El tono displicente del líder del PP enfada a los minoritarios

Coscubiela, de ICV, pide al presidente que abandone “la mala educación”

“El PSOE no puede hablar porque tiene el pasado pegado al presente y nosotros somos insignificantes para el señor Rajoy, ¿entonces...?”. Esta apreciación de un parlamentario de Izquierda Plural, servía de diagnóstico compartido entre parlamentarios quejosos por el trato que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dispensa a los grupos minoritarios de la oposición. Solo dos meses después del comienzo de la legislatura ayer se encen...

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“El PSOE no puede hablar porque tiene el pasado pegado al presente y nosotros somos insignificantes para el señor Rajoy, ¿entonces...?”. Esta apreciación de un parlamentario de Izquierda Plural, servía de diagnóstico compartido entre parlamentarios quejosos por el trato que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dispensa a los grupos minoritarios de la oposición. Solo dos meses después del comienzo de la legislatura ayer se encendieron algunas alarmas.

Que hubo displicencia en el tono, la forma y el fondo de algunas intervenciones del presidente no lo duda nadie. La palma del desaire se la llevó el diputado de Compromís/Equo, Joan Camprubí. “No le voy a contestar; usted es el único listo que hay aquí; si tiene a bien ayudarme se lo agradeceré”, le espetó. Ese mismo estilo lo exhibió ante el portavoz de ICV, Joan Coscubiela, economista, profesor y líder sindical durante muchos años y nuevo en esta plaza de la Carrera de San Jerónimo.

“Le pido que abandone ese tono despectivo, arrogante, que raya en la mala educación y que falta al respeto no a nosotros, sino al millón y medio de ciudadanos a los que representamos”. Esta petición del portavoz de Izquierda Plural contó con la aprobación de muchos parlamentarios consultados por este periódico. El enojo lo trasladaron los diputados a Twitter. Gaspar Llamazares se refirió a “la derecha faltona”, en tanto que otros hablaban de estilo “chulesco”.

Pero llovía sobre mojado y ayer se justificaba menos que nunca. “El debate no fue bronco, era de preocupación y todo el mundo hizo propuestas, por lo que el presidente debía haber sido más correcto”, señala una diputada de un grupo que sí se siente bien tratado. Quizá el propio Rajoy haya reflexionado ya sobre ese comportamiento porque al finalizar el debate unos diputados le escucharon decir a Coscubiela: “Hombre, no te enfades”.

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