Un alcalde que pega y miente
El regidor de Ourense se queja en un vídeo de que ha sido agredido. Otra grabación demuestra que es él quien agrede
Hay días en que uno sale a pasear con el ánimo a la deriva, expuesto a cualquier corriente de aire, a pique de un resfriado pero también de una alegría, aunque sea pasajera. Si el paseo es virtual y además por Twitter, la cosa tiene su aquel. Lo ideal sería encontrarse entonces con tuits amables, de gente pacífica, capaz de provocar una sonrisa sin necesidad de sacar el estilete. El tuit, por ejemplo, de MaryCarmenRodr. Utiliza la técnica de reproducir el mensaje de otro usuario y anteponer un comentario. En este caso, el siguiente: “El nombre de la criatura me maravilla”. Se refiere a un tuit...
Hay días en que uno sale a pasear con el ánimo a la deriva, expuesto a cualquier corriente de aire, a pique de un resfriado pero también de una alegría, aunque sea pasajera. Si el paseo es virtual y además por Twitter, la cosa tiene su aquel. Lo ideal sería encontrarse entonces con tuits amables, de gente pacífica, capaz de provocar una sonrisa sin necesidad de sacar el estilete. El tuit, por ejemplo, de MaryCarmenRodr. Utiliza la técnica de reproducir el mensaje de otro usuario y anteponer un comentario. En este caso, el siguiente: “El nombre de la criatura me maravilla”. Se refiere a un tuit con el que la revista ¡Hola! anuncia:
—Anna Simon da a luz a su hija y desvela su nombre: “Soy la persona más feliz del mundo”.
O ese otro tuit, en esta ocasión de Light Tsuaki —alguien que se presenta como “filóloga disléxica, nintendera, anime, marvel, cosplay”—, que incluye un vídeo de 14 segundos en el que se ve a una reportera de televisión mientras entrevista a una niña acompañada por su padre. De fondo, el ruido de lo que parecen las fiestas de un pueblo:
—¿Cómo te llamas, cariño?
—Sofía.
—¿Te gusta estar aquí?
—Sí.
—¿Qué es lo que más te gusta de las fiestas de tu pueblo?
—La morcilla.
—La música, ¿verdad...? ¿Y la Virgen?
—¿El qué...?
El tuit fue publicado el domingo, y en cuestión de horas superó los 150.000 me gusta, los 32.000 retuits y más de 1.700 respuestas. El éxito viral espoleó la curiosidad, y enseguida se supo que el padre de la niña es el alcalde de Canillas de Aceituno, un pueblo malagueño de la comarca de la Axarquía cuyos habitantes —alrededor de 1.700— celebraban las fiestas patronales en honor de la Virgen de la Cabeza. El diálogo, si bien parecía disparatado, no lo era en realidad, aunque no faltaran —Twitter es Twitter— quienes atribuyeran a la reportera un afán por enmendarle la plana a la niña. Lo cierto es que el ruido era ensordecedor, porque los vecinos —y multitud de forasteros llegados al bellísimo pueblo aprovechando el buen tiempo y el fin de las restricciones— no solo acudieron para honrar a la patrona, sino para disfrutar del Día de la Morcilla, orgullo gastronómico local. Las respuestas espontáneas de Sofía han permitido que las fotografías de la celebración se difundieran por la red, y en ellas se ve a los participantes en la procesión mientras disfrutaban de las 5.000 raciones de morcilla distribuidas por el Ayuntamiento. Allí estaban los que habían portado las andas de la patrona, los guardias civiles con tricornio de charol que la escoltaron y el cura que presidió el cortejo, en este caso un sacerdote de importación, porque ya se sabe que hay más vocaciones para concejal de Urbanismo que para párroco de pueblo.
En esas estábamos, con el ánimo llegando a buen puerto, cuando entre el mundanal ruido del espionaje y el contraespionaje se coló un tuit del alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome. Les recomiendo que lo vean. El alcalde explica en un vídeo de 2 minutos y 20 segundos cómo “una sindicalista exaltada” armada de un megáfono estuvo a punto de romperle el tímpano “con una agresión acústica” y su reacción para apartarla. Si me permiten otra recomendación, vean luego el vídeo de los hechos, que está colgado en la web de este periódico y se puede encontrar fácilmente en Twitter. Observen los dos vídeos y comparen. Lo que cuenta el alcalde que sucedió y lo que pasó en realidad. Y, también, la reacción de dos policías locales de Ourense: protegen al alcalde que golpea y miente, en vez de a la sindicalista de CC OO que sufre la agresión. El manual de la mentira, gratis y en directo, en Twitter.