Concentraciones peligrosas
Es asombroso que se permita una manifestación en la que sus convocantes reniegan de las medidas tomadas para combatir el coronavirus, entre las que se encuentra el uso de la mascarilla. Hay que ser muy ingenuo para no prever sus consecuencias. Así, el pasado domingo en Madrid miles de personas, sin guardar la distancia de seguridad y sin mascarillas, incumplieron la ley poniendo en riesgo sus vidas y las de los demás. Proteger del contagio y, en consecuencia, la vida de las personas ha de prevalecer ante el derecho de manifestación, y esa es una labor de las autoridades, en este caso de la Del...
Es asombroso que se permita una manifestación en la que sus convocantes reniegan de las medidas tomadas para combatir el coronavirus, entre las que se encuentra el uso de la mascarilla. Hay que ser muy ingenuo para no prever sus consecuencias. Así, el pasado domingo en Madrid miles de personas, sin guardar la distancia de seguridad y sin mascarillas, incumplieron la ley poniendo en riesgo sus vidas y las de los demás. Proteger del contagio y, en consecuencia, la vida de las personas ha de prevalecer ante el derecho de manifestación, y esa es una labor de las autoridades, en este caso de la Delegación del Gobierno que ha cometido un grave error al autorizar su celebración.
Sebastián Navarrete Molina. Fuenlabrada (Madrid)