Entender a los espectadores de la generación del ‘streaming'

Las plataformas elaboran estudios para definir quiénes son sus espectadores. En EE UU, un 90% de los usuarios entre 13 y 54 años están suscritos a al menos un servicio digital

Una familia busca contenidos en la plataforma de HBO España.Gema García

¿Ve series? ¿Le gusta verlas solo cuando están completas o semana a semana? ¿Busca entretenerse, o también aprender y reflexionar? En el año 2020, la pregunta ya no es si el espectador ve contenido por streaming (disponible a través de internet). Es qué tipo de espectador de streaming es. Una cuestión que dentro de la industria están estudiando al detalle para no dejar escapar a ningún cliente potencial. Así lo hace la plataforma Hulu, que ahora pertenece a Disney y tiene 12 años de experiencia, que ha elaborado un estudio con datos significativos, como que un 90% de ciuda...

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¿Ve series? ¿Le gusta verlas solo cuando están completas o semana a semana? ¿Busca entretenerse, o también aprender y reflexionar? En el año 2020, la pregunta ya no es si el espectador ve contenido por streaming (disponible a través de internet). Es qué tipo de espectador de streaming es. Una cuestión que dentro de la industria están estudiando al detalle para no dejar escapar a ningún cliente potencial. Así lo hace la plataforma Hulu, que ahora pertenece a Disney y tiene 12 años de experiencia, que ha elaborado un estudio con datos significativos, como que un 90% de ciudadanos en EE UU entre los 13 y los 54 años usa al menos un servicio de streaming, pero no todos de la misma forma. A esos usuarios, Hulu los ha denominado Generación Stream.

El informe, el primero de varios que va a publicar en los próximos meses, establece cuatro grupos de usuarios de plataformas de streaming: el terapéutico, el clásico, el entendido y el indulgente. El primero es el más amplio, un 43%. Son los que hacen un streaming “meditativo y terapéutico, que ven contenidos que les recuerdan a su infancia o les ayuda, ligeramente, a reflexionar”. El grupo clásico, que reúne al 23% de los usuarios, “hace streaming de una manera similar a la que ve la televisión tradicional y ve los contenidos con familia o amigos como parte de su rutina diaria; la única diferencia es que pueden hacerlo a demanda”, sin depender de la programación de una parrilla. El perfil del grupo clásico tiende más a parejas casadas, con buena posición económica y que suelen recomendar contenidos a su entorno más cercano.

El tercer tipo de espectadores son los denominados indulgentes, un 21%, los que consumen sin descanso y hacen maratones de una misma serie en poco tiempo. Su espectro social es de mayor edad y suelen vivir solos. El cuarto y último, el 13% restante, es el de los entendidos, y se basan en “seleccionar con cuidado contenido que consideran inteligente, de nicho”, sin desmerecer producciones de otros países. Son los que entienden el entretenimiento como “televisión y cine que crea una conversación cultural”. Es un grupo “diverso, influído por la cultura popular, y que valora profundamente la comunidad”, concluye el estudio de Hulu.

Dentro de esta generación de usuarios que disfrutan de los contenidos de al menos una plataforma, un 91% estaría dispuesto a prescindir antes de su servicio de música por streaming, de sus redes sociales, de su comida favorita o de su marca preferida antes que de su plataforma de vídeo por streaming, según el informe, que contó para el mismo con la colaboración de la publicación Culture Co-op y realizó una encuesta a 2500 personas entre 13 y 54 años el pasado abril. “Las experiencias y estados anímicos de la Generación Stream consolidan a la televisión por streaming como parte del día a día de los espectadores”, ha dicho Julie DeTraglia, jefa de investigación y estudios de Hulu.

Un 65% de los usuarios coincide en que les importa menos los contenidos de series y películas de las cadenas tradicionales que los deportes y un 95% dice que los servicios de streaming han cambiado la forma en la que miran contenido en al menos una forma: ya sea por poder consumirlo todo seguido en maratón (42%), controlar más la experiencia del visionado al elegir cuándo y cómo le ven (37%), porque ven más horas de contenidos (35%), por la ausencia de cortes para publicidad (27%), por poder consumir en móviles y tabletas (26%), o por ver más contenido de nicho (21%).

El paso de los espectadores a la televisión a la carta y por streaming se ha potenciado en los últimos meses por el parón global en la industria por la crisis sanitaria, en especial en EE UU. En aquel país, donde una vez reinó la televisión por cable (como HBO, que ya tiene su propia plataforma digital), un 32% de hogares ya no cuenta con una suscripción de pago de televisión tradicional (por cable, satélite o a través de una operadora de telecomunicación), según un estudio de la empresa tecnológica Roku recién publicado. El dato llamativo de esa encuesta, hecha a 7.000 estadounidenses el pasado marzo, es que un 45% de los usuarios que cancelaron sus suscripciones durante la crisis por el coronavirus ante la falta de contenidos nuevos piensan cancelar el servicio de forma definitiva durante los próximos seis meses.

“Entramos en 2020 con una alta tendencia a dejar la televisión por cable, y ahora estamos viendo que con la pandemia de la Covid-19 y el parón en la emisión de deportes en directo ha provocado que los consumidores se repiensen cómo acceder al entretenimiento en sus hogares y qué están dispuestos a pagar”, ha explicado el jefe de marketing de Roku, Mathew Anderson. El retorno de las competiciones deportivas, por ejemplo la NBA vuelve a finales de este mes, determinará si los deportes frenarán esta tendencia. Según el estudio, un 17% de los hogares que se dieron de baja aseguran que volverán a suscribirse cuando vuelvan los deportes en directo y un 31% dicen que estarían dispuestos a suscribirse a un servicio por streaming de contenidos deportivos.

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