Editorial

Santa Sofía universal

Por encima de los credos, el monumento es un símbolo de la belleza que une a las civilizaciones

Museo de Santa Sofía en Estambul.SEDAT SUNA (EFE)

La importancia artística, histórica y simbólica de un edificio va mucho más allá del uso religioso que pueda tener en un momento determinado. El Panteón de Roma es una iglesia católica, pero también uno de los ejemplos mejor conservados de la arquitectura de la Roma antigua. La Mezquita de Córdoba es una catedral; pero también un monumento que destila la belleza y la riqueza cultural de Al Andalus y un símbolo de la herencia musulmana en Europa. Lo importante es que se respete el patrimonio artístico universal, así como el acceso más allá del credo del visitante. Y en este sentido va la advert...

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La importancia artística, histórica y simbólica de un edificio va mucho más allá del uso religioso que pueda tener en un momento determinado. El Panteón de Roma es una iglesia católica, pero también uno de los ejemplos mejor conservados de la arquitectura de la Roma antigua. La Mezquita de Córdoba es una catedral; pero también un monumento que destila la belleza y la riqueza cultural de Al Andalus y un símbolo de la herencia musulmana en Europa. Lo importante es que se respete el patrimonio artístico universal, así como el acceso más allá del credo del visitante. Y en este sentido va la advertencia de la Unesco a Turquía después de la decisión del viernes del Consejo de Estado que permite convertir Santa Sofía, actualmente un museo, en una mezquita.

Santa Sofía, en Estambul, no solo resume la historia de Turquía, sino también de las relaciones entre Oriente y Occidente desde la caída del Imperio romano. Consagrada como iglesia bizantina en 537, fue uno de los grandes templos del mundo cristiano durante más de mil años hasta que, en 1453, con la conquista otomana de Constantinopla, actual Estambul, pasó a convertirse en una mezquita. En 1934, con el impulso secularizador de Mustafa Kemal Atatürk, se transformó en un museo. Desde hace más de una década, el presidente Recep Tayyip Erdogan quiere devolverle su uso como mezquita dentro de su agenda islamista.

Este sobrecogedor edificio forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y alberga mosaicos bizantinos con representaciones de figuras humanas, incompatibles con la interpretación más rigorista del islam y que estuvieron encalados hasta su conversión en museo. La petición de la Unesco de que se respete su acceso, su aspecto actual, su estructura y los objetos que contiene es razonable. Por encima de los credos, Santa Sofía se mantiene como un símbolo poderoso de la belleza que une a las civilizaciones. Privarle de este estatuto universal representaría una enorme pérdida para todos.

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