Los trabajadores de la Suprema Corte se suman al paro contra la reforma judicial de López Obrador

Los empleados votan a favor de la suspensión de labores a unas horas de que la Cámara de Diputados inicie la discusión para aprobar en lo general la iniciativa de ley

Trabajadores del Poder Judicial protestan alrededor de la Suprema Corte, el 28 de agosto en Ciudad de México.Andrea Murcia Monsivais (CUARTOSCURO)

Los trabajadores de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) han votado este lunes a favor de sumarse al paro de labores del Poder Judicial en contra de la iniciativa de reforma de Andrés Manuel López Obrador. La decisión de unirse a la suspensión de labores fue avalada por casi nueve de cada diez empleados que participaron, de acuerdo con datos preliminares del escrutinio, y se anunció en la víspera de que la Cámara de Diputados discuta en el pleno la iniciativa. Está previsto que el proyecto de ley sea aprobado esta semana por la bancada de Morena y sus aliados en la Cámara baja, según ha adelantado el grupo parlamentario mayoritario.

Los ministros de la Suprema Corte ya habían tanteado la posibilidad de unirse a la suspensión de labores la semana pasada, pero no se alcanzó un acuerdo. El Alto Tribunal declaró inhábil el pasado jueves, en medio de protestas y plantones en la sede del máximo organismo del Poder Judicial, en el centro de Ciudad de México.

El Colegio de Secretarios y Secretarias de la SCJN, que organizó la votación y abrió la convocatoria para el resto de la base trabajadora, aún no ha precisado cuánto durará el paro y sus implicaciones. “Las acciones subsecuentes las estaremos informando a la brevedad”, señaló en un comunicado. “Mañana la asistencia a laborar será como una jornada normal y en el transcurso del día se dará más información”, agregó. Los ministros no se han posicionado de forma oficial. De los 1.072 servidores públicos que participaron, 951 se pronunciaron a favor del paro, 116 en contra y cinco se abstuvieron. La votación fue secreta y anónima.

Miles de estudiantes de Derecho y trabajadores marcharon el domingo del Ángel de la Independencia al Senado de la República para protestar a favor de la independencia judicial. La manifestación coincidió con un acto masivo en el Zócalo de López Obrador a propósito de su sexto y último informe de gobierno. El presidente organizó una votación simbólica entre sus seguidores, a mano alzada, para mostrar músculo y poner sobre la mesa que la mayoría de la población está a favor de su propuesta. También criticó la oposición de Estados Unidos a la iniciativa de elegir a jueces, magistrados y ministros por voto popular, el punto más polémico de la reforma. “Esto ayuda a entender cuál es el sentimiento del pueblo”, aseguró. Claudia Sheinbaum, su sucesora, tomará posesión el próximo 1 de octubre.

Las tensiones entre el Poder Judicial y el Legislativo se elevaron desde el pasado fin de semana, después de que al menos dos jueces concedieran amparos para prohibir que el Congreso avanzara con la aprobación de la reforma. Los diputados de Morena amagaron con un juicio político contra los juzgadores y la decisión desde los tribunales fue ampliamente cuestionada, incluso entre quienes se oponen a la reforma y algunos diputados de oposición. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) se excusó de las sesiones para acatar el mandato. El encontronazo entre ambos poderes se suma a dos años de tensiones entre la Suprema Corte y López Obrador, que ha colocado la aprobación de su propuesta en la parte más alta de la lista de prioridades del oficialismo.

La adhesión de los trabajadores de la Suprema Corte es una señal más de que las resistencias en el Poder Judicial se han intensificado en los últimos días. Alrededor de 1.200 jueces y magistrados se han sumado a un paro sin precedentes, así como a trabajadores de una veintena de Estados que han paralizado los tribunales y han mantenido sólo servicios mínimos y urgentes. Otros sindicatos no han apoyado la huelga, después de que el bloque gobernante la calificara de “ilegal” y amagara con despedir a quienes participaran.

Morena y sus aliados tienen 364 diputados, lo que les permite aprobar reformas constitucionales en la Cámara baja sin necesidad de negociar con los opositores. El bloque mayoritario está a un escaño de superar el umbral de dos tercios en el Senado para hacer lo mismo en la Cámara alta. Los alfiles legislativos del bloque gobernante han presupuestado que la reforma se apruebe en la primera quincena de septiembre. La propuesta es parte de una batería de reformas que López Obrador ha impulsado desde febrero pasado y que busca marcar el camino del próximo Gobierno de Sheinbaum.

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