Hacia delante y sin perder el Norte
Han quedado atrás todos los que se quedaron sin aire, atrás han quedado sus desgarradoras soledades, atrás todos aquellos que partieron sin quejarse, generosos y sin hacer ruido; una vez más, con la grandeza de una generación humilde.
Nosotros hicimos todo lo que pudimos, con uñas y dientes nos entregamos a la lucha. Acompañar y aliviar es vocación, en los momentos más frágiles, escuchar, mirar a los ojos. Hablemos siempre de rostros, no de números, porque con cada uno de nuestros pacientes que se ha ido, algo de nosotras también ha muerto. Ahora ha llegado el momento de tirar tierra y ...
Han quedado atrás todos los que se quedaron sin aire, atrás han quedado sus desgarradoras soledades, atrás todos aquellos que partieron sin quejarse, generosos y sin hacer ruido; una vez más, con la grandeza de una generación humilde.
Nosotros hicimos todo lo que pudimos, con uñas y dientes nos entregamos a la lucha. Acompañar y aliviar es vocación, en los momentos más frágiles, escuchar, mirar a los ojos. Hablemos siempre de rostros, no de números, porque con cada uno de nuestros pacientes que se ha ido, algo de nosotras también ha muerto. Ahora ha llegado el momento de tirar tierra y caminar erguidos hacia adelante. Porque buscar culpables en una tragedia y ponernos más peso en la espalda es olvidar la nobleza de los que partieron. No perdamos el Norte.
Amaia Aldalur Balbás. San Lorenzo del Escorial (Madrid)