Canadá: un sistema de educación descentralizado con grandes resultados

En este país, las provincias establecen y administran sus sistemas escolares: contratan y evalúan al profesorado

Alumnos en una clase de arte en el colegio Victoria Park de Toronto.Richard Lautens (Getty Images)

El más reciente informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (conocido generalmente como PISA), publicado en diciembre de 2016, ubicó a Canadá en el séptimo lugar entre 70 países evaluados, la posición americana más alta en esta lista. En esta prueba que mide el rendimiento académico de los estudiantes en Ciencia, Matemáticas y Lectura, los canadienses obtuvieron resultados muy por arriba de la media de los países de la OCDE.

El desempeño remarcable de los alumnos canadienses se explica por distintos elementos, aunque cabe destacar que las mejoras a planes de estudio, el mantenimiento a instalaciones y la capacitación del profesorado son un tema de debate constante en el país. Canadá no cuenta con un ministerio federal de educación. Los gobiernos provinciales establecen y administran sus sistemas escolares. “Canadá demuestra, sorprendentemente, que el éxito puede lograrse sin una estrategia nacional”, menciona el Informe PISA. Debido a su sistema político, los canadienses comparan con asiduidad –en medios de comunicación, asambleas legislativas y reuniones familiares- lo que hace su provincia en relación con las demás en temas como la salud, la venta de alcohol (y ahora de marihuana), la explotación de recursos naturales y, por supuesto, la educación.

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Los contenidos son muy parecidos en las escuelas primarias y secundarias de todo el territorio. Las diferencias tienen que ver con elementos culturales, históricos y, en algunos casos, políticos. Por ejemplo, en Quebec el idioma predominante de enseñanza es el francés y se destina un tiempo considerable a la historia de la colonización francesa. En Ontario, el primer ministro conservador Doug Ford cumplió con su promesa de campaña de cancelar el programa de educación sexual instaurado por los liberales en 2015 para volver al de 1998.

Otra característica de la educación en Canadá es que busca reducir la brecha entre ricos y pobres (pese a que el país tiene la ventaja de contar con una clase media mayoritaria) e incorporar a los hijos de la inmigración. “Canadá es uno de los pocos países donde no existe una diferencia de desempeño entre estudiantes que no hablen la lengua de instrucción en sus hogares con la del resto de los alumnos”, menciona el informe de PISA. No obstante, la gran asignatura pendiente en la esfera educativa canadiense es la niñez indígena.

Estudios de expertos e informes internacionales subrayan el diseño de contenidos, el gasto total medio en relación con el PIB y el acceso a la tecnología como elementos de importancia –en menor o mayor grado- para contar con un sistema educativo efectivo. Sin embargo, una característica predominante entre los países que se distinguen en la materia es la alta calidad de su profesorado.

En Ontario, los profesores no deben realizar un examen de oposición.

El sistema educativo canadiense, uno de los más descentralizados del mundo, presenta diferencias de envergadura entre sus provincias. Respecto a la elección y evaluación de los profesores de primaria y secundaria, conviene por ello enfocarse en Ontario y Quebec, las dos provincias más pobladas del país y cuyos resultados de aprovechamiento escolar son los más altos (junto con Alberta y la Columbia Británica). Ambas cuentan con un abanico de comisiones escolares (de acuerdo a factores como la lengua de enseñanza, la extensión municipal y la confesión religiosa en institutos privados) para velar por las normas de los ministerios provinciales en estos centros.

En Ontario, los profesores no deben realizar un examen de oposición. Más bien, los directores de los centros de enseñanza determinan el número de docentes que requieren para cada grupo o asignatura. El requisito mínimo para enseñar es un título de licenciatura en docencia o uno en otro campo, pero con la condición de cursar un año de formación en pedagogía. Tras una clase-muestra ante un comité evaluador y una entrevista personal, los profesores que son seleccionados obtienen un contrato. El director del centro de enseñanza evaluará el desempeño del profesor en los primeros dos años y, si todo marcha bien, dicho mecanismo se aplicará cada cinco.

Desde 1997, la provincia cuenta con un Colegio de Profesores que expide las licencias para ejercer la docencia y fija sus estándares en los centros públicos. Este organismo –parecido a las órdenes de médicos- existía también en la Columbia Británica, pero fue disuelto en 2011 porque las autoridades consideraron que los sindicatos tenían gran margen de maniobra. Sin embargo, otras provincias –Quebec es una de ellas- plantean constantemente la necesidad de imitar a Ontario en este asunto, ya que si opera con los mayores estándares, un colegio de profesores puede velar firmemente por la protección de los alumnos.

Quebec quienes deseen ser profesores necesitan obtener un certificado de enseñanza

En el caso de Quebec, quienes deseen ser profesores de primaria o secundaria necesitan obtener un certificado de enseñanza expedido por el Ministerio de Educación. Para ello deben haber cursado una licenciatura en una rama pedagógica u obtenido un diploma más corto si cuentan con otras formaciones. Un elemento importante, dada la particularidad lingüística de esta provincia, es que los futuros profesores (salvo los que vayan a laborar en las comisiones anglófonas) deben aprobar un examen de certificación para la enseñanza en francés.

Las primeras experiencias laborales ocurren en la mayoría de los casos realizando una suplencia por un periodo específico. Posteriormente, un profesor obtiene algún curso de forma regular y, en caso de que el plantel requiera un docente de tiempo completo, se abren entrevistas y pruebas de selección tomando en cuenta la hoja de vida y la experiencia en el recinto. A diferencia de Ontario, los profesores no deben pasar una evaluación los dos primeros años; tampoco cinco después. Este es un elemento que provoca tensiones frecuentes entre sindicatos y algunas fuerzas políticas.

Canadá, sin contar con una estrategia nacional en educación, sigue dando muestras de un amplio avance en el tema.

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