"El adversario político no es el enemigo"

"No soy el más veterano, sino el más viejo. Dejémoslo claro, que el que más años lleva en el Congreso es Alfonso Guerra". Así se presenta, con un tono socarrón, Juan Manuel Albendea, que con 74 años es el diputado de mayor edad. En un receso durante la última sesión plenaria de estas Cortes, antes de su disolución ante las elecciones del 20-N, ha compartido consejos y charla con la parlamentaria ...

"No soy el más veterano, sino el más viejo. Dejémoslo claro, que el que más años lleva en el Congreso es Alfonso Guerra". Así se presenta, con un tono socarrón, Juan Manuel Albendea, que con 74 años es el diputado de mayor edad. En un receso durante la última sesión plenaria de estas Cortes, antes de su disolución ante las elecciones del 20-N, ha compartido consejos y charla con la parlamentaria más joven, Sara Dueñas, de 26 años. Ambos son del Partido Popular (PP).

"No le puedo dar muchos consejos", ha anunciado modesto Albendea, antes de enumerar una larga lista de recomendaciones. La primera, el respeto al adversario político, "porque no es el enemigo, aunque haya diferencia de ideas", y la segunda, "trabajar mucho, presentar muchas iniciativas". El diputado por Sevilla, firme defensor de las corridas como él aclara en varias ocasiones y deja patente su corbata roja salpicada de toros, le ha advertido también de que debe preocuparse mucho por los problemas de su circunscripción, aunque "sin olvidar que trabajamos para todos los españoles". Le aconseja también que se adscriba a las comisiones en las que se considere más competente y que no deje nunca de profesar "absoluta fidelidad" a su grupo parlamentario, en su caso, el PP.

Debes profesar absoluta fidelidad a tu grupo parlamentario

Durante la charla, cruza una vetusta sala aledaña al hemiciclo el presidente del Congreso, José Bono, que saluda afectuosamente a Albandea, y le recuerda: "Tú me diste el relevo". "Me gustaría dártelo otra vez", le responde, y corrige inmediatamente su lapsus (Bono ha anunciado su intención de retirarse): "Bueno, a ti no, a otro".

Dueñas estaba todavía en tercero de Publicidad y Relaciones Públicas cuando se convirtió hace cuatro años en alcaldesa de La Losa (Segovia). En abril del año pasado, la llamaron precipitadamente para cubrir el puesto que dejó vacante en el Congreso Jesús Merino tras dimitir por su relación con el caso Gürtel. Por juventud o carácter, lo cierto que es que Dueñas tiene una voz y unas formas cándidas. Recibe los consejos con ganas de saber, comparte las opiniones de Albendea, y le pregunta con curiosidad cómo han sido las cuatro legislaturas en las que él ha estado en el Congreso, las dos primeras en el Gobierno y la tercera y cuarta en la oposición. Él recuerda con especial cariño lo fácil que fue la segunda de José María Aznar, cuando tuvo mayoría absoluta. "Estuve en el Consejo de Dirección, con mucho trabajo, pero con mucha satisfacción también". "Cuando estás en el Gobierno, es más sencillo el acceso a la información, mientras que en la oposición tienes que tener más imaginación, para presentar enmiendas, por ejemplo", le cuenta.

La joven segoviana concluye entonces que se puede hacer mejor oposición cuando se ha estado ya en el Gobierno. A ella le podría ocurrir todo lo contrario si el 20 de noviembre, como apuntan todas las encuestas, Mariano Rajoy gana las elecciones con mayoría absoluta. "Sería un orgullo", sonríe, y sigue preguntando, ávida de la experiencia de su compañero de filas. Poniéndose en lo peor, le interesa saber si en el primer Gobierno de Aznar, cuando tuvo mayoría simple, resultó difícil conseguir apoyos para sacar adelante las leyes. "No, no fue duro. Fue una legislatura muy positiva. La prueba es que luego sacó mayoría absoluta", recuerda Albendea.

Por sus comisiones les conocerás

Si al principio del encuentro el diputado más mayor conducía la conversación con sus consejos, la joven promesa de La Losa toma la palabra más adelante para seguir preguntando, y el diálogo fluye. Albendea también tiene curiosidad por los intereses de Dueñas, y le pregunta en qué comisiones querría estar, después de contar que él ha participado últimamente en las de Cultura, para defender las corridas de toros -"el problema es que [el presidente, José Luis Rodríguez] Zapatero es antitaurino", opina-, Justicia, Economía y Hacienda, y en la de Unión Europea, donde asegura haber aprendido mucho, a su edad. Ella heredó las comisiones de su antecesor, pero cuenta que le gustaría trabajar en la de Turismo. "¿Y Administraciones Públicas no te interesa, siendo alcaldesa?", pregunta él. "Claro que sí, también", responde ella, que explica que ya está en la de Organización Territorial.

No solo es importante, sino imprescindible que estén ellos [por los de más edad]. No dejamos de ser la representación de la sociedad"

Entre los dos construyen las cualidades que creen que todo político debería tener. La primera, "vocación", dice el sevillano, que se metió en política en el 94, cuando se prejubiló tras 38 años dedicados al mundo financiero, pero confiesa que, monárquico hasta la médula, la política le interesaba desde muy joven. "Nobleza", añade ella. "Y una cierta formación", subraya Albendea, que afirma rotundo que no le parece bien "la gente que con 18 años decide dedicarse a esto sin estar preparado". Lejos de sentirse aludida, Dueñas asiente y anota que quien decida meterse en política "tiene que ser consciente de que no se sabe cuándo llegará la salida, que puede estar muy próxima".

Dueñas defiende la convivencia entre mayores y jóvenes en los grupos parlamentarios. "No solo es importante, sino imprescindible que estén ellos [por los de más edad]. No dejamos de ser la representación de la sociedad", y por eso cree que todas las edades tienen que estar presentes. Albendea también se muestra encantado con que haya jóvenes en su partido, pero advierte de que "hay principios y valores en los partidos que hay que respetar y no se debe saltar la barrera".

El "viejo", como se autodenomina sin miramientos, desea mucha suerte a la benjamina en la próxima campaña electoral, para que esté en las listas y consiga un escaño. "Yo tengo la misma esperanza, aunque menos seguridad", confiesa. Y para los dos y todo su partido, proclama: "Que ganemos las elecciones". "Y si no estamos, pues lo mejor en lo personal", le desea ella con el candor con el que habla.