Acabar con la crispación
Poco importa que se trate de la salida del rey emérito, del asunto judicial de Podemos, de la gestión de los excedentes económicos municipales, de los inmigrantes que deben entrar en cuarentena o de cualquier otro tema que salte a los medios. La reacción de muchos de nuestros responsables políticos es siempre desmesurada, llena de broncas, descalificaciones e insultos y de demandas de dimisiones inmediatas, cuando no de exigencia de reformas ineludibles en las estructuras básicas del Estado. Y todo esto en medio de una dramática crisis sanitaria, económica y social que parecen no percibir y qu...
Poco importa que se trate de la salida del rey emérito, del asunto judicial de Podemos, de la gestión de los excedentes económicos municipales, de los inmigrantes que deben entrar en cuarentena o de cualquier otro tema que salte a los medios. La reacción de muchos de nuestros responsables políticos es siempre desmesurada, llena de broncas, descalificaciones e insultos y de demandas de dimisiones inmediatas, cuando no de exigencia de reformas ineludibles en las estructuras básicas del Estado. Y todo esto en medio de una dramática crisis sanitaria, económica y social que parecen no percibir y que nos puede llevar al abismo. No sé qué más tiene que pasar para que algunos de estos políticos se retiren de una vez del panorama y retorne a nuestros lares el diálogo y el consenso; que vuelvan políticos tan críticos como haga falta, pero siempre con la idea central de construir.
Pedro Carboneras Martínez. Madrid