‘Ted Lasso’ y las cosas buenas que todavía pasan en 2020
Jason Sudeikis interpreta al personaje más optimista, amable y buena persona (pero nada cargante) que protagoniza una serie este año
Este no está siendo un año para el optimismo. El pesimismo se ha expandido a la misma velocidad que el covid. El cinismo lo ha impregnado todo. Hubo algunos intentos —los aplausos de las ocho, Resistiré...— pero la oscuridad puede más. Por eso a Ted Lasso hay que recibirle con alfombra roja y una ovación en pie.
Jason Sudeikis interpreta al personaje más optimista, amable y, en definitiva, buena persona que protagoniza una serie en este 2020. Con su forma de ser, machaca las barreras de cinismo que encuentra a su alrededor y contagia al resto de personajes. Se hace querer a ambos...
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Este no está siendo un año para el optimismo. El pesimismo se ha expandido a la misma velocidad que el covid. El cinismo lo ha impregnado todo. Hubo algunos intentos —los aplausos de las ocho, Resistiré...— pero la oscuridad puede más. Por eso a Ted Lasso hay que recibirle con alfombra roja y una ovación en pie.
Jason Sudeikis interpreta al personaje más optimista, amable y, en definitiva, buena persona que protagoniza una serie en este 2020. Con su forma de ser, machaca las barreras de cinismo que encuentra a su alrededor y contagia al resto de personajes. Se hace querer a ambos lados de la pantalla y, lo más difícil, consigue no superar la línea que podría convertirle en irritante y cargante. El protagonista de la comedia de Apple TV+ Ted Lasso es un entrenador de fútbol americano que ficha por un equipo de mitad de la tabla de la Premier League británica. No conoce el país ni el deporte. El objetivo secreto de la presidenta del club es hundir el equipo para hacer daño a su exmarido, pero Ted llega ajeno a esta realidad y consciente de sus limitaciones, pero cargado de ánimo y optimismo para intentar levantar la moral de unos jugadores que no entienden nada de lo que está ocurriendo. Más coach emocional que coach deportivo.
El personaje Ted Lasso se creó para una campaña promocional de la cadena NBC en la temporada 2013-2014 de cara al regreso de la Premier League a su parrilla. La idea era similar: un entrenador estadounidense en un equipo británico, en ese caso, el Tottenham Hotspur. El chiste ahora se ha ampliado en forma de serie. Los 30 minutos de cada capítulo son 30 minutos que trasladan al espectador a un lugar en el que la bondad y el perdón todavía es posible, 30 minutos de sonrisas (no tanto de carcajadas) pero sin rastro de almíbar. Al fin y al cabo, es una serie con el fútbol como telón de fondo, que no una serie sobre fútbol: igual que para disfrutar de Mythic Quest, el otro buen estreno de comedia de Apple TV+ de este año, no es necesario saber de videojuegos, tampoco en este caso hace falta conocer la liga británica ni qué es un fuera de juego.
La luz que proyecta Ted se refleja en los personajes que le rodean, desde la poderosa en apariencia pero sumamente frágil presidenta del club hasta el ayudante del entrenador que hace las veces de ancla emocional, pasando por la enérgica Keeley, el huraño capitán del equipo o un tímido utilllero ascendido a mano derecha del entrenador.
Ted Lasso es una historia de perdedores, de pez fuera del agua, de optimismo contra el crudo realismo, que destila un encanto especial. Fuera cínicos. Ted Lasso es amor y ha llegado para salvar (al menos un poquito) este 2020 tan oscuro.