Perplejidad e impotencia
La crisis que padecemos es imposible de superar sin ayuda. Tenemos la gran suerte de optar a ella, pero eso sí, se nos pide que hagamos planes en la buena dirección y que aprovechemos para reordenar nuestro sistema productivo y otros desajustes educativos, asistenciales y sociales acumulados. Para ello se precisa que las instituciones funcionen y que la Constitución se cumpla. Es decir que, como mínimo, se renueve el CGPJ y se acuerden los Presupuestos y la propuesta de programas de inversión, entre otras cosas. Esta es la tarea de los 350 diputados, pero parece que no se aplican a ello con la...
La crisis que padecemos es imposible de superar sin ayuda. Tenemos la gran suerte de optar a ella, pero eso sí, se nos pide que hagamos planes en la buena dirección y que aprovechemos para reordenar nuestro sistema productivo y otros desajustes educativos, asistenciales y sociales acumulados. Para ello se precisa que las instituciones funcionen y que la Constitución se cumpla. Es decir que, como mínimo, se renueve el CGPJ y se acuerden los Presupuestos y la propuesta de programas de inversión, entre otras cosas. Esta es la tarea de los 350 diputados, pero parece que no se aplican a ello con la diligencia debida, que es lo único que tienen que hacer. Parecen olvidar que han sido elegidos por la ciudadanía con este fin. Si no lo hacen rápida y eficazmente podrían poner en riesgo la legitimidad que obtuvieron, así como la estabilidad del sistema. Esto es muy serio.
Jesús Álava Fernández, Madrid.