Un preso tranquilo, esposado... y preocupado por su imagen

El extesorero del PP se mostró en el interrogatorio de ayer tranquilo y contundente

Dos semanas largas de cárcel apenas han hecho mella en el ánimo de Luis Bárcenas. Al menos aparentemente. El extesorero del PP se mostró en el interrogatorio de ayer tranquilo y contundente, con la misma altivez que exhibió en declaraciones anteriores. Solo uno de los letrados consultados por este periódico creyó ver un atisbo de abatimiento en el antiguo directivo de Génova 13.

Bárcenas llegó a la ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Dos semanas largas de cárcel apenas han hecho mella en el ánimo de Luis Bárcenas. Al menos aparentemente. El extesorero del PP se mostró en el interrogatorio de ayer tranquilo y contundente, con la misma altivez que exhibió en declaraciones anteriores. Solo uno de los letrados consultados por este periódico creyó ver un atisbo de abatimiento en el antiguo directivo de Génova 13.

Bárcenas llegó a la Audiencia Nacional sobre las 9.30 en un furgón de la Guardia Civil desde la prisión de Soto del Real. Fue conducido esposado ante el juez Ruz y al empezar la declaración solicitó ponerse una corbata, que le prestó su abogado, Javier Gómez de Liaño. El magistrado accedió a esta petición. En la prisión, este tipo de prendas, al igual que los cordones de los zapatos, están vetados para evitar que los internos atenten contra su propia vida o la de otros.

Se iniciaban cinco horas y media de declaración que tuvieron como principal novedad —además de la admisión de toda la financiación ilegal— el hecho de que Bárcenas respondió a las preguntas de todas las partes. En sus anteriores interrogatorios, limitó sus respuestas —cuando las dio— al juez, al fiscal y a su abogado defensor. Según los letrados, con este cambio de actitud Bárcenas busca distanciarse definitivamente de la estrategia de sus abogados anteriores, Miguel Bajo y Alfonso Trallero, cuyas minutas fueron abonadas durante años por el PP.

Bárcenas, de 57 años, amante de la montaña —ascendió en 1982 al Everest— y exsenador cunero por Cantabria, regresó a prisión sobre las 17.00. A su salida, un pequeño grupo de manifestantes le animaba a “tirar de la manta”. Para entonces, la manta ya estaba ampliamente tirada.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En