‘Quiero dinero’, el todo por la pasta (y por la audiencia) de ‘Sálvame’
La nueva sección del programa de Telecinco trata de hacer frente a la fortaleza de ‘Pasapalabra’ y despierta críticas por su contenido
Limpiar un inodoro a cambio de 100 euros. Quedarse en ropa interior para ganar 1.500. Quemar una foto gigante de Isabel Pantoja y sumar otros 100 euros. Hacerse un piercing, 2.000. Responder preguntas íntimas sobre uno mismo o sus compañeros de trabajo, leer públicamente whatsapps privados... Son algunas de las pruebas a las que se ha sometido en los últimos días la periodista Chelo García Cortés ante la mirada incrédula de sus compañeros y los espectadores. Ella es la primera concursa...
Limpiar un inodoro a cambio de 100 euros. Quedarse en ropa interior para ganar 1.500. Quemar una foto gigante de Isabel Pantoja y sumar otros 100 euros. Hacerse un piercing, 2.000. Responder preguntas íntimas sobre uno mismo o sus compañeros de trabajo, leer públicamente whatsapps privados... Son algunas de las pruebas a las que se ha sometido en los últimos días la periodista Chelo García Cortés ante la mirada incrédula de sus compañeros y los espectadores. Ella es la primera concursante (o la primera víctima, según se vea) en el último giro de guion de la factoría Sálvame.
En los 11 años y medio que lleva en emisión el programa, sus colaboradores, cuyas vidas, opiniones, rencillas e idas y vueltas son los verdaderos protagonistas del espacio de Telecinco, ya han participado de todo tipo de vueltas de tuerca ideadas por los guionistas. Han desfilado, han cantado, se han disfrazado, han cocinado... Todo por el entretenimiento y por mantener enganchada a su fiel audiencia. Pero, para muchos espectadores, el último giro ha ido demasiado lejos y las críticas no se han hecho esperar en las redes sociales.
Quiero dinero es el nombre de la sección que se estrenó el martes 20 de octubre en la última franja del programa, Sálvame tomate. “¿Cuál es el precio de nuestros colaboradores? ¿A qué están dispuestos por dinero?”, avanzaban las redes del espacio. La mecánica no es compleja: cada tarde se ponen en juego 5.000 euros repartidos en cinco pruebas de dificultad creciente que el participante puede aceptar o no. En ellas se combinan retos diversos y preguntas comprometidas. En el caso de estas últimas, con solo aceptar que se formule la cuestión, el colaborador ya suma el dinero de esa prueba. Una máquina de inteligencia artificial bautizada Kopérnica determina si la persona miente o dice la verdad, pero el resultado es irrelevante para la consecución del dinero. Antes de cada prueba el colaborador puede plantarse, llevándose en ese caso la mitad de lo acumulado hasta el momento.
En estos días, Chelo García Cortés ya ha tenido que contestar a preguntas como si ha deseado la muerte a su propio hermano y retos como presentar por un día Socialité, espacio comandado por María Patiño (también colaboradora de Sálvame). La idea es poner a prueba los límites de los participantes. Sin embargo, a lo largo de la primera semana del espacio las críticas por parte de los espectadores han ido a más. Una de las pruebas que más reacciones en contra provocó fue la quema de la una foto de la cantante Isabel Pantoja (amiga de García Cortés). Algunos televidentes recriminaron la “falta de escrúpulos” de los responsables del espacio por un acto que algunos interpretaron como “incitación al odio” o tacharon de “trato denigrante hacia los colaboradores”.
Quiero dinero se emite en el mismo horario en el que Pasapalabra se ha ido consolidando en Antena 3. Tras su paso a la cadena de Atresmedia después de que una sentencia judicial pusiera fin a su vida en Telecinco, Pasapalabra ha crecido hasta convertirse en líder en su franja. Con Quiero dinero, el canal de Mediaset ha intentado frenar el ascenso del concurso que presenta Roberto Leal, aunque de momento sin demasiado éxito. La diferencia en los datos de audiencia entre la semana anterior al estreno de Quiero dinero y la semana que lleva de emisión es mínima, e incluso ha salido reforzado el concurso de Antena 3: Sálvame tomate ha pasado de 2.017.000 espectadores de media en la semana previa, a 2.026.000 con la emisión del nuevo espacio; Pasapalabra ha crecido ligeramente, de 2.213.000 espectadores de media a 2.378.000.
No es la primera ocasión en que dentro de Sálvame se incluye un espacio diferenciado para intentar llenar el hueco que dejó Pasapalabra en su parrilla. El primer intento fue El tirón, un concurso de breve duración que se incluía dentro de Sálvame banana (posteriormente conocido como Sálvame tomate) y que incluso se grababa en el plató de Sálvame. Presentado por Christian Gálvez y heredando los concursantes de Pasapalabra, el programa de preguntas y respuestas fue una solución de urgencia tras la decisión judicial. Sin embargo, no llegó a medirse con Pasapalabra, ya que desapareció de la parrilla coincidiendo con la declaración del estado de alarma en marzo.
La franja horaria que va de 20.00 a 21.00 es de especial relevancia no solo por el reparto de los espectadores que se sitúan ante la televisión en ese momento, sino también por lo que significa como telonero del informativo de la noche de cada cadena. Ahí se ha producido un cambio muy relevante en los últimos meses: mientras que Telecinco solía liderar con su informativo de las 21.00 (así fue en la media de 2019, por ejemplo), desde agosto ese liderazgo ha pasado a Antena 3, que en septiembre logró el mejor resultado en 12 años para la segunda edición de su noticiero. Aunque en estos datos influyen muchos factores, se puede considerar que uno de ellos es el fuerte efecto arrastre que aporta Pasapalabra.