El náhuatl irrumpe en las escuelas de Ciudad de México

Una iniciativa del Gobierno local promueve la enseñanza de la lengua indígena en 78 escuelas capitalinas, pero su efectividad genera dudas entre expertos en educación y lingüistas

Clara Brugada inaugura las clases de náhuatl en planteles públicos en Ciudad de México, el 21 de febrero.GOBIERNO DE CIUDAD DE MÉXICO

Cuando a finales de febrero la jefa de Gobierno de Ciudad de México, Clara Brugada, habló en náhuatl en una escuela pública de Xochimilco, al sureste de la capital, quería transmitir una declaración de intenciones. Bajo su mandato, aseguró, quiere promover mejor la historia de los pueblos originarios en las escuelas públicas y resarcir el olvido en el que han estado sumidas las lenguas originarias en el sistema educativo. Brugada informó de que un primer paso es integrar la enseñanza del náhuatl como materia optativa en 78 escuelas de la ciudad, un proyecto que cuenta con el payo del Ejecutivo de la presidenta Claudia Sheinbaum, pero que no está exento de polémica, debido al fracaso de iniciativas similares implementadas en el pasado en la gran urbe mexicana.

Las autoridades educativas de Ciudad de México se han puesto manos a la obra para iniciar el proyecto anunciado por Brugada, aunque aún no se inician las clases en náhuatl. “Tenemos una ciudad que es de las lingüísticamente más diversas y plurales del continente americano. Se hablan aquí aproximadamente 60 lenguas indígenas distintas. Entonces, esto es civilizar y sonorizar, porque es importante escuchar la diversidad lingüística de la ciudad y en particular la importancia que tiene la lengua náhuatl, que es una lengua viva”, dice Pablo Yanes Rizo, secretario de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación. Yanes recuerda que las estimaciones del Inegi, el instituto de estadísticas, muestran que en Ciudad de México hay 125.000 hablantes de lenguas indígenas, de los que 40.000 hablan náhuatl. La influencia de este idioma es tal, que deja su impronta en la manera en como los chilangos hablan el castellano: aproximadamente, 4.000 palabras usadas de forma cotidiana son de origen náhuatl. Enseñarla en las escuelas, agrega, “es un esfuerzo por hacer visible esa diversidad lingüística y asumir que el conocimiento de una lengua como el náhuatl es no solo aproximarse un medio de comunicación, es una forma de nombrarla”.

El funcionario agrega que el sistema público educativo de la capital cuenta con suficientes profesores y materiales didácticos para iniciar la enseñanza del idioma. Afirma que afinan los detalles para la implementación de la materia, que comenzará a impartirse en escuelas primarias, entre niños de 12 y 13 años, “porque creemos que el conocimiento temprano de los idiomas es fundamental”, dice. “Es mucho más difícil aprender una lengua en edades ya mucho mayores. Por eso vamos a poner especial atención en la infancia”, afirma. La iniciativa está aún en conversaciones con las comunidades escolares para establecer la duración de la nueva materia, la frecuencia y la forma de evaluación. La gran interrogante que se abre es que si al ser una materia optativa, los estudiantes se sentirán entusiasmados en tomarla. Yanes es optimista. “Van a empezar a demandarla otras escuelas. Van a empezar a decir: “Yo también quiero.” Y ese siempre es el criterio de éxito en una política pública”, asegura.

Igual de optimista se muestra Nelly Juárez Audelo, secretaria de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas de la capital. Asegura que el proyecto inicial se implementará en núcleos de estudiantes que pertenecen a una comunidad indígena, “porque no solo es enseñar la lengua indígena, es enseñar que están viviendo en una ciudad intercultural y que están propiciando un diálogo sin discriminación”. Se trata de alcaldías capitalinas como Xochimilco o Milpa Alta, sectores populares, que están entre los más habitados de la ciudad. “Han tenido la demanda histórica de recuperación de la lengua a través de la educación básica”, dice Juárez.

