La nieve cubre Madrid
Pueden comprenderse fallos en la gestión de las consecuencias de una nevada que superó lo previsto. Sin embargo, cuando coinciden una crisis sanitaria y una incidencia climática graves, la imprevisión para facilitar el acceso a los centros sanitarios es injustificable. Son inadmisibles las imágenes de voluntarios limpiando accesos a hospitales, transportando enfermos, y las de sanitarios caminando durante horas para llegar a su trabajo.
Jacinta Valdés Ayesta. Madrid
Ayer llegué a Madrid. La ciudad que me he encontrado es un lugar completamente diferente...
Pueden comprenderse fallos en la gestión de las consecuencias de una nevada que superó lo previsto. Sin embargo, cuando coinciden una crisis sanitaria y una incidencia climática graves, la imprevisión para facilitar el acceso a los centros sanitarios es injustificable. Son inadmisibles las imágenes de voluntarios limpiando accesos a hospitales, transportando enfermos, y las de sanitarios caminando durante horas para llegar a su trabajo.
Jacinta Valdés Ayesta. Madrid
Ayer llegué a Madrid. La ciudad que me he encontrado es un lugar completamente diferente al que dejé el 20 de diciembre. Las calles están cubiertas de un blanco provocado por la nieve. He observado como algunos transeúntes circulaban a una velocidad ínfima, por culpa del miedo a un posible resbalón. Mirándolos, he empezado a pensar en la velocidad con la que afrontamos la vida. Últimamente, todos andamos con prisa de llegar a todos lados. Entonces vuelve la naturaleza a recordarnos que paremos, que nuestra existencia no es tan imprescindible, y que, si corremos demasiado, acabaremos todos en el suelo.
Esteban Martínez Fideu. Albacete