El juez deja fuera del caso Urdangarin a un exdirectivo y un exempleado de Nóos

Archivada la causa contra la jefa jurídica de la Ciudad de las Artes de Valencia

Antonio Ballabriga, exdirectivo del insituto Nóos, y Juan Pablo Molinero, antiguo empleado de Iñaki Urdangarin, han quedado exonerados del caso Nóos. El juez José Castro ha decretado el archivo provisional de las actuaciones contra Ballabriga y Molinero al no apreciar indicios de delito. En un auto dictado hoy al que ha tenido acceso este diario, Ballabriga, amigo íntimo del duque de Palma y exdirector de Responsabilidad Corporativa del BBVA, dijo en su declaración que empezó a trabajar en Nóos como consultor externo en 20...

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Antonio Ballabriga, exdirectivo del insituto Nóos, y Juan Pablo Molinero, antiguo empleado de Iñaki Urdangarin, han quedado exonerados del caso Nóos. El juez José Castro ha decretado el archivo provisional de las actuaciones contra Ballabriga y Molinero al no apreciar indicios de delito. En un auto dictado hoy al que ha tenido acceso este diario, Ballabriga, amigo íntimo del duque de Palma y exdirector de Responsabilidad Corporativa del BBVA, dijo en su declaración que empezó a trabajar en Nóos como consultor externo en 2005. En enero de 2007 -cuando Urdangarin ya había abandonado, al menos en teoría, la dirección de Nóos- pasó a ser contratado. En todo ese tiempo facturó a Nóos y a diversas empresas del entramado formado por el yerno del Rey y su exsocio, Diego Torres, por la ejecución de proyectos para empresas privadas. Desde el verano de 2006, además, formó parte del equipo de trabajo para preparar los llamados Juegos Europeos de Valencia, que jamás llegaron a celebrarse. Su cometido fue, según recoge el auto, "explorar si las federaciones deportivas" estaban interesadas en el proyecto y ofrecer asesoramiento jurídico sobre el tema.

De las investigaciones hechas hasta ahora, sostiene el juez, "no se desprende" que Ballabriga "haya tenido intervención decisoria ni complicidad consciente" en la presunta malversación de fondos públicos del caso Nóos. Ello no es incompatible, remacha Castro, con que tuviera "cierto protagonismo" en la ejecución de los trabajos y que incluso percibiera un retribuciones "bastante elevadas".

En cuanto a Molinero, su participación en Nóos se remonta a 2003 y se ciñe a la creación del equipo ciclista Illes Balears. Urdangarin trató de convencerle para que abandonara la empresa donde trabajaba y, como experto en ciclismo, se sumase al proyecto. El duque le insistió en que Nóos tenía "muchas posibilidades" de que el Gobierno de Baleares, en manos del PP, mediara para obtener un patrocinio para el equipo. En noviembre de ese año, Molinero fue contratado y se mantuvo como empleado dos años. Entre otras tareas, Molinero acudió a los eventos Illes Balears Forum y Valencia Summit para echar una mano en su organización. Por esos dos eventos, Urdangarin y su exsocio se embolsaron casi seis millones de euros de administraciones públicas.

El juez reprocha que las declaraciones de Molinero como imputado están "plagadas de matizaciones, rectificaciones y ausencias de claros recuerdos", pero no ve motivo para seguir adelante con la causa contra él por las mismas razones que en el caso de Ballabriga. "La compleja y profusa investigación del juzgado ha permitido ejercer de manera eficaz el derecho constitucional a la defensa", se felicitaron los letrados de Molinero, Jordi Bertomeu García y J. Asiain.

También decreta el sobreseimiento provisional de María Ángeles Mallent, exresponsable jurídica de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. El juez recuerda que su primera declaración como testigo "arrojó tan variadas contradicciones" que le llevaron a llamarla a declarar como imputada. Su participación en los hechos estriba en que el director de la Ciudad de las Artes le pasó un borrador del convenio firmado entre Nóos y la Comunidad Valenciana sobre la organización del Valencia Summit. Según su declaración, no llegó a emitir ningún informe jurídico, ya que se limitó a analizar un borrador.

A finales de septiembre, los abogados de Ballabriga y Molinero pidieron el archivo para sus clientes. El abogado de Torres no se opuso, pero remitió un escrito al juez en el que "cuestiona el carácter de simples asalariados" de ambos y su "falta de capacidad decisoria", sintetiza el juez en su auto.

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