Cartas al director

El trompetista

Durante el periodo de confinamiento, cuando parecía que el estado de alarma iba a ser eterno y nuestros niveles de esperanza estaban rozando la aguja roja, una persona desconocida lograba detener el tiempo y el miedo. Un vecino anónimo, residente en un edificio de ladrillos rojos, como tantos en Madrid, ha estado ofreciendo al vecindario, sin fallar un día, una pieza musical interpretada con trompeta, pocos minutos antes de las ocho de la tarde, hora de los aplausos. Dicen que es un chaval joven, que comparte piso y que es músico, aunque tiene que trabajar de otra cosa. Nadie sabe bien su nomb...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Durante el periodo de confinamiento, cuando parecía que el estado de alarma iba a ser eterno y nuestros niveles de esperanza estaban rozando la aguja roja, una persona desconocida lograba detener el tiempo y el miedo. Un vecino anónimo, residente en un edificio de ladrillos rojos, como tantos en Madrid, ha estado ofreciendo al vecindario, sin fallar un día, una pieza musical interpretada con trompeta, pocos minutos antes de las ocho de la tarde, hora de los aplausos. Dicen que es un chaval joven, que comparte piso y que es músico, aunque tiene que trabajar de otra cosa. Nadie sabe bien su nombre, ni su identidad. Este joven quizá desconoce que su trompeta no solo ha hecho eco en esa calle, sino en otros puntos del mundo, en la costa norte de Portugal, o en Radstock, Reino Unido, donde una pequeña de dos años, todas las tardes le oía vía telemática y le aplaudía, antes de potrear e irse a la cama. Por ello, muchas gracias y salud.

Asunción Serrano Rodríguez. Árvore (Portugal)

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En