He vuelto
Pisar la calle por primera vez desde que empezó el estado de alarma me devuelve mucho. Desde aquel día de marzo en el que por responsabilidad y obligación decidí quedarme confinada, no había vuelto a sentir que conectaba de nuevo con el mundo. Salvo todas aquellas tardes a las ocho en las que salía a dar el aplauso a nuestros sanitarios, no había vuelto a recordar que era parte de un vecindario, de una comunidad, de una sociedad. Ahora, al salir, el viento que me azota al pasar un coche que pasa por delante de mí me lo recuerda. He vuelto, y no recordaba como me sentía, hasta ahora.
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Pisar la calle por primera vez desde que empezó el estado de alarma me devuelve mucho. Desde aquel día de marzo en el que por responsabilidad y obligación decidí quedarme confinada, no había vuelto a sentir que conectaba de nuevo con el mundo. Salvo todas aquellas tardes a las ocho en las que salía a dar el aplauso a nuestros sanitarios, no había vuelto a recordar que era parte de un vecindario, de una comunidad, de una sociedad. Ahora, al salir, el viento que me azota al pasar un coche que pasa por delante de mí me lo recuerda. He vuelto, y no recordaba como me sentía, hasta ahora.
Jia Xi Ye Bao. Madrid