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Cronología de un despertar: cómo Taylor Swift pasó de ser una «diosa aria» a la autora de un tuit para destrozar a Trump

“Te echaremos en noviembre”. Con estas palabras la estrella del pop muestra su descontento con la gestión del presidente Trump y certifica su giro ideológico después de 15 años de equidistancia política.

Con más de dos millones de ‘Me gusta’ en menos de una semana, las 38 palabras que Taylor Swift le dedicó a Donald Trump en plena oleada de protestas por el asesinato de George Floyd han copado los titulares de medios de todo el mundo. “Después de alimentar las llamas del supremacismo blanco y del racismo durante toda tu presidencia, ¿tienes el coraje de fingir superioridad moral antes de amenazar con violencia? ¿'Cuando empiezan los saqueos, empiezan los disparos'? Te echaremos en noviembre”, esgrime la estrella del pop en su tuit más popular hasta la fecha y que medios como Forbes creen que “podría ayudar a acabar con la presidencia de Trump”. Lo explícito y virulento del mensaje de Swift sorprende por haber hecho gala durante años de una postura política equidistante, censurada por medios de comunicación, activistas y seguidores. Esta es la cronología de cómo la “niña buena” de la América profunda acabó rebelándose contra el presidente de la nación.Andrew H. Walker (Getty Images)
Taylor Swift se convirtió en toda una estrella internacional en 2009, tras el lanzamiento de su álbum Fearless y el éxito de canciones como Love Story. En una entrevista con Rolling Stone, la joven de 19 años ya rehuía cualquier pregunta sobre sus preferencias políticas, “preocupada”, según la periodista, de decir algo que pudiera ser considerado “ofensivo por sus fans”. Sin embargo, se atrevió a mostrar su apoyo a un recién elegido presidente Barack Obama. “Nunca he visto en mi vida a un país tan feliz con una decisión política. Me alegra que estas fueran mis primeras elecciones”. Una sinceridad de la que no volvería a presumir en más de un lustro.Kevork Djansezian (Getty Images)
Las primeras acusaciones de equidistancia llegaron en 2012, con motivo de la promoción de su disco Red. En la web The Daily Beast la cantante se negó a calificarse a sí misma como feminista. “No pienso en las cosas como chicos contra chicas. Nunca lo he hecho. He sido criada por unos padres que me hicieron pensar que si trabajas tan duro como los chicos puedes llegar muy lejos en la vida”. Unas declaraciones que enmendaría un par de años después y gracias, según ella, a las enseñanzas de Lena Dunham (la creadora de la serie Girls) al respecto.Kevork Djansezian (Getty Images)
Los medios de comunicación han censurado de forma recurrente y a lo largo de toda su carrera la neutralidad política de la que hizo gala hasta 2018, comparándola con la figura –hoy también de actualidad– de Michael Jordan. Si el 23 de los Bulls se refugiaba en aquello de que “los republicanos también compran zapatillas”, Swift podría haber alegado que “los republicanos también compran discos”. Habiendo crecido, además, en una ciudad como Nashville, epicentro del género country y de la política conservadora con hasta un 80% de ciudadanos de raza blanca. Ya con 22 años, confesaba a la revista Time que “no quería hablar de política” porque podría influenciar a la gente. “No creo que sepa suficiente de la vida como para decirle a la gente a quién deben votar”.Rick Diamond (WireImage)
La imagen pública de Taylor Swift sufrió su mayor golpe mediático en 2016. Varias webs supremacistas de extrema derecha la convirtieron en icono de su movimiento, toda una “diosa aria”. “Es un hecho que Taylor Swift es una nazi encubierta y solo está esperando a que Donald Trump consiga que sea más seguro para ella salir a la luz y comunicar su agenda aria al mundo”, publicó el blog The Daily Stormer. Milo Yiannopoulos, agitador ultranacionalista y defensor de Donald Trump, concedía que la vocalista gozaba de mucho predicamento entre las facciones reaccionarias por ser “muy rubia”, “muy blanca” y no haber presumido de su “visión política o religiosa”. En la red han proliferado montajes como el de la imagen sobre su afiliación a las políticas del empresario.Facebook
