Elecciones brújula
Estamos en los primeros comicios de la era covid-19, y aunque todo puede cambiar con inusitada rapidez conviene estar atentos a las tendencias que puedan vislumbrarse a partir del domingo
Llega en el País Vasco y Galicia la primera cita con las urnas tras la aparición de la Covid-19, lo que la convierte en una especie de brújula para descubrir cómo ha vivido la sociedad esta pandemia y, lo que es más importante, cómo percibe el futuro ya presente. Con todas sus particularidades, que son evidentes, ambos comicios autonómicos comparten temas centrales de campaña, no tan distintos de los que valdrían también para otros territorios. La gestión de la pandemia, el reparto competencial entre las comunidades autónomas y el Estado central, y las medidas para afrontar la crisis económica...
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Llega en el País Vasco y Galicia la primera cita con las urnas tras la aparición de la Covid-19, lo que la convierte en una especie de brújula para descubrir cómo ha vivido la sociedad esta pandemia y, lo que es más importante, cómo percibe el futuro ya presente. Con todas sus particularidades, que son evidentes, ambos comicios autonómicos comparten temas centrales de campaña, no tan distintos de los que valdrían también para otros territorios. La gestión de la pandemia, el reparto competencial entre las comunidades autónomas y el Estado central, y las medidas para afrontar la crisis económica dan contenido a numerosos debates y discursos. Cuatro son los ejes sobre los que conviene fijarse, ya que, aun con toda las cautelas, pueden dar pistas para comprender nuestro hoy: la participación, la importancia de la capacidad de gestión, el voto joven y el voto verde.
Ningún sondeo augura un absentismo electoral como el que se dio en la segunda vuelta de las municipales francesas —una abstención récord del 58,4%—, ni tampoco comportamientos homogéneos en los dos territorios. No obstante, una participación con menor caída de la esperada descartaría la hipótesis del incremento de desafección y ratificaría el interés de nuestra sociedad por la política, que crece cuando las situaciones se endurecen.
Los dos candidatos que partían como favoritos meses atrás —Alberto Núñez Feijóo en Galicia e Iñigo Urkullu en Euskadi— han visto ampliada su potencial mayoría en los últimos sondeos, lo que puede deberse a varias causas. Principalmente, a que en tiempos especialmente complicados se prima la estabilidad, la experiencia en la gestión y la capacidad de llegar a acuerdos. En este sentido, quien ocupe el centro del tablero tendrá más posibilidades de alcanzar la victoria.
En el caso de Galicia, según se desprende de algunos estudios, Feijóo está penetrando en el electorado centrista y a la vez consigue mantener su base conservadora moderada. Lo consigue gracias a su distanciamiento del PP nacional, al que apenas se ha visto en campaña. En el País Vasco, el PNV capta voto tanto a la izquierda como a la derecha y ve reforzada así su coalición con el Partido Socialista de Euskadi (PSE). Si todo esto se confirma el próximo domingo, la ciudadanía habrá marcado una pauta significativa de apoyo a quien percibe como valores seguros, lejos de un voto más atrevido a nuevas o jóvenes opciones.
Otra de las incógnitas es el comportamiento del voto joven cuando los nuevos partidos políticos ya han perdido cierta frescura. Según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el electorado más novel optaría en primer lugar en Galicia por el Bloque Nacionalista Galego (BNG) y en el País Vasco por EH Bildu. Siendo cierto que las peculiaridades de ambos territorios impiden extrapolar estos resultados, sí serían indicativos de hacia dónde pueden inclinarse los más jóvenes.
La tercera incógnita está relacionada con la anterior, y se refiere al peso que pueda alcanzar el voto verde, especialmente en Euskadi, donde los estudios plantean la posibilidad de que Equo/Berdeak pueda conseguir al menos un representante en Álava.
En definitiva, estamos en los primeros comicios de la era Covid-19, y aunque todo puede cambiar con inusitada rapidez —y a pesar del hecho de que tanto Galicia como Euskadi son territorios peculiares— conviene estar atentos a las tendencias que puedan vislumbrarse a partir del domingo.