la Moraleja (Spotify), el podcast detectivesco de los periodistas Eva Lamarca y Álvaro de Cózar que, tal y como ha defendido el Head of Studios de Spotify en el Sur de Europa, Eduardo Alonso, “consiguió convertirse en el centro de la conversación social durante el verano”.
Y mientras la mayoría de premiados aseguraban haberse sorprendido por estar ahí, también había, al menos, una persona que vio venir su galardón. Así lo ha defendido Laura Caballero, creadora, guionista, productora y directora, junto a su hermano Alberto, de La que se avecina, premio a la mejor comedia de televisión. “El día que anunciaban los ganadores estaba en el coche de camino a la guardería de mi hija y pensé: ‘Este año nos lo dan’. Y avisé al resto. Y pasó”. Era la primera vez que le llegaba esa intuición con su futuro. “Bueno, me ha pasado aquí y casi siempre cuando busco aparcamiento. Pero prefiero ganar un Ondas que encontrar sitio con el coche”.
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