El escrutinio de la prensa progresista sobre su figura subió de tono con motivo de las elecciones generales de 2016, en las que Swift no solo no hizo campaña por ninguno de los candidatos, sino que se aferró a su legítimo derecho a no desvelar el sentido de su voto. A pesar de que subió una foto a su cuenta de Instagram en la que animaba a sus millones de seguidores a acudir a los centros electorales, su silencio fue considerado por algunos medios como una ratificación silente de la figura de Trump.Instagram
Con el magnate ya en la Casa Blanca, la histórica Marcha de las Mujeres que en enero de 2017 sacó a la calle a más de tres millones de estadounidenses a lo largo de todo el país supuso otro golpe a la imagen de la intérprete de éxitos como Shake It Off. Mientras celebrities como Katy Perry o Miley Cyrus se manifestaban, Swift ciñó su participación a un tuit que enfadó a buena parte de su fanaticada. “Ponerte en pie por tus ideales no es fácil; si lo fuera, mucha más gente lo haría. Pero mi deseo es que consiga estar más involucrada políticamente. Con su gigantesca plataforma, podría tener un gran impacto”, escribió Nicole Pomarico en Bustle. Pocos meses después, la estrella de Pensilvania demostró que había escuchado el consejo.Rich Polk
En diciembre de 2017, en pleno auge del movimiento #MeToo, Swift decidió que ya había vivido lo suficiente como para hablar de política públicamente. La cantante apareció en la portada de la revista Time tras haber roto su silencio sobre el acoso sexual sufrido a manos de un locutor musical radiofónico. El episodio marcó un cambio de estrategia mediática que culminó con el virulento tuit contra Donald Trump de este pasado 29 de mayo. Poco después de confesar haber sido víctima de los abusos, y a raíz de la matanza del instituto Parkland, se posicionaría también a favor del control de la posesión de armas de fuego.Time
La declaración política más explícita y significativa de la cantante tuvo lugar en octubre de 2018, cuando se posicionó en contra de la reelección de la senadora republicana por Tennessee Marsha Blackburn (“Trump con peluca”, según ella). “Ha votado en contra de la igualdad salarial, ha votado en contra de la ley contra la violencia hacia las mujeres. Cree que las empresas tienen el derecho a rechazar a parejas homosexuales y considera que no tienen el derecho a casarse. Esos no son mis valores”, argumentó, apoyando al demócrata Phil Bredesen. En su Instagram subió una imagen posando, junto a su madre, frente a un cartel electoral del candidato.Instagram
A pesar de que su apoyo no consiguió que Blackmon no fuera reelegida, en el documental de Netflix Miss Americana Swift se muestra orgullosa por haberse posicionado por primera vez y pese a los deseos de su padre, que dice temer por su seguridad. En la charla con su progenitor, la estrella del pop reconoce su “tristeza” por no haberse moja contra Donald Trump en 2016. “Necesito estar en el lado correcto de la historia”, confiesa, ratificando su cansancio por haber ejercido de “niña buena” durante 15 años. La cantante también recuerda frustrada el caso de las Dixie Chicks, grupo country femenino que cayó en el ostracismo tras criticar la gestión del presidente George W. Bush pocos días antes de la invasión de Iraq. “Me aterrorizó ver cómo un solo comentario puede acabar con todo un reinado”, afirma. Swift fue pillada dando ‘Me gusta’ a memes como el de la imagen, en el que “da la patada” a los republicanos.Tumblr
Este pasado 2019, con el lanzamiento de su último álbum Lover, la joven natural de Reading certifica también en sus letras su nueva postura activista. Con sencillos como You Need To Calm Down (Necesitas calmarte) no solo responde a quienes criticaron este giro, sino que se acompaña de varios iconos de la comunidad LGTB+ como Ellen DeGeneres, Billy Porter o los miembros del programa Queer Eye para corroborar que, si tiene que erigirse en diosa de algún movimiento, es del gay y no del supremacista. En su discurso en los premios VMA’s de la MTV al recoger el galardón a mejor vídeo del año, Swift pidió a la Casa Blanca que acabara con la desigualdad y la discriminación por cuestiones de género u orientación sexual. En las próximas elecciones generales, que tendrán lugar el 3 de noviembre, nadie podrá acusar a Taylor Swift de equidistante. Parece aceptar de buen grado que, a partir de ahora, los conservadores no compren sus discos.Instagram