Para la funcionaria, este proyecto es viable, dado que iniciativas similares se han implementado en los llamados Pilares, los Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes, que fueron la apuesta de Sheinbaum, cuando fue jefa de Gobierno de la capital, para llevar actividades culturales, deportivas y educativas de manera gratuita a zonas golpeadas por la pobreza, la desigualdad y la violencia. “Hay una tradición de maestros de hablantes de lenguas que han pasado a la docencia y eso nos tiene confiados para tener certeza de que se puede llevar a cabo este proyecto”, asegura. Se trata de una iniciativa piloto, que se ampliará dependiendo de los resultados que arroje. “Son clases para aprender el idioma, pero también para conocer la cultura náhuatl. La idea es iniciar por el primer año básico, segundo año intermedio y ver si hay un intermedio dos o un avanzado”, explica.

Este proyecto ha desatado discusiones polémicas en redes sociales, en parte porque otros similares han fracasado y también por la necesidad de impulsar la enseñanza del inglés, un idioma global, en la educación pública. La lingüista Yásnaya Aguilar Gil ha recordado que no es la primera vez que se impulsa una estrategia similar en la ciudad. Aguilar recuerda que en 2007 el entonces jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, anunció que el náhuatl sería impartido de manera obligatoria en las preparatorias de la capital y también prometió que la enseñanza del idioma se llevaría a escuelas primarias y secundarias. “El propio Ebrard tomó clases de lengua y cultura náhuatl que, por cierto, debían tomar también miles de funcionarios de la capital. ¿Qué es lo que sucedió con esta política pública? ¿Fue evaluada? ¿Cuáles fueron sus avances y qué retos se presentaron? No lo sabemos”, ha criticado la lingüista. La experta afirma que la enseñanza de una lengua indígena siempre es una buena noticia, pero cuestiona si se trata de impulsos nacionalistas o de una política pública destinada a combatir la muerte de la diversidad lingüística de México. “Lo que más me preocupa es lo que yo llamo las estrategias confeti. Es decir, esto tendría que partir de unas políticas lingüísticas generales y de ellas derivar algo que se llama planificación lingüística, que es lo que ha pasado, por ejemplo, en el País Vasco o en Cataluña. Dar clases de náhuatl y de manera opcional es un puntito, uno de estos papelitos que se avienta así nada más, sin tener una política lingüística pública. Funcionan unos años, se pierde, queda en anécdota y en buena intención. Mi pregunta sería, ¿es esta la acción con la que estratégicamente hay que comenzar, es la más urgente? Creo que atrás no hay mucha reflexión”, explica.

Por otro lado, está la enseñanza del inglés en la educación pública. México ha fracasado rotundamente en esta materia, según Roberto Domínguez Cáceres, catedrático del Tecnológico de Monterrey, quien ha asegurado que cerca del 97% de los alumnos de las escuelas públicas no alcanza el nivel de comprensión básica del idioma. “De acuerdo con estudios realizados por la Secretaría de Educación desde hace algunos años, rebasamos el 79% de alumnos que, podemos decir, tiene un desconocimiento total de la lengua inglesa”, ha asegurado. El inglés, dicen los expertos, debería ser una prioridad en el sistema de educación pública de un país cuya economía lucha por ser competitiva en el mercado global.

Patricia Vázquez, directora de Mexicanos Primero, una organización que impulsa desde el sector privado mejoras en las políticas educativas en México, asegura que la enseñanza del náhuatl es una gran aportación para la educación pública, pero afirma que debe haber una apuesta más consistente en el aprendizaje del inglés. “Estoy convencida de que convivir con las lenguas indígenas desarrolla ciertos procesos y ciertas habilidades cognitivas. Creo que también hay una conciencia de más apropiación, de más identificación”, dice Vázquez, que cuenta con un doctorado en educación por la Universidad de Harvard con la mirada puesta en la primera infancia. “Es una gran aportación, pero, por otro lado, me pregunto qué vamos a hacer la relación de nuestros chavos con el inglés”, cuestiona.

Vázquez recuerda que la organización que dirige presentó en 2015 un informe que concluía que en México la enseñanza del inglés no es una prioridad, a pesar de ser un idioma global, de que muchas herramientas educativas y oportunidades académicas están en esa lengua, sin mencionar las mayores posibilidades de empleo que genera. “La enseñanza del náhuatl es una iniciativa interesante, pero hay que ver cómo va y cómo reaccionan los chavos, pero sobre todo qué resultados trae la inclusión de la lengua en las aulas y en sus procesos cognitivos, pero también dejamos ahí en la mesa el tema de qué vamos a hacer con el inglés”, dice la experta.

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