Niñas sin miedo y con orgullo

Los lectores escriben sobre los derechos del colectivo LGTBI, la estrategia de los políticos en los medios de comunicación, y sobre el sacrificio de los padres para garantizar un futuro a sus hijos

Dos mujeres se besan al lado de una pancarta reivindicando los derechos de la comunidad gay en una marcha en Londres.Dan Chung (Reuters)

Este mes me acuerdo más que nunca de esa niña que se intentaba convencer a sí misma de que sus sentimientos no eran válidos. Hoy, echando la vista atrás y hablando en presente seguro, lo que realmente sentía era miedo por una vida de dedos señalándole, miradas de juicio, etiquetas y vacíos. Ella sabía perfectamente quién era y a quién amaba, pero no tenía referentes, ni veía banderas en balcones, ni sentía estar en una sociedad que avanzase en una misma dirección. Solo veía gente ...

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Este mes me acuerdo más que nunca de esa niña que se intentaba convencer a sí misma de que sus sentimientos no eran válidos. Hoy, echando la vista atrás y hablando en presente seguro, lo que realmente sentía era miedo por una vida de dedos señalándole, miradas de juicio, etiquetas y vacíos. Ella sabía perfectamente quién era y a quién amaba, pero no tenía referentes, ni veía banderas en balcones, ni sentía estar en una sociedad que avanzase en una misma dirección. Solo veía gente juzgando y menospreciando a un colectivo del que formaba parte aunque no lo aceptase. Vivió una vida a medias hasta que decidió ser lo que llevaba años anhelando: libre. No recuperó los años perdidos, ni al amor de su vida, pero recuperó las ganas de sentir amor hacia cualquiera que le despertase ese sentimiento que, en su adolescencia, buscó apagar para que nadie la juzgase. Por eso, no demos pasos en falso. Luchemos para que ninguna niña sienta que no tiene hueco, dejad ser en libertad. No pedimos tanto.

María Abad Algarra. Aspe (Alicante)

Paripé político

La RAE considera “paripé”, en términos coloquiales, al “engaño o fingimiento para guardar las apariencias o para conseguir lo que se desea”. Me pregunto si no hacen eso los líderes políticos con “determinados” medios de comunicación a los que no acuden normalmente, en vísperas de unas elecciones. Durante la legislatura suelen conceder entrevistas o hacer declaraciones en aquellos medios que le son afines, con alguna excepción. Sin embargo, todo cambia durante la campaña electoral. Entonces, los prejuicios desaparecen y ya no importa el sesgo ideológico de la emisora de radio, la cadena de televisión o el periódico al que acuden, salvo alguna que otra enemistad manifiesta irreconciliable. Incluso, se prestan a ir a programas de entretenimiento de máxima audiencia que no son santos de su devoción. Demasiado “paripé”.

Javier Cordero Ruiz. Madrid

Luchadores

Quería dedicarle desde aquí unas palabras a mi padre “ausente”, que ha fallecido recientemente a los 84 años. Darle las gracias por su sacrificio en un trabajo que le quitó el tiempo de estar con sus hijos, de disfrutar de su familia, un trabajo necesario para que su esposa e hijos tiraran hacia delante. La enfermedad se lo llevó en seis meses y nos pudimos despedir todos. Pero tengo la sensación que la vida no fue muy justa con él y me gustaría darle un reconocimiento público y decirle que aunque no disfrutamos mucho juntos le estaré agradecido por todo lo que hizo por todos nosotros. Pertenece a una generación de personas luchadoras que hicieron este país un buen lugar para sus hijos. Ojalá pueda darles yo a mis hijos un mundo mejor como hizo él.

Miguel Lázaro Navarrete. Madrid

El colectivo

Avanzaremos otro paso en positivo cuando para referirnos a gustos en el campo de la sexualidad no hablemos de “colectivo”. Es una forma de agrupar que señala. Entiendo que la unión hace la fuerza y que aún hay que seguir luchando, sí, pero creo que la señal inequívoca de que la lucha fue victoriosa será cuando en vez de colectivo digamos “realidad”.

Francisco García Castro. Estepona

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