‘Hooliganismo’ político
En la última estadística, uno de los grandes problemas de los ciudadanos es la tensión política. Con la preocupación que todos tenemos de que esta crisis sanitaria acabe y con la que está cayendo en todos los ámbitos, asisto atónito a las últimas sesiones del Parlamento y me cuesta dar crédito a lo que veo y, sobre todo, a lo que escucho. Hay un hooliganismo político creando enfrentamientos y crispación permanente al más bajo nivel. Todo menos representarnos dignamente. Habrá que intentar que estas tensiones no lleguen a la sociedad civil. El miedo es una emoción individual, pero se con...
En la última estadística, uno de los grandes problemas de los ciudadanos es la tensión política. Con la preocupación que todos tenemos de que esta crisis sanitaria acabe y con la que está cayendo en todos los ámbitos, asisto atónito a las últimas sesiones del Parlamento y me cuesta dar crédito a lo que veo y, sobre todo, a lo que escucho. Hay un hooliganismo político creando enfrentamientos y crispación permanente al más bajo nivel. Todo menos representarnos dignamente. Habrá que intentar que estas tensiones no lleguen a la sociedad civil. El miedo es una emoción individual, pero se contagia fácilmente (miedo social) y hay quienes se empeñan en trasladarlo a la calle. Y es aquí donde parte de la ciudadanía está dispuesta a cambiar libertad por seguridad. Así se instalan los populismos de cualquier signo. El miedo y el odio, pilares del fascismo, son rápidos cementos para destruir las democracias.
José Luis Romanos Marfil. Zaragoza