Una familia, las noches en una ambulancia y la titánica tarea de salvar vidas en Ciudad de México
El actor Joaquín Cosío coprotagoniza la serie ‘Familia de medianoche’, inspirada en hechos reales, sobre un grupo de paramédicos haciendo frente a emergencias médicas extremas para ganarse su sustento
En Ciudad de México, según la Secretaría de Movilidad (SEMOVI), se cuenta con aproximadamente 487 ambulancias —sin distinguir entre públicas y privadas— para una población de más de nueve millones de habitantes. El día que uno tenga que llamar a uno de estos vehículos puede ser incierto o caótico. A partir de esta idea se estructura la serie Familia de medianoche, basada en hechos reales, sobre un equipo de paramédicos, un padre y sus hijos, que asumen la titánica tarea de salvar vidas para ganarse su sustento en una de las metrópolis más pobladas y más grandes del mundo. Los 10 episodios que componen a esta producción ya se encuentran disponibles en la plataforma Apple TV+.
Inspirada en el galardonado documental de título homónimo, que sigue el trabajo nocturno de los Ochoa y retrata las deficiencias del sistema sanitario en la capital mexicana, Familia de medianoche cuenta la historia de Marigaby Tamayo (Renata Vaca), una ambiciosa y talentosa estudiante de medicina durante el día, que pasa sus noches salvando vidas en una extensa, contrastada y fascinante Ciudad de México a bordo de la ambulancia privada de su familia. Junto con su padre Ramón (Joaquín Cosío) y sus hermanos Marcus (Diego Calva) y Julito (Sergio Bautista), compiten con otros paramédicos por recoger enfermos o heridos, lidiando con policías que los multan o les piden sobornos, y con la coyuntura de la ciudad.
Cosío (Tepic, 62 años), que interpreta al patriarca de esta familia en la serie —de la showrunner y directora Natalia Beristáin—, asumió el reto dramático en medio de “fascinación”, al ver en uno de los primeros llamados en el plató un edificio en llamas, con bomberos, extras haciendo de heridos, “toda una imagen dantesca que fue muy impactante”, relata a través de una videollamada.
“Esta familia vive constantemente experiencias extremas, porque de eso se trata su vida. La aparición oportuna en una situación de emergencia. Por eso también son, de pronto, una especie de héroes nocturnos. El número de ambulancias es ridículo en relación con las dimensiones de las ciudades más grandes del mundo. Entonces, las ambulancias privadas, por eso existen, por eso son incluso necesarias e indispensables”, complementa el experimentado actor.
Según el Anexo Estadístico del Tercer Informe de Gobierno de Ciudad de México, se señala que al 31 de diciembre de 2020 se tenían reportadas un total de 178 ambulancias de Instituciones del sector público. La Organización Mundial de la Salud recomienda la existencia de cuatro ambulancias por cada 100.000 habitantes.
Preparación médica y conducción de la ambulancia
El también actor de El infierno (2010), de Luis Estrada, ve en su personaje elementos entrañables y ambiciosos que van de la mano y contra la naturaleza extrema de la ciudad. “Son elementos importantes para una balanza que favorezca a esta polifonía, esta distinta serie de situaciones. Ramón, de pronto, es un padre de familia, de pronto es un enamorado ferviente, un héroe de la calle, un protector de su hijo pequeño”, afirma.
Admite que no quiso ver el documental en el cual se inspira la serie, porque prefirió construir su personaje con base en su propia experiencia y percepción. Cuenta que la relación con su hijo de 13 años lo ayudó a prepararse, ya que, según explica, “la relación con un niño como padre le hace entender a uno que tiene que estar ahí, cada día, para él”.
“Un padre como Ramón, que tiene muchísimos problemas, pero sabe de antemano que tiene que estar para su hijo, que además es su cómplice. Esa relación con Julito, con el niño, es muy rica y es muy entrañable. A mí me nutrió muchísimo. Ese vínculo con un actor tan notable, como lo es Bautista, este niño talentosísimo, lo llevé ahí a través del vínculo que tengo con mi hijo. De alguna manera, ya tenía trabajada esa relación orgánicamente”, dice Cosío.
El actor, que también participó en la versión mexicana de la serie Narcos, de Netflix, afirma que el trabajo para Familia de medianoche también implicó una preparación a través de talleres para primeros auxilios. Desde la aplicación de una inyección, dar respiración artificial o cómo recuperar a una persona con un ataque cardiaco.
“Creo que eso se ve en la serie. Funcionó. Al menos yo, lo agradezco muchísimo. De igual manera manejé la ambulancia. Tuve un instructor y le dedicamos varias semanas para aprender a manejarla. No es sencillo, porque el peso es enorme y la conducción exige bastante energía. Más cuando vas por una ciudad como México, tan caótica y a alta velocidad porque alguien se está muriendo en la parte de atrás. Aprendimos a dominarla y eso se ve en las escenas”, explica.
Para Cosío no solo la ambulancia es una protagonista de la serie, también lo es la ciudad. Una no existe sin la otra, ya que la emergencia, “el signo de admiración”, que siempre tiene la serie es por esta complicidad que existe entre ambas.
“Es por ello porque ocurre en una metrópoli como Ciudad de México, donde todo puede complicarse en un instante, desde un accidente, los rescates. La ciudad puede ser tu aliada o tu enemiga, ya sea desde su perspectiva nocturna, festiva o con sus personajes nocturnos. Es una muestra de esta versión de la vida y de la gran ciudad que es”, finaliza.