Cartas al director

El Rey de España

Todos los niños del tardofranquismo recordamos la primera vez que vimos al rey Juan Carlos. Era otoño, los kilómetros que separan el helipuerto hasta su destino los recorrió en una comitiva de vehículos oficiales y un gran despliegue de seguridad. A ambos lados de la carretera, niños, mujeres y hombres salían de sus talleres y comercios a saludar a Juan Carlos y Sofía, que iban en un Mercedes de color azul marino. Desde el momento en que fue coronado, partidarios y detractores asumimos que era la única salida para afrontar los años de la Transición y frenar las posibles intentonas de golpes de...

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Todos los niños del tardofranquismo recordamos la primera vez que vimos al rey Juan Carlos. Era otoño, los kilómetros que separan el helipuerto hasta su destino los recorrió en una comitiva de vehículos oficiales y un gran despliegue de seguridad. A ambos lados de la carretera, niños, mujeres y hombres salían de sus talleres y comercios a saludar a Juan Carlos y Sofía, que iban en un Mercedes de color azul marino. Desde el momento en que fue coronado, partidarios y detractores asumimos que era la única salida para afrontar los años de la Transición y frenar las posibles intentonas de golpes de Estado. Ahora, los escándalos con los que se ha relacionado al rey emérito han enturbiado la trayectoria del “rey campechano”, por el que muchos republicanos se autodenominaron “juancarlistas”.

José Solano Martínez, Cartagena (Murcia)